04 abril 2013

DEL CORREO DEL BLOG

En duda, venta de títulos de Mexicana


No hay un documento que demuestre que la transacción de las acciones pasaron a manos de Tenedora K en 2010, por parte de Grupo Posadas.


Fuente: Excélsior

jueves, 04 de abril del 2013


Foto: Internet

CIUDAD DE MÉXICO.- La transacción en la que se realizó la compra-venta de las acciones entre Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA), controlador de Mexicana de Aviación y sus filiales, y Tenedora K, sigue sin tener claridad y generando incertidumbre entre los interesados en adquirir la compañía aérea a 31 meses de iniciado el concurso mercantil.

Lo anterior, porque no existe una evidencia física o visible de cómo y bajo qué criterios se realizó dicho contrato.

El antecedente se registró el 8 de septiembre de 2011 en el expediente 432/2010-B de Procesos Civiles y Administrativos del Juzgado Décimo Primero de Distrito en Materia Civil, que lleva el concurso mercantil de la aerolínea desde agosto de 2010.

El entonces juez del procedimiento, Felipe Consuelo Soto, manifestó que si bien las acciones de NGA fueron adquiridas por Tenedora K, representada por Jorge Gastelum Miranda, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no contaba con la constancia de los términos y condiciones de la operación.

Consuelo aclaró en un comunicado que “la transacción no había sido registrada en los libros de Compañía Mexicana de Aviación, ni en el Registro Público de la Propiedad Privada”, y que desde entonces la situación legal de las acciones había propiciado dudas a los posibles inversionistas.

Por su parte, la anterior administración de la SCT indicó en el libro blanco que se dejó al nuevo titular de la dependencia Gerardo Ruiz Esparza, que tras una revisión técnica y administrativa de la compañía, se encontró que el 20 de agosto de 2010, Gastón Azcárraga Andrade, representante de los accionistas de NGA, presentó un escrito a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), en el que indicaba que en esa misma fecha surtió efecto la enajenación de acciones de NGA a favor de Tenedora K. Sin embargo, la dependencia indicó que la administración de Mexicana de Aviación le manifestó no tener conocimiento de tal escrito.

“Estando en el entendido de que los accionistas de la concesionaria siguen siendo NGA y accionistas minoritarios, motivo por el cual no habían presentado escrito alguno respecto del cambio de accionistas ante la DGAC”, según el libro blanco de la SCT.

Evidencia insuficiente

La dependencia también detalla en el documento que para reafirmar lo anterior, se entregó como evidencia documental los movimientos que ha sufrido la concesionaria y que han sido inscritos en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de 2009 a la fecha, y de los cuales se desprende que no ha existido cambio de accionistas en la misma.

Además, la SCT detalló que a partir de la fecha de levantamiento del acta administrativa con fecha 14 de septiembre de 2011, la concesionaria no se ha pronunciado al respecto.

Sin embargo, es importante recordar que como también lo hizo presente en su momento el juez Consuelo, las acciones de Nuevo Grupo Aeronáutico se encuentran pignoradas a favor de Banorte.

De acuerdo con la Consulta del Folio Mercantil 391131 correspondiente a Nuevo Grupo Aeronáutico realizada por Excélsior al Registro Público de la Propiedad y del Comercio, el 1 de diciembre de 2009 se registró ante dicha oficina la operación CG17, con número de entrada 488216 por Póliza 9,075, que consta que el 15 de diciembre de 2008 y ratificado ante el corredor local número 20, Francisco Castellanos Guzmán, Mexicana de Aviación transfirió la sustitución de garantía que se tenía con el banco a Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA), como parte de la reestructura corporativa.

De la documentación que este diario tiene en su poder se desprende que no se tiene asentado el registro formal del traspaso de acciones de NGA a Tenedora K , sin embargo, la sociedad sí registró que el 20 de agosto de 2010 se nombraron a Jorge Isaac Gastelum Miranda, María Teresa Llantada Voigt y Mauricio Zarza Cerecer como apoderados.

Cabe recordar que el valor comercial que Tenedora K pagó a Gastón Azcárraga por la “adquisición” de acciones de Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA) fue por mil pesos mexicanos, o alrededor de 80 dólares.

Juan Arturo Dueñas Rodríguez, abogado del despacho Barrera Siqueiros Torres Landa, explicó que el registro de la transferencia no es un proceso de ley, si no más bien se realiza por dar una certeza o seguridad para los terceros.

“Lo particular es que compraron las acciones de NGA que están en prenda con Banorte y no se conocen los detalles del contrato”.

El abogado indicó que el banco tiene poder sobre las acciones de acuerdo a lo que se haya acordado y que de no cumplirse, al ser uno de los principales acreedores, podría ejercer legalmente sus derechos.

Interesados están en la incertidumbre

Iván Barona, representante de BF International Mining Traders, uno de los inversionistas interesados en rescatar a la aerolínea, dice desconocer si hubo una transacción legal de las acciones de Mexicana de Aviación a Tenedora K.

Dijo a Excélsior que el conciliador y administrador de la aerolínea, Gerardo Badín, nunca pudo entregarle copia del comprobante de la compra-venta de NGA y Tenedora K, pese a que éste se lo exigió legalmente tras la autorización que la juez del concurso mercantil, Edith Alarcón Meixueiro, le otorgó para que ejecutara una revisión jurídica y financiera de la empresa que presuntamente capitalizaría en el último trimestre del año pasado.

Ni siquiera los pilotos, que son poseedores de cinco por ciento de las acciones de la aerolínea, han podido ver ese comprobante, afirmó Carlos Manuel Díaz Chávez Morineau, representante de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).

“Nunca he visto el documento que avale la operación. Lo que sí tenemos físicamente son cinco por ciento que está en la caja del sindicato y que sacamos del fideicomiso que se había creado en CI Banco cuando presuntamente Christian Cadenas compraría la empresa”, dijo.

Aligual que Barona, Med Atlántica México, otro de los interesados que tuvo acceso a un Due Dilligence (investigación de la empresa), tampoco ha tenido acceso al comprobante, indicó Rubén Santillán Alatriste, apoderado legal de esa sociedad.