Tiempo de Negocios
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Mexicana: todos pierden y las controversias por el MRO
El viernes pasado la jueza 11 de distrito en materia administrativa
del Distrito Federal resolvió un recurso interpuesto por Aeropuertos y
Servicios Auxiliares (ASA), en el sentido de que no se debió suspender
el procedimiento de concurso mercantil de Mexicana de Aviación.
Edith Encarnación Alarcón Meixueiro estableció que el convenio estaba a disposición de los acreedores para que lo aprobaran. ¿Cuál es la perspectiva de Mexicana de Aviación si tiene la compañía un convenio con quitas de 98 por ciento?
La pregunta que muchos se hacen es si la Secretaría de Comunicaciones (SCT) ha considerado que Aeroméxico, Volaris e Interjet, que explotan las rutas y slots de Mexicana, podrían pagar por el uso temporal de su explotación.
El que dichas empresas propiedad de Eduardo Tricio, Pedro Aspe y Miguel Alemán no hayan asumido una contraprestación y gocen gratuitamente de esos activos propició una reclamación de los sindicatos, que ahora amenazan en convertirla en demanda.
En un escenario de quiebra otras interrogantes que surgen son si la dependencia que encabeza Gerardo Ruiz Esparza tiene facultades legales o la posibilidad real de expropiar los activos de la extinta Mexicana de Aviación.
También lo que hace unos días le refería, sobre el futuro de la base de mantenimiento o MRO. Si los actuales accionistas se niegan a cederlo la autoridad lo cerraría, con el consecuente despido de unos mil 400 trabajadores que laboran en los talleres.
Ahora que si esos mismos dueños del MRO liderados por Jorge Gastélum lo logran retener, ¿será verdad la versión de que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), que capitanea Alexandro Argudín, pretende subirles la renta hasta en 400 por ciento?
En el caso de Click, la misma jueza ya pidió la opinión de la SCT como autoridad concedente de la concesión para que le informe si el convenio de acreedores efectivamente cuenta con las mayorías para su aprobación y salida del concurso mercantil.
La posición de la dependencia federal frente al convenio de acreedores de Click no es pública, pero existe la creencia de que no permitiría que saliera del concurso mercantil sin contar con un inversionista. Pero no se pronunciarán y dejarán que la jueza sea la que tome determinaciones.
En ese contexto, a cuánto ascenderían las pérdidas para ASA, de Gilberto López Meyer; el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que lleva Alfonso Sarabia; y Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), que dirige Claudio Arellano.
De ahí que ante dichas pérdidas que se darán con la aceptación de un convenio con 98% de quitas o con una declaración de quiebra, resulte relevante conocer los avances o información que ha logrado recabar el interventor designado por el Gobierno federal.
No olvide que Fernando Pérez-Correa tiene instrucciones de revisar todas las operaciones y movimientos que ha realizado el administrador y conciliador de Mexicana, Gerardo Badín Cherit, así como los recursos que ha dispuesto desde agosto de 2010.
En medio de la incertidumbre urge la publicación de una nueva política aeronáutica que regule no sólo el tráfico del aeropuerto del DF, sino también la antigüedad de los aviones, la inversión extranjera directa, los slots, la supervisión financiera y los seguros para pasajeros.
El expediente Mexicana ha dejado muchas experiencias que no se deben desaprovechar.
Edith Encarnación Alarcón Meixueiro estableció que el convenio estaba a disposición de los acreedores para que lo aprobaran. ¿Cuál es la perspectiva de Mexicana de Aviación si tiene la compañía un convenio con quitas de 98 por ciento?
La pregunta que muchos se hacen es si la Secretaría de Comunicaciones (SCT) ha considerado que Aeroméxico, Volaris e Interjet, que explotan las rutas y slots de Mexicana, podrían pagar por el uso temporal de su explotación.
El que dichas empresas propiedad de Eduardo Tricio, Pedro Aspe y Miguel Alemán no hayan asumido una contraprestación y gocen gratuitamente de esos activos propició una reclamación de los sindicatos, que ahora amenazan en convertirla en demanda.
En un escenario de quiebra otras interrogantes que surgen son si la dependencia que encabeza Gerardo Ruiz Esparza tiene facultades legales o la posibilidad real de expropiar los activos de la extinta Mexicana de Aviación.
También lo que hace unos días le refería, sobre el futuro de la base de mantenimiento o MRO. Si los actuales accionistas se niegan a cederlo la autoridad lo cerraría, con el consecuente despido de unos mil 400 trabajadores que laboran en los talleres.
Ahora que si esos mismos dueños del MRO liderados por Jorge Gastélum lo logran retener, ¿será verdad la versión de que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), que capitanea Alexandro Argudín, pretende subirles la renta hasta en 400 por ciento?
En el caso de Click, la misma jueza ya pidió la opinión de la SCT como autoridad concedente de la concesión para que le informe si el convenio de acreedores efectivamente cuenta con las mayorías para su aprobación y salida del concurso mercantil.
La posición de la dependencia federal frente al convenio de acreedores de Click no es pública, pero existe la creencia de que no permitiría que saliera del concurso mercantil sin contar con un inversionista. Pero no se pronunciarán y dejarán que la jueza sea la que tome determinaciones.
En ese contexto, a cuánto ascenderían las pérdidas para ASA, de Gilberto López Meyer; el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), que lleva Alfonso Sarabia; y Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), que dirige Claudio Arellano.
De ahí que ante dichas pérdidas que se darán con la aceptación de un convenio con 98% de quitas o con una declaración de quiebra, resulte relevante conocer los avances o información que ha logrado recabar el interventor designado por el Gobierno federal.
No olvide que Fernando Pérez-Correa tiene instrucciones de revisar todas las operaciones y movimientos que ha realizado el administrador y conciliador de Mexicana, Gerardo Badín Cherit, así como los recursos que ha dispuesto desde agosto de 2010.
En medio de la incertidumbre urge la publicación de una nueva política aeronáutica que regule no sólo el tráfico del aeropuerto del DF, sino también la antigüedad de los aviones, la inversión extranjera directa, los slots, la supervisión financiera y los seguros para pasajeros.
El expediente Mexicana ha dejado muchas experiencias que no se deben desaprovechar.