Darío Celis
Ayer se corroboró una vez más que el gobierno de Enrique Peña Nieto
no dará ni un paso atrás para privilegiar el interés colectivo sobre
intereses particulares. La iniciativa de reforma a la Ley Federal de
Telecomunicaciones manda una señal clara en relación a quién tiene y cómo ejerce
el poder.
Como le anticipamos, los tres principales agentes con poder sustancial en los
mercados de la televisión y la telefonía, léase Televisa, Televisión Azteca y
Telmex-Telcel, deberán sujetarse a una nueva realidad que en esencia los
obligará a abrir espacios a nueva competencia.
Se espera que así como pretende acotar el predominio en los negocios de
telecomunicaciones, el nuevo gobierno de la República asuma una postura más
enérgica entre otros grupos empresariales acostumbrados a manejarse a sus
anchas, como la aviación comercial.
Y es que la misma Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que
comanda Gerardo Ruiz Esparza, ya comunicó de manera formal a
las principales aerolíneas que iniciará un proceso de desconcentración paulatina
del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
La decisión no gustó nada a las cinco principales compañías, esto es
Aeroméxico de Eduardo Tricio, Interjet de Miguel
Alemán, Volaris de Gilberto Pérezalonso, VivaAerobus
de Roberto Alcántara y Aeromar de Zvi Katz,
que ya respingaron ante lo que se ve venir.
La semana pasada el subsecretario de Transporte, Carlos
Almada, y el director general de Aeronáutica Civil, Alexandro
Argudín, convocaron a los directores de dichas aerolíneas para
notificarles que el AICM llegó a niveles peligrosos de sobresaturación.
Hablamos de más de 80 operaciones por hora en los horarios pico, es decir, 20
más, lo que implica que ese excedente se tenga que reubicar ya sea en Toluca o
en otro horario más holgado. Las aerolíneas pusieron en duda el dato y trataron
de contraargumentar con base en sus cuentas.
Andrés Conesa, Enrique Beltranena,
José Luis Garza, Juan Carlos Zua Zua y
Fernando Flores, vía la Cámara Nacional del Aerotransporte,
pidieron un nuevo estudio que actualice los niveles de sobresaturación en la
terminal capitalina, a fin de contrastarlo con lo que dice la SCT.
Sin embargo, la dependencia fue clara: no más frecuencias en el AICM en los
horarios críticos por el riesgo que implican, y los excedentes o a Toluca o a
otras horas que no sean las que están en los rangos de las 7:00 a las 10:00 de
la mañana y las 5:00 y 9:00 de la noche.
De no acatar la disposición, se ejercerá un acto de autoridad. Así de
sencillo.