Domingo
Enrique Galván Ochoa
Enrique Galván Ochoa
Iberia en venta: 4 mil mdd; Aeroméxico, regalada
Calderón paga facturas
¡Lazarus, levántate y anda!
Encuerados incómodos
Calderón paga facturas
¡Lazarus, levántate y anda!
Encuerados incómodos
Iberia –la aerolínea española– se ha puesto a la venta. Precio: 4 mil millones de dólares. Aeroméxico, en cambio, se vendió esta semana en 249 millones. Sus nuevos dueños recuperarán su inversión con el dinero que tiene en caja la compañía y todavía recibirán beneficios fiscales. Para decirlo más claramente: el gobierno mexicano –por conducto del IPAB-Fobaproa– la regaló con pilón. Por supuesto, las cosas no son así de sencillas y esquemáticas, la información disponible requiere ser profundizada.
En marzo de este año, el fondo de inversiones Texas Pacific Group ofreció 4 mil millones de dólares por Iberia, pero chocó con la oposición de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez; argumentó que la compañía debería conservar su españolidad.
Es decir, no querían a una empresa gringa como propietaria de una aerolínea de enorme valor estratégico. Desde entonces se han recibido más ofertas, tanto de inversionistas locales como extranjeros: destacan las de British Airways, Lufthansa, Caja de Madrid, BBVA y El Corte Inglés. Algunas ya poseen una porción del capital de Iberia.
La operación no se ha concretado, pero en todo caso se llevaría a cabo a través de la bolsa de valores y generará impuestos. Los interesados, todos grandes empresarios, tienen contactos con el PSOE –el partido socialista en el poder, de José Luis Rodríguez Zapatero– y el PP –el partido conservador de Mariano Rajoy, quien perdió la pasada elección–, pero no se ha conocido hasta el momento que usen sus contactos para obtener ventajas ilícitas. Sería el suicidio del funcionario público que lo intentara, inclusive podría ir a la cárcel.
Aeroméxico, alas rotas
Eso sucede allá al otro lado del Atlántico. En México esta semana se vendió Aeroméxico; era propiedad del IPAB/Fobaproa, la Secretaría de Hacienda y Nafin, es decir, del pueblo mexicano. Se subastó y hubo tres interesados –la familia Saba, Gastón Azcárraga (Mexicana de Aviación) y el fideicomiso Citigroup/Banamex. Como todos saben, el ganón fue el fideicomiso.
La venta nos hizo recordar la medalla de Roberto Madrazo en el maratón de Berlín: llegó a la meta por un atajo. La historia comenzó a escribirse hace un año, en la campaña presidencial.
El Consejo Coordinador Empresarial era encabezado por José Luis Barraza, un empresario que ha hecho su carrera en las oficinas de gobierno, no en las fábricas. Ustedes tal vez lo recuerden como oficioso apoyador de don Bizente en la intentona por aplicar el IVA a alimentos y medicinas.
Inclusive creó una sospechosa Unión de Contribuyentes ¡que apoyaba el alza a impuestos! Barraza estuvo atrás de la campaña de desprestigio contra el Peje y en favor de Felipe Calderón.
Semanas atrás comenté en la gemela de esta sección –Dinero– que se estaban apilando las facturas sobre el escritorio de Felipe Calderón y sus acreedores urgían la entrega de pagos o, al menos, abonos. Aeroméxico es un abonito, ya nos enteraremos de otros, cuando comience la venta de garaje de Pemex, la CFE y Luz y Fuerza del Centro.
¿Y cuál es el precio comercial de Aeroméxico? De acuerdo con expertos, posiblemente fluctúa entre 3 y 4 mil millones de dólares, con base en el valor de su flotilla –alrededor de 150 aviones–, sus rutas nacionales e internacionales, su participación del mercado y la marca.
Además de venderse a un precio aparentemente inferior al real, se violó la ley: las normas que rigen al IPAB/Fobaproa establecen que una empresa rescatada con fondos públicos –como es Banamex– no puede adquirir otra empresa también rescatada con fondos de los contribuyentes –como es el caso de Aeroméxico.
