13 julio 2011

DEL CORREO DEL BLOG

David (el chayotero)páramo ¡Qué tranquilidad!
 Hay veces que es mejor quedarse callado. Las dependencias que encabezan Dionisio Pérez-Jácome y Javier Lozano: “Con motivo de los 90 años de vida de la compañía Mexicana de Aviación las secretarías de Comunicaciones y Transportes y Trabajo y Previsión Social reiteran que, en el ámbito de sus competencias, continuarán apoyando el Concurso Mercantil, las acciones que en este proceso lleva a cabo el conciliador del mismo, en busca de acuerdos y acciones que permitan la reestructuración financiera de Mexicana”. Qué bueno que hacen esas puntualizaciones porque están previendo que alguien, en un arranque de desvelo o de algo irracional, pudiera imaginar que el gobierno pudiera dejar de hacer lo que le corresponde y, más aún, que ha venido haciendo durante prácticamente un año.
Verano tranquilo
 A pesar de la gran presión financiera que tiene Grupo Posadas porque simple y sencillamente no está generando los flujos adecuados para mantener su operación y, además, tiene que enfrentar cada vez más y más acusaciones de orden bursátil y fiscal, parecería que están viviendo una suerte de remanso por el verano. Es un hecho que desde estas semanas y durante dos o tres más disminuye muchísimo la operación financiera y que, por lo tanto, los acreedores bajan la fuerza de sus reclamos; sin embargo, los problemas ahí siguen. Los focos rojos están dados en la posición de algunos ex miembros del Consejo de Administración siguen agazapados esperando movimientos, pues comenzarán acciones jurídicas en el momento en que puedan ver afectada su situación presente por omisiones de información de los administradores de Mexicana de Aviación. De acuerdo con datos de la industria turística, que deberá ser plenamente corroborada, los niveles de ocupación de los hoteles de Posadas no es la mejor y, ni aunque lo fuera, alcanzaría para satisfacer las crecientes demandas de flujo para enfrentar los vencimientos de deuda. De hecho, en estos momentos es prácticamente imposible que consigan los 50 millones que les urgen o que algún grupo de inversionistas los compre todo o en partes. Una vez que termine este periodo de baja actividad, la situación de Grupo Posadas será mucho más apremiante, puesto que por un lado estarán mucho más cerca los vencimientos de  deuda y, quizá lo más grave, que se habrá extendido el tiempo sin que logren una situación satisfactoria. Ya sabe lo que dice la conseja popular: Problema que no se atiende, se agrava.