La caja negra
Rosario Avilés | Opinión 2011-12-13 | Hora de creación: 23:31:34| Ultima modificación: 01:36:27
Mucho ruido, pocas nueces y una opacidad que hace crecer suspicacias, sospechas, recriminaciones y, en medio de ello, la impunidad rampante que es el distintivo del conflicto de Mexicana de Aviación. En este asunto, lo único claro es que todo es oscuro, como una caja negra que, además, estuviera perdida en el fondo del océano, sin posibilidades —¡ni deseos!, por parte de quienes tienen responsabilidad en esto— de que se conozca la verdad.
Como si se tratara de una telenovela al estilo “Canal de las Estrellas”, la intriga, la supuesta sorpresa, los hijos-documentos escondidos, y una pésima actuación de algunos de los principales protagonistas, enmarcan lo que será el gran fracaso de la administración de Felipe Calderón en el rubro de transporte aéreo.
Además de la campañita en contra de la viabilidad de Mexicana de Aviación, emprendida con enjundia por varios actores —muchos de ellos al estilo Charla de “Los Ángeles del Ídem” pues sólo se sabe que están ahí por sus efectos, aunque no dan la cara— también se ha dado la descalificación gratuita, el twitteo de uno que otro personaje secundario con ganas de ser protagónico aunque ni en su partido lo quieran, y ahora la siembra de documentos supuestamente probatorios de grandes riquezas que aviesos personajes quisieran esconder.
La verdad es que este final de sexenio, de opereta o zarzuela pero de las muy malas, está mostrando de cuerpo entero a la administración panista y su ineficiencia. Los rumores y los supuestos documentos tienen credibilidad no porque sean reales, sino porque en medio de la opacidad nadie atina a saber si son verdad o no.
Todos los inversionistas que han puesto su tiempo, su talento, su dinero y más en estudiar las posibilidades de adquirir Mexicana de Aviación, se han retirado por razones que nadie se atreve a denunciar. Pero no es creíble que un grupo de empresarios pueda pasar 3, 5, 10 meses invirtiendo recursos (así sean mínimos) para presentar propuestas en vistas de quedarse con la aerolínea y que de todos ellos se diga que “no tienen dinero” y que por eso se van.
Lo que es un hecho es que varios de ellos se han quejado de que no hay claridad respecto a lo que en realidad sucede y sucedió adentro de Mexicana, no hay certeza respecto a que este gobierno respetará las rutas, los slots, en una palabra, los activos de Mexicana, e incluso la estabilidad y solidez del sector transporte aéreo porque mañana mismo podrían decidir abrir los cielos y dar al traste con lo que las líneas mexicanas tienen invertido aquí.
No hay ningún deseo ni compromiso por parte de esta administración para que Mexicana regrese a volar y sí en cambio, mucha bruma, patadas debajo de la mesa, desaseo, perversidades… Pareciera que siguen al pie de la letra los principios de las campañas de desinformación de los nazis y los soviéticos, descritos magistralmente por Vladimir Volkoff en su obra El Montaje, donde se da cuenta de las diversas formas como se difunde información tendenciosa destinada a confundir a la opinión pública, a desmoralizar a quienes sustentan una causa, a amedrentar a quienes pretendan apoyar, a medrar en la confusión a favor de opciones interesadas.
La tarea de la SCT debiera ser velar porque la aerolínea continuara operando mientras se desarrollan todos los trámites del concurso mercantil. No hay que ir muy lejos para encontrar la muestra de cómo se gestionan estos casos, tenemos en American Airlines el mejor ejemplo de ello, así es que no pueden alegar que es inédito.
Además, la propia Ley de Aviación Civil es muy clara en su mandato para que la SCT vele por que quienes poseen una concesión tengan las capacidades operativas, financieras, legales y técnicas para ello. Es obvio que eso no lo cumplieron ni con Grupo Posadas, ni con Tenedora K, ni con Med-Atlantic. ¿Por qué en todos estos casos la autoridad se hizo de la vista gorda? Misterio que se pretende enterrar en el fondo del mar.
Les tenemos malas noticias: toda caja negra termina por revelar sus secretos. Si esta administración es omisa, ya vendrá otra donde esto salga a la luz y quienes tienen responsabilidad paguen por sus torpezas, sus omisiones, sus determinaciones interesadas. ¿Creen que nadie se dará cuenta? Habrá ocho mil quinientas familias siguiendo el rastro.
Lo oí en 123.45: Hace más de un año apareció la firma “International, United States, Mexican and Comparative Law Consultants” de Torrance, California, cuyo abogado Eduardo Varon Levy, quiso que contrataran sus servicios los sobrecargos y los pilotos para quedarse con el 40 por ciento de los activos o cualquier beneficio que generase un eventual juicio en Mexicana, además de honorarios bastante jugosos. No lo aceptaron y ahora se reparte en todos lados un expediente con supuestos activos de la aerolínea en Estados Unidos. Habría que investigar, pero es un hecho que en principio este despacho no logró demostrar su solvencia y efectividad.
raviles_2@prodigy.net.mx
Rosario Avilés | Opinión 2011-12-13 | Hora de creación: 23:31:34| Ultima modificación: 01:36:27
Mucho ruido, pocas nueces y una opacidad que hace crecer suspicacias, sospechas, recriminaciones y, en medio de ello, la impunidad rampante que es el distintivo del conflicto de Mexicana de Aviación. En este asunto, lo único claro es que todo es oscuro, como una caja negra que, además, estuviera perdida en el fondo del océano, sin posibilidades —¡ni deseos!, por parte de quienes tienen responsabilidad en esto— de que se conozca la verdad.