¿Pagará impuestos? No, al igual que la venta de Banamex a Citigroup, será libre de impuestos, como comprar dos tamales en el puesto de la esquina. ¿No hubo en el gobierno quién objetara la participación de un banco extranjero? Tampoco. ¿Algún funcionario será llevado a tribunales? Ja, ja, ja…
Gente de éxito
Aparte del compacto grupo de empresarios asociados a Citibank/Banamex, cuyos nombres ya publicamos esta semana, hay otros personajes que debemos anotar en la lista de la gente de éxito. Uno es Andrés Conesa, ex director de Cintra –facilitador del negocio desde el escritorio del vendedor–, quien recibió como premio ser nombrado ipso facto director de Aeroméxico.
Dotado de extraordinarias facultades adivinatorias, sabía de antemano que el fideicomiso Citibank/Banamex ganaría la subasta. Circula en internet una invitación para la conferencia que dictará el miércoles de la semana próxima en el Club de Industriales, titulada Perspectivas de la aviación en México; ya aparece con su nuevo cargo.
(¿No debió llamarse: Mis fabulosas perspectivas personales en la Aviación en México). Otro caso de éxito es Dennis Lazarus, líder sindical de los pilotos y un augur al igual que Conesa: recibió un soplo del más allá (no es albur): ¡Lazarus, levántate y anda!, y “andó” (pero nada tonto): entró en conversaciones con los que serían los nuevos dueños, negoció la anulación de prestaciones del contrato de sus compañeros de trabajo –especialmente en el sensible renglón de viáticos y horas de vuelo– y como premio recibirá un asiento en el consejo de administración, así que será empresario sin dejar de ser líder.
Al igual que cerca de 18 mil personas, participé en el evento de Tunick en el Zócalo de la ciudad de México en mayo pasado. Ya estaba incómodo porque habían dicho que en septiembre nos llegarían las fotos.
Ahora leí en tu columna que comenzarán a distribuirlas en estos días de octubre, por orden alfabético de apellido. Sin embargo, consulté el portal de internet de Tunick y ¡sorpresa!, no aparezco en la base de datos. O sea que no recibiré fotografía.
Sé que por tu medio se han resuelto diferentes situaciones, ¡por favor, échame la mano! Estamos en la misma situación otras dos personas con las que fui al Zócalo.
Mauricio A. Flores Márquez/Distrito Federal
Mauricio A. Flores Márquez/Distrito Federal
R: Mi estimado: esto no se puede quedar así. En nuestro incomparable país podemos perdonar que le salga gratis una línea aérea a un grupo de picudos, pero la enfriada y la encuerada en el Zócalo no fue de a grapa, eso ya duele. Se me ocurre un atajo estilo Madrazo: ¿aceptarían una foto de otros participantes a la que se injerte el rostro de ustedes? (Siempre y cuando “calcen” más o menos de la misma medida).
Esa pandilla ha convertido al gobierno en un comité a su servicio, asegura el tabasqueño
Calderón entrega el patrimonio nacional a la “mafia más voraz del mundo”: AMLO
Andrea Becerril (Enviada)
Calderón entrega el patrimonio nacional a la “mafia más voraz del mundo”: AMLO
Andrea Becerril (Enviada)
San José Acateno, Pue., 20 de octubre. En México opera con toda impunidad la mafia “más peligrosa y voraz del mundo”, una a la que Felipe Calderón le acaba de entregar Aeroméxico, denunció aquí Andrés Manuel López Obrador.
“No hay que buscarle mucho, esa mafia es más dañina que todos los cárteles de la droga y del narcotráfico que existen en el país, porque se está apoderando del patrimonio nacional, es la que se ha beneficiado con el Fobaproa y que le pasa ahora facturas al pelele de Calderón, por la ayuda que le prestaron en el fraude de 2006”, recalcó ante más de 4 mil hombres y mujeres congregados en la plaza central de este municipio.
La gente lo estaba esperando desde la entrada del poblado con flores, pancartas y el grito de “presidente, presidente”. Lo acompañaron hasta la plaza central, donde López Obrador alertó sobre los riesgos de “ese grupo de la delincuencia organizada que saquea las riquezas nacionales y es más pernicioso que la mafia sicialiana, la de Al Capone en Estados Unidos o la que operó en Argentina durante la época de Menem, cuando se robaron todo en esa nación”.
En San José Acateno gobierna el PRD, y ayer se pintó por completo de amarillo para recibir a López Obrador, en un ambiente de gran calidez, no sólo porque el sol, luego de toda una noche de lluvia en la región, se asomó, sino por las muestras de afecto de los poblanos para su “presidente legítimo”.
