09 abril 2013

DE LA COLUMNA DE ROSARIO AVILÉS

Opinión de
(Rosario Avilés)


La especificidad de la aviación
Rosario Avilés | Opinión | Fecha: 2013-04-09 | Hora de creación: 01:14:43 | Ultima modificación: 01:14:43
Desde hace aproximadamente 20 años diversos actores han estado pugnando porque el Estado mexicano adopte una política de largo plazo, consensuada y traducida en leyes y reglamentos coherentes, que le den certeza y viabilidad al transporte aéreo mexicano.

La idea no es una ocurrencia. Hay varios países que lo han hecho, especialmente aquellos con los que México tiene un fuerte intercambio comercial y con quienes, por ende, tiene intercambio de vuelos comerciales. El más importante, desde luego, es Estados Unidos, país que desarrolló una especie de “modelo” de política de largo plazo para la aviación que ha sido inspiración para muchas naciones.

Lo interesante del citado modelo es que incluyó entre los convocantes al análisis a representantes de todos los sectores relacionados con la aviación, no sólo diputados y senadores, funcionarios de gobierno (que, como bien sabemos, en ese país son funcionarios de carrera que se especializan en el tema) y empresas privadas que tienen qué ver con el sector aéreo, como aerolíneas y aeropuertos.

Lo más interesante es que en la conformación de dicha política incluyeron también a gremios y profesionales del sector y a usuarios del transporte aéreo, agentes de viaje y ciudadanos de a pie que aunque no vuelen sí pueden sufrir las consecuencias de una mala planeación.

De este ejercicio surgió una política para los siguientes 50 años. Sus objetivos más importantes fueron hacer de la aviación norteamericana un sector sólido, con enorme presencia en todos los mercados a los que la economía estadounidense planeara llegar para apuntalar sus fines y constituirse como un ejemplo de fortaleza y presencia segura y eficiente.

Lo que ha ocurrido en estos años en la aviación estadounidense muestra cómo el Estado ha sido un apuntalador del sector. Si alguna aerolínea está en problemas, el gobierno de ese país no duda ni un ápice en apoyarla y nadie podría acusar al gobierno de Estados Unidos de ser comunista o estatista, ni siquiera de que sus subsidios (sí, señores itamitas: SUBSIDIOS) sean discriminatorios. La aviación estadounidense, por su parte, ha avanzado considerablemente y es hoy una importante punta de lanza para el comercio, el turismo y los negocios de ese país.

Eso es lo que se ha pretendido crear en México con la política de largo plazo para el sector aéreo. El problema es que no bien se empieza a difundir y a sensibilizar a algunos legisladores o funcionarios acerca de las bondades de algo así, cuando éstos se van a otros sectores y se olvidan del tema para siempre. Ese es parte de la tragicomedia nacional: lo efímero que resulta un régimen y lo poco que se llega a hacer en unos cuantos años.

En este sexenio parece que hay interés en promover algunas mejoras en el sector aéreo. Se ha visto la importancia de descentralizar algunas dependencias, como la Dirección General de Aeronáutica Civil o el organismo Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam). Se supone que esto se estaría concretando en unos meses.

Sin embargo, hay un problema. La idea de una política de Estado y de largo plazo es mucho más ambiciosa y parte de una premisa que no parece quedar clara aún para nuestros funcionarios: la aviación es específica, es decir, no entra en el mismo saco que todo el transporte y no es porque sea elitista, es porque el grado de especialización es un requisito que le permite ser un sector de alta tecnología con un impresionante margen de seguridad.

Hacer un instituto único para manejar los asuntos de Medicina y Seguridad, Investigación de Accidentes, tecnología aplicada y otros donde se incluya a todos los modos de transporte, será una forma de desaparecer a la aviación. La medicina de aviación es peculiar, lo mismo que la metodología de investigación de accidentes.

Bastaría con ver qué sucede en los países que tienen una aviación seria para darse cuenta que en todos ellos las dependencias del sector aéreo son específicas. Aún más: existe una Organización Internacional del Transporte que reúne a todos los modos menos a la aviación. Para ésta existe la Organización de Aviación Civil Internacional que tiene una importancia más alta puesto que rige incluso los estatutos de intercambio entre naciones.

Esto tendría que llamar la atención. Ojalá que antes de tomar decisiones que afecten a la aviación y retrasen su desarrollo por más tiempo, exista la sabiduría para estudiar el fenómeno y comprender la especificidad del sector.

Lo oí en 123.45: Mientras se espera una decisión de la juez Edith Alarcón en el caso de Mexicana, sus desesperados trabajadores siguen tratando de llamar la atención del gobierno mexicano. Tal vez habría que empezar por revertir esa cuestionable venta de acciones de Nuevo Grupo Aeronáutico a la entelequia llamada Tenedora K, donde nadie pidió permiso a pesar de que se trataba de una concesión federal, ¿o sí se les autorizó? Que investiguen a Molinar y sus funcionarios

raviles_2@prodigy.net.mx