Claroscuros aéreos
- Se perdieron ocho mil empleos directos y se recuperarán muy pocos.
David Páramo
Aun cuando haya quienes tienen interés en mantener indefinidamente en coma a Mexicana de Aviación (tiene vida artificial), la realidad es que el negocio de la aviación ya cambió radicalmente en México y se deben atender los claroscuros que plantea el sector.
Claro. No se requiere una nueva línea aérea. No es necesario detallar que el número de pasajeros transportados ha crecido desde el cierre de CMA, puesto que Aeroméxico, Interjet, Volaris y VivaAerobus no sólo mantuvieron la transportación sino que crecieron en rutas y destinos.
Oscuro. La línea aérea que preside José Luis Barraza ha concentrado una gran participación de mercado en algunas rutas, lo que (especialmente en momentos de alta demanda) genera que se den prácticas inadecuadas hacia los clientes. El tamaño de una empresa o su participación de mercado, en sí mismo, no implica monopolios; sin embargo, sí le facilita prácticas que deberían ser sancionadas por Profeco y/o la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Claro. El gobierno del presidente Felipe Calderón se ha mantenido firme en no rescatar a la línea aérea usando fondos públicos.
Oscuro. Cualquier cantidad de vividores y mentirosos se han congregado en trono a CMA. En su mayoría son grupos que están esperando quedarse con la línea aérea sin poner un solo peso o que, en el extremo, el gobierno les financie la operación siguiendo un esquema político.
Ya ve, hay hasta perredistas, como Lorena Villavicencio, que están regenteando un grupo que no ha dudado en propalar mentiras y falsedades.
Los planes de todos estos vividores hablan de regresar a operar con seis aviones (justo los que son propiedad de Bancomext). En la más creativa de las fantasías que se han dicho sobre esta empresa resultaría una de tamaño bastante pequeño y no existen posibilidades, reales, de que CMA pudiera ocupar el mismo lugar que llegó a tener, víctima de un gigantismo irresponsable y rayano en la ilegalidad por parte de Gastón Azcárraga.
Oscuro. Se perdieron ocho mil empleos directos y sólo se recuperarán muy pocos en la industria de la aviación.
Red corrupta
Después de que en dos hechos han sido detenidos miembros de tripulaciones de Aeroméxico acusados de narcotráfico en España, está corriendo una versión en torno a esta línea aérea. De acuerdo con estas versiones, evidentemente no confirmadas, habría una red de sobrecargos que estarían participando en estas actividades ilegales al margen de su trabajo. Es evidente que la línea aérea que dirige Andrés Conesa no puede garantizar la honorabilidad de sus trabajadores. Que si están delinquiendo, al tiempo que colaboran con esta empresa, también están siendo desleales con sus patrones. Una situación similar ocurre con ASSA, puesto que tampoco lo pueden garantizar ni ser ellos quienes avalen la calidad moral de sus compañeros. Sin embargo, la organización sindical que encabeza Ricardo del Valle tiene que estar mucho más preocupada en la legalidad de las acciones de sus agremiados. De ser cierta la existencia de una red de narcotráfico entre los sobrecargos es necesaria la acción determinada por parte de la autoridad, puesto que estarían en complicidad con personal del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) e incluso autoridades federales. En este caso de narcotráfico el agravante sería el riesgo reputacional en el que incurre el gremio de la aviación.
- Se perdieron ocho mil empleos directos y se recuperarán muy pocos.
David Páramo
Aun cuando haya quienes tienen interés en mantener indefinidamente en coma a Mexicana de Aviación (tiene vida artificial), la realidad es que el negocio de la aviación ya cambió radicalmente en México y se deben atender los claroscuros que plantea el sector.
Claro. No se requiere una nueva línea aérea. No es necesario detallar que el número de pasajeros transportados ha crecido desde el cierre de CMA, puesto que Aeroméxico, Interjet, Volaris y VivaAerobus no sólo mantuvieron la transportación sino que crecieron en rutas y destinos.
Oscuro. La línea aérea que preside José Luis Barraza ha concentrado una gran participación de mercado en algunas rutas, lo que (especialmente en momentos de alta demanda) genera que se den prácticas inadecuadas hacia los clientes. El tamaño de una empresa o su participación de mercado, en sí mismo, no implica monopolios; sin embargo, sí le facilita prácticas que deberían ser sancionadas por Profeco y/o la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Claro. El gobierno del presidente Felipe Calderón se ha mantenido firme en no rescatar a la línea aérea usando fondos públicos.
Oscuro. Cualquier cantidad de vividores y mentirosos se han congregado en trono a CMA. En su mayoría son grupos que están esperando quedarse con la línea aérea sin poner un solo peso o que, en el extremo, el gobierno les financie la operación siguiendo un esquema político.
Ya ve, hay hasta perredistas, como Lorena Villavicencio, que están regenteando un grupo que no ha dudado en propalar mentiras y falsedades.
Los planes de todos estos vividores hablan de regresar a operar con seis aviones (justo los que son propiedad de Bancomext). En la más creativa de las fantasías que se han dicho sobre esta empresa resultaría una de tamaño bastante pequeño y no existen posibilidades, reales, de que CMA pudiera ocupar el mismo lugar que llegó a tener, víctima de un gigantismo irresponsable y rayano en la ilegalidad por parte de Gastón Azcárraga.
Oscuro. Se perdieron ocho mil empleos directos y sólo se recuperarán muy pocos en la industria de la aviación.
Red corrupta
Después de que en dos hechos han sido detenidos miembros de tripulaciones de Aeroméxico acusados de narcotráfico en España, está corriendo una versión en torno a esta línea aérea. De acuerdo con estas versiones, evidentemente no confirmadas, habría una red de sobrecargos que estarían participando en estas actividades ilegales al margen de su trabajo. Es evidente que la línea aérea que dirige Andrés Conesa no puede garantizar la honorabilidad de sus trabajadores. Que si están delinquiendo, al tiempo que colaboran con esta empresa, también están siendo desleales con sus patrones. Una situación similar ocurre con ASSA, puesto que tampoco lo pueden garantizar ni ser ellos quienes avalen la calidad moral de sus compañeros. Sin embargo, la organización sindical que encabeza Ricardo del Valle tiene que estar mucho más preocupada en la legalidad de las acciones de sus agremiados. De ser cierta la existencia de una red de narcotráfico entre los sobrecargos es necesaria la acción determinada por parte de la autoridad, puesto que estarían en complicidad con personal del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) e incluso autoridades federales. En este caso de narcotráfico el agravante sería el riesgo reputacional en el que incurre el gremio de la aviación.