En esa plaza llena de sus simpatizantes, el político tabasqueño lamentó el accidente en que fallecieron decenas de inmigrantes centroamericanos al naufragar la embarcación en que viajaban, cerca de las costas de Oaxaca. “Es muy doloroso que tanto mexicanos como hermanos de otras naciones deban arriesgar la vida por buscar el empleo que no encuentran en sus propios países.”
Retomó luego su discurso inicial y resaltó que es muy grave lo que sucede en México, porque mas allá del discurso tecnocrático, de la retórica, la realidad es que la nación está en manos “de un grupo de rufianes, que se hacen pasar por empresarios y financieros. ¡ Así, como se oye, ¡es una mafia que no tiene comparación con ninguna otra en el mundo!”
Puso como ejemplo el de Banamex, que acaba de recibir Aeroméxico. “Esta empresa pública, que es de todos los mexicanos, fue a parar al grupo que encabeza Roberto Hernández; prácticamente le regalaron la aerolínea, porque forma parte de esa mafia que le ayudó al pelele de Calderón con el fraude electoral de 2006.”
Recordó que desde el pasado sexenio Roberto Hernández se vio beneficiado, ya que después de ser rescatado por el Fobaproa pudo vender Banamex al Citigroup en 12 mil millones de dólares, sin cubrir un solo centavo al fisco.
“Debió pagar 3 mil millones de dólares en impuestos, pero se los condonaron, porque es parte de la mafia dominante en el país. Se trata de 35 mil millones de pesos, que representan el presupuesto de todo un año en Puebla.”
Por ello, “afirmo que no hay una pandilla de rufianes en el mundo tan voraz como la que opera en el país; ha convertido al gobierno en un comité al servicio de ellos mismos”. La situación es peor que en la época de Porfirio Díaz, en que 300 familias tenían el control económico y político, porque ahora no llegan ni a 100 los que se sienten amos y dueños del país.
“Es un ladrón, Calderón es un ladrón”, comenzaron a corear los miles de hombres y mujeres del campo ahí reunidos.
López Obrador respondió que, en efecto, “Calderón es un ladrón porque se robó la Presidencia de la República” y porque ahora comenzó a entregar el patrimonio nacional a la mafia que le permitió usurpar el poder.
Aunque amaneció lloviendo y el día pintaba muy mal, el “presidente legítimo” pudo recorrer los siete municipios programados para ayer: Tenanpulco, Ayotoxco de Guerrero, Hueytamalco, San José Xuitetelco, Chignautla y Teziutlán. Su mensaje recurrente fue que es necesario seguir luchando, lograr la unidad, “para salvar a México de las garras y la voracidad de la mafia”.
Al igual que un día antes, alertó sobre la pretensión del “gobierno usurpador” de privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex) en beneficio de corporaciones extranjeras. Recordó que ese tema se tratará en la asamblea de la Convención Nacional Democrática, del próximo 18 de noviembre.
De todas formas “traeremos al pelele a mecate corto, que no crea que va a poder hacer y deshacer”, advirtió.
COORDENADAS Lo bueno y lo malo al vender Aeroméxico
Enrique Quintana19 Oct. 07
En la subasta de Aeroméxico hay cosas buenas y cosas malas que hay que poner sobre la mesa para hacer un balance
Lo bueno 1.- Se trata de la primera vez que se privatiza una empresa en manos del Gobierno a través de una oferta pública de adquisición en la Bolsa, lo que hizo posible que todos fuéramos testigos de los cambios en las posturas de los diversos oferentes y se tuviera una transparencia como nunca se había tenido.
2.- El procedimiento de la subasta permitirá que el Gobierno y el IPAB obtengan recursos por cerca de 150 millones de dólares adicionales a los que se contemplaron en la primera oferta, lo que implicará la posibilidad de bajar un poco más el costo del rescate bancario que llevó a la aerolínea a manos oficiales.
3.- El ganador es un grupo de inversionistas con enorme solvencia económica, que tiene la capacidad para canalizar a la aerolínea los recursos que podrían convertirla en un competidor todavía más importante en el mercado aéreo nacional.
4.- La privatización de Aeroméxico logró salvar la amenaza de un empantanamiento del proceso, en caso de que un juez hubiera ordenado detener la venta otorgando una suspensión provisional a una objeción al proceso de Gastón Azcárraga y su grupo de inversionistas.
