26 noviembre 2012

DEL CORREO DEL BLOG

Por: David Páramo
OPINIÓN
26/Noviembre/2012
 
Normalmente se dice que los grandes hombres surgen en las situaciones clave. Cuando no están a la altura se convierten en un freno para la solución y, al serlo, son parte del problema.
La Asociación Sindical de Pilotos de Aviación es un ejemplo mucho más que claro. Fernando Perfecto fue un secretario general sumamente pequeño. Incapaz de lograr acuerdos a favor de sus compañeros más cercanos, puesto que él también fue piloto de Mexicana de Aviación.
Terminó de empleado de quienes ostentan las acciones de Nuevo Grupo Aeroportuario, que tiene los despojos de lo que alguna vez fue una de las líneas aéreas más importantes de México y, sin duda, de América Latina.
Durante el tiempo que Gastón Azcárraga daba al traste a CMA y el Concurso Mercantil, Perfecto prácticamente no hizo nada útil por sus compañeros, quienes tuvieron que tragarse promesas de vividores mientras veían cómo sus ahorros para pensiones se diluían y tenían que tomar empleos fuera de su vocación principal.
Afortunadamente para la plantilla de pilotos de CMA (que en su mayoría no votaron por él) llegó Carlos Morineau a la Secretaría General de ASPA.
En los aproximadamente cuatro meses en que ha sido líder de este gremio se ha realizado una profundísima revolución en torno a las condiciones de estos trabajadores.
Cuando CMA dejó de volar había poco más de mil pilotos en la troncal y sus filiales, quienes quedaron desempleados. La nueva administración sindical logró tender puentes para que más de la cuarta parte de ellos hayan recuperado el trabajo como pilotos.
Morineau negoció con la administración de Aeroméxico que aquellos quienes hubieran sido capitanes o copilotos en CMA o sus subsidiarias recibieran carta para comenzar a laborar en Aeroméxico y sus subsidiarias.
Estas contrataciones se hacen en automático, puesto que en el triste periodo de Perfecto se encontraban condicionadas por una falla de negociación del ahora ex líder sindical.
Se trata de un acuerdo en el que ambas partes ganan. Por un lado, los pilotos se benefician de la única conquista sindical irrenunciable: el derecho al trabajo.
Por el otro, Aeroméxico está nutriendo su equipo con tripulaciones capacitadas, con experiencia, lo que, sin duda, tiende a mejorar la calidad del servicio de la línea aérea que dirige Andrés Conesa y que lleva ya cerca de tres años teniendo una impresionante expansión.
Demandas
Sin embargo, ahí no paran las acciones del secretario general de ASPA. Ha mantenido vivas las demandas que se presentaron en contra de la administración de Azcárraga por haber falseado la información que enviaron a la Bolsa Mexicana de Valores y que, sin lugar a dudas, indujo a una gran cantidad de errores y hasta presuntos actos ilícitos.
Si hace un poco de memoria sobre estas demandas, que deberán ser ratificadas el próximo jueves, se trata de las trampas que hicieron el presidente de la línea aérea y su director general, Manuel Borja Chico, en las cuales abiertamente mintieron sobre la situación financiera de la empresa.
Con base en esos estados financieros no sólo engañaron a los accionistas, como el sindicato (propietario de 5% de las acciones que, por cierto, ya fueron retiradas del ridículo fideicomiso, en el cual se aceptaba seguir la suerte de los vividores), a los inversionistas e incluso a acreedores como Banorte y Bancomext.
Habrá que estar muy pendientes de estas acciones legales, puesto que es fundamental considerar que se tienen que seguir, para que los responsables de la situación paguen ante la justicia.
Comparación
Quizá ha llegado el momento en el que los miembros de los otros sindicatos de la aviación, señaladamente los trabajadores de tierra, hagan un recuento de cómo les ha ido durante todo este proceso.
Si bien es cierto que los afiliados al sindicato que encabeza Miguel Ángel Yúdico han tenido una situación menos complicada, entre otras cosas por la operación de la base de mantenimiento, la realidad es que poco han tenido de un líder que se anda ofreciendo al mejor postor para mejorar su posición personal y política.
Futuro
El futuro de CMA y sus subsidiarias difícilmente podría verse más claro luego de dos años de oscuridad.
La juez Edith Alarcón está apegándose estrictamente a lo que establece la ley, de ahí que esté dando tiempo para que Iván Barona demuestre solvencia financiera y que podrá cumplir con los requisitos que marca la ley. No lo hará.
El camino es la quiebra que, desgraciadamente, se ha alargado demasiado y de ahí que algunos activos como la base de mantenimiento estén perdiendo valor en detrimento de los trabajadores y del resto de los acreedores.
Dentro del proceso de quiebra hay algunos caminos que se analizan.
Uno de ellos, que suena verdaderamente complicado, es que Aeroméxico se haga de la base de mantenimiento y el resto de los activos para convertirse en una línea aérea bandera.
Esta intención, que suena lógica desde el punto de vista de la realidad, enfrenta el gravísimo escollo de la Comisión Federal de Competencia y generaría muchas reservas.
La segunda alternativa es que se decrete la quiebra, que no significa el cierre definitivo de la empresa, y se liquide a los acreedores. A partir de ahí podría iniciarse un proceso a través del cual se rescate a la línea aérea.
En por lo menos tres ocasiones públicas Enrique Peña Nieto señaló durante su campaña que estaba a favor de un rescate de Mexicana de Aviación, para preservar las fuentes de empleo.
De hecho, algunos apuestan a que una de las primeras acciones claras que se tomarán en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes será el rescate de esta línea aérea, en un acto que tendrá mucho de simbólico. De hecho, los más optimistas apuestan a que el anuncio podría realizarse en la segunda quincena de enero.