Como si se tratara de una telenovela al estilo “Canal de las Estrellas”, la intriga, la supuesta sorpresa, los hijos-documentos escondidos, y una pésima actuación de algunos de los principales protagonistas, enmarcan lo que será el gran fracaso de la administración de Felipe Calderón en el rubro de transporte aéreo.
Además de la campañita en contra de la viabilidad de Mexicana de Aviación, emprendida con enjundia por varios actores —muchos de ellos al estilo Charla de “Los Ángeles del Ídem” pues sólo se sabe que están ahí por sus efectos, aunque no dan la cara— también se ha dado la descalificación gratuita, el twitteo de uno que otro personaje secundario con ganas de ser protagónico aunque ni en su partido lo quieran, y ahora la siembra de documentos supuestamente probatorios de grandes riquezas que aviesos personajes quisieran esconder.
La verdad es que este final de sexenio, de opereta o zarzuela pero de las muy malas, está mostrando de cuerpo entero a la administración panista y su ineficiencia. Los rumores y los supuestos documentos tienen credibilidad no porque sean reales, sino porque en medio de la opacidad nadie atina a saber si son verdad o no.
Todos los inversionistas que han puesto su tiempo, su talento, su dinero y más en estudiar las posibilidades de adquirir Mexicana de Aviación, se han retirado por razones que nadie se atreve a denunciar. Pero no es creíble que un grupo de empresarios pueda pasar 3, 5, 10 meses invirtiendo recursos (así sean mínimos) para presentar propuestas en vistas de quedarse con la aerolínea y que de todos ellos se diga que “no tienen dinero” y que por eso se van.
Lo que es un hecho es que varios de ellos se han quejado de que no hay claridad respecto a lo que en realidad sucede y sucedió adentro de Mexicana, no hay certeza respecto a que este gobierno respetará las rutas, los slots, en una palabra, los activos de Mexicana, e incluso la estabilidad y solidez del sector transporte aéreo porque mañana mismo podrían decidir abrir los cielos y dar al traste con lo que las líneas mexicanas tienen invertido aquí.
No hay ningún deseo ni compromiso por parte de esta administración para que Mexicana regrese a volar y sí en cambio, mucha bruma, patadas debajo de la mesa, desaseo, perversidades… Pareciera que siguen al pie de la letra los principios de las campañas de desinformación de los nazis y los soviéticos, descritos magistralmente por Vladimir Volkoff en su obra El Montaje, donde se da cuenta de las diversas formas como se difunde información tendenciosa destinada a confundir a la opinión pública, a desmoralizar a quienes sustentan una causa, a amedrentar a quienes pretendan apoyar, a medrar en la confusión a favor de opciones interesadas.
La tarea de la SCT debiera ser velar porque la aerolínea continuara operando mientras se desarrollan todos los trámites del concurso mercantil. No hay que ir muy lejos para encontrar la muestra de cómo se gestionan estos casos, tenemos en American Airlines el mejor ejemplo de ello, así es que no pueden alegar que es inédito.
Además, la propia Ley de Aviación Civil es muy clara en su mandato para que la SCT vele por que quienes poseen una concesión tengan las capacidades operativas, financieras, legales y técnicas para ello. Es obvio que eso no lo cumplieron ni con Grupo Posadas, ni con Tenedora K, ni con Med-Atlantic. ¿Por qué en todos estos casos la autoridad se hizo de la vista gorda? Misterio que se pretende enterrar en el fondo del mar.
Les tenemos malas noticias: toda caja negra termina por revelar sus secretos. Si esta administración es omisa, ya vendrá otra donde esto salga a la luz y quienes tienen responsabilidad paguen por sus torpezas, sus omisiones, sus determinaciones interesadas. ¿Creen que nadie se dará cuenta? Habrá ocho mil quinientas familias siguiendo el rastro.
Lo oí en 123.45: Hace más de un año apareció la firma “International, United States, Mexican and Comparative Law Consultants” de Torrance, California, cuyo abogado Eduardo Varon Levy, quiso que contrataran sus servicios los sobrecargos y los pilotos para quedarse con el 40 por ciento de los activos o cualquier beneficio que generase un eventual juicio en Mexicana, además de honorarios bastante jugosos. No lo aceptaron y ahora se reparte en todos lados un expediente con supuestos activos de la aerolínea en Estados Unidos. Habría que investigar, pero es un hecho que en principio este despacho no logró demostrar su solvencia y efectividad.
raviles_2@prodigy.net.mx