Ese hecho hubiera deteriorado aún más a Aeroméxico, así como las posibilidades de mayor competencia en el mercado aéreo nacional y hubiera implicado una menor recuperación de ingresos para reducir el costo del rescate bancario.
5.- La configuración del mercado aéreo nacional se hace mucho más interesante en este momento con dos aerolíneas troncales que van a competir entre sí y con varias líneas regionales y de bajo costo que están entrando fuertemente a pelear algunas rutas. Si acaso el mercado nacional no es capaz de sustentar dos aerolíneas troncales, como lo sostenía el grupo de Gastón Azcárraga, ya será el mercado mismo el que determine cuál será la aerolínea que sobreviva.
Lo malo
1.- La privatización, sobre la base de los criterios legales de la Ley de Protección al Ahorro Bancario, y a través del mercado de valores, no permitió una precalificación de los proyectos empresariales de los grupos participantes. Aunque tenemos la esperanza de que la propuesta ganadora esté respaldada por un proyecto sólido, no hubo ninguna garantía de que así fuera.
2.- No existe información respecto al grupo empresarial que operará la aerolínea. Los 14 inversionistas que tienen el 51 por ciento de las acciones no tienen experiencia en la gestión de una línea aérea. Sus giros de negocios son muy diversos y cada uno está dedicado a ellos. Incluso, José Luis Barraza, quien aparece al frente de este grupo, es más conocido como representante empresarial y como inversionista en el terreno inmobiliario. Hasta ahora sigue sin revelarse dónde estará la experiencia de operación.
3.- No queda del todo claro el papel que tendrá Banamex en la operación de la aerolínea. Aunque es accionista minoritario, con el 49 por ciento, toda la impresión del proceso previo a la compra es que el banco es quien lleva la voz cantante entre el grupo de comparadores.
4.- Hubo un detalle el martes que despierta cierta suspicacia (por lo menos a mí). Aquí le comentamos ampliamente respecto al carácter incierto de la valuación del "warrant" ofrecido por Banamex. Resulta que antes de las 12 del miércoles, hora del vencimiento de la oferta de Saba, primero el IPAB rechazó una postura de Banamex que incluía el "warrant", y luego, apenas antes de las 12, aceptó la propuesta con un ligero incremento, pero todavía sin ofrecer el pago del "warrant" en efectivo a quien lo quisiera, propuesta que hizo Banamex apenas minutos después.
El IPAB tenía todo el derecho de aceptar o rechazar la propuesta compuesta con el "warrant", pero el cambio de opinión apenas antes de las 12 del miércoles es una de las fuentes de suspicacia. Respecto a la entrega de la propuesta de Saba el miércoles, dos minutos después de finalizar el plazo, no hay vuelta de hoja. Tenía el IPAB toda la razón de rechazarla.
5.- No me da buena espina la generosa oferta económica para los pilotos. Ya le comentaba que cualquier analista de las finanzas de Aeroméxico sabe del serio problema del costo de nómina y no parece haber nada concreto en el acuerdo del grupo ganador con ASPA para bajar esos costos.
Eso sí, hay que reconocer compromisos de productividad del lado de los pilotos también. Habrá que explicar el efecto neto que tienen porque si no parece que los pilotos serán los ganones de este proceso.Hace mucho que la venta de una empresa no despertaba tanto interés, por lo que todavía habrá muchas historias por contar respecto a ella. ¿Tocamos fondo en el freno industrial?
Los datos del tercer trimestre del año muestran que la actividad industrial empieza tímidamente a repuntar, aunque a tasas muy bajas. Sin embargo, en el sector minero, que incluye la extracción de crudo, el mes de agosto tuvo el peor registro de los últimos años. enrique.quintana@reforma.com
CAPITANES
19 Oct. 07
Fue en un café Al mediodía de ayer salió destapado, desde las oficinas de Banamex de Santa Fe, en el Distrito Federal, el flamante presidente del Consejo de Administración de Aeroméxico, José Luis "Chacho" Barraza.Su intención era reunirse con Andrés Conesa, actual presidente y director de la aerolínea, para amarrar, en un cafecito, su permanencia como director general.
Lo curioso es que quien llevaba el interés de convencer era Barraza, para que la empresa siga de la mano de Conesa, quien aparentemente dio el sí.Con este amarre, Barraza cierra una semana en la que tuvo pegados a los asesores neoyorquinos en aviación SH&E, que lleva David Treitel, a quienes tuvo siempre a un lado durante su exitosa puja del miércoles.
Dicen que Barraza llegó bien instruido con la cifra tope de inversión desde un día antes, cuando habló con el resto de los inversionistas.Pero siempre tuvo a la mano un "misterioso" dispositivo que le permitió contactarlos hasta el último momento, cuando él cerraba la negociación en plena Bolsa Mexicana de Valores.
María Teresa Fernández...
María Teresa Fernández...
La secretaria ejecutiva del IPAB fue la responsable de concretar la venta de Aeroméxico a Banamex y sus 14 socios, por 249 millones de dólares. El tema mantuvo en vilo al mundo de los negocios en México durante toda esta semana. Ahora, sin más activos importantes por vender, Fernández se dedicará a administrar la deuda del rescate bancario. capitanes@reforma.com
Barraza: de la tierra al cielo
Miguel Ángel Granados Chapa21 Oct. 07
Las líneas aéreas son un pésimo negocio pero gozan del interés de particulares por adquirirlas. Es posible que el deseo esté motivado por la conducta gubernamental de sanear estas empresas en caso necesarioExitoso empresario inmobiliario en Chihuahua, en el último lustro José Luis Barraza González, ingeniero mecánico administrador egresado del Tecnológico de Monterrey, se proyectó a la esfera de los grandes negocios de corte nacional e internacional a partir de sus cargos de representación empresarial.
Ahora, sin contacto previo con la industria, salvo como viajero frecuente, presidirá el Consejo de Administración de la principal aerolínea mexicana. Ha pasado, pues, de la tierra al cielo.En la capital de su estado natal y en Delicias, Barraza encabeza las empresas Proyectos Inmobiliarios Impulso, Óptima, Administración de Servicios Óptima, Realiza y Asociados e Inmobiliaria Realiza. Además de construirlas, participa en la propiedad y administración de algunas de sus obras, como Plaza Hollywood, Plaza La Sierra, Edificio Vértice de oficinas empresariales, clínica Cumbres, etcétera.
Activo participante en las organizaciones empresariales de Chihuahua, saltó al escenario nacional en 2003, cuando fue elegido presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Coparmex, el activo sindicato de empleadores.Por su desempeño allí, en abril de 2004 pasó a presidir el Consejo Coordinador Empresarial. En ese papel, tomó parte activa en la contienda electoral del año pasado.
Del 17 al 28 de junio el CCE realizó una insistente campaña de prevención contra Andrés Manuel López Obrador, a través de dos spots. El primero se difundió 116 veces y el segundo 138 veces, a través de los canales 2, 4, 5 y 9 de Televisa, a un costo de 136 millones de pesos. El tema de los mensajes era semejante al que difundía el PAN por consejo de Dick Morris, el experto en guerra sucia propagandística:
habría una crisis económica y en el empleo si triunfaba la opción populista.El Consejo General de IFE, pese a la prohibición expresa en la ley, fue incapaz de frenar esa campaña.
A su turno, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación admitió que la participación del CCE era ilegal pero rehusó sacar la consecuencia de esa declaración. Dijo en su fallo final la Sala Superior del tribunal: "El Consejo Coordinador Empresarial es un sujeto normativo o destinatario de la prohibición establecida en el artículo 48, párrafo 13, del código electoral federal.
"Por consiguiente, al haber quedado demostrado, primero, el hecho de haberse difundido en radio y televisión dos promocionales a favor de dos fuerzas políticas (Partido Revolucionario Institucional y Partido Acción Nacional) y en contra de otra (la coalición Por el Bien de Todos ) y de su candidato presidencial; y segundo, al haber quedado demostrado que el Consejo Coordinador Empresarial contrató tales promocionales, al haberlos difundido, tales hechos se subsumen en lo dispuesto por el artículo 48, párrafos 1 y 13 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, y por lo tanto se actualiza una violación a las invocadas normas, esto es una violación a lo dispuesto en normas de orden público y de observancia general en el territorio nacional...".
Y, sin embargo, de esa contundente afirmación, los magistrados electorales negaron eficacia jurídica a esa conducta. Más todavía, si bien aclararon que ello no implicaba "en modo alguno atenuar el actuar indebido del Consejo Coordinador Empresarial, según ha quedado establecido", razonaron que los partidos que apoyaron a López Obrador pudieron contrarrestar los efectos de esa campaña, pues su coalición "estuvo en aptitud, tanto jurídica como material, de incrementar su presencia durante la campaña electoral".
Si no lo hicieron allá ellos, pareció concluir la Sala Superior del tribunal en esta suerte no de resolución jurídica sino de tardío consejo en técnicas de mercado.El CCE de Barraza, exonerado así de su infracción a la ley, ganó el reconocimiento de las buenas conciencias.
En abril pasado, el propio beneficiario principal de su acción ilegal elogió la conducta del dirigente empresarial en aplicación de su tesis de que el triunfo ha de conseguirse "haiga o no haiga" condiciones éticas para obtenerlo. El exitoso lance electoral situó a Barraza, asimismo, en un nuevo espacio para sus negocios.
Sin trayectoria específica en la gestión de recursos ajenos, sin conocimiento de la industria aeronáutica, quedó a la cabeza de un consorcio formado por Banamex y un grupo de empresarios para la compra de Aeroméxico, cuya venta era inminente después de concretada en diciembre pasado la de Mexicana.
Esas dos líneas aéreas han sido muy costosas para los contribuyentes. Aeroméxico fue una empresa estatal a partir de julio de 1959, hasta que fue declarada en quiebra en 1988, a efecto de privatizarla.
Las dos aerolíneas fueron vendidas a un grupo de empresarios que constituyeron Cintra, una controladora a cuya cabeza figuraron en distintas épocas Gerardo de Prevoisin, que fue acusado por delitos patrimoniales y estuvo prófugo largo tiempo (periodo en que confesó haber entregado a la campaña de Ernesto Zedillo 8 millones de dólares), y Ernesto Martens, que sería secretario de Energía de Vicente Fox, y a quien reemplazaría Calderón.
La pésima gestión de Cintra y las maniobras de banqueros para otorgarse créditos cruzados llevaron a ese consorcio al Fobaproa, el siniestro mecanismo para hacer que los ciudadanos honestos paguen los trastupijes de empresarios pillos. Por eso el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario resultó tenedor del 45.37 por ciento del capital social de Aeroméxico.
Quizá esa experiencia, repetida en otros campos de la economía como la industria azucarera, pero no sólo allí, explica el interés por la compra de las aerolíneas: son un pésimo negocio y padecen adeudos cuantiosísimos, pero se sabe que en caso de mala gestión por algún método el Estado se hará cargo de las pérdidas, después de que se haya disfrutado ya de las eventuales ganancias.
La variopinta integración del grupo encabezado por Barraza revela que sus contactos como líder de la Coparmex y del CCE le fueron provechosos para el nuevo rumbo de su actividad personal.Forman la lista de adquirientes de Aeroméxico, además de Banamex, dos accionistas en gran escala del Grupo Modelo:
María Asunción Aramburuzabala y Valentín Diez Morodo; Fernando Canales Clariond, ex gobernador de Nuevo León y dos veces secretario de Estado, con liquidez tras haberse deshecho de IMMSA; Henry Bremond Pellat, de Liverpool; Juan Francisco Beckmann Vidal, de Cuervo; Ricardo Martín Bringas, de Soriana; Eugenio Garza Herrera, de Xignux; Antonio Cosío Pando, de Las Brisas; Agustín "Franco Macías, de Grupo Infra; Tomás Milmo, de Axtel; Eduardo Tricio Haro, de Lala; Francisco Medina Chávez, de Fame, y Maximino Salazar Nava, de Desarrollo Ganadero.
Banamex, que contará con el 49 por ciento de las acciones del grupo comprador, además del importe de esa porción del capital, aportará dentro de los próximos 90 días 240 millones de dólares de capital fresco para mejorar la situación de la empresa.
Esa participación de un banco propiedad de Citigroup, un grupo extranjero con sede en Nueva York, podría plantear algún problema, por violación a la Ley de Inversión Extranjera que la permite sólo hasta el 25 por ciento en el servicio aeronáutico.
Pero tal circunstancia podría ser alegada por los postores que fueron derrotados en la licitación. Mas el único que verdaderamente lo fue -pues Mexicana quedó inhibida por una decisión así fuera provisional de la Comisión Federal de Competencia económica-, el Grupo Saba, no quiere meterse en problemas a pesar de que podría imputar al IPAB decisiones que le hicieron perder la compra
.En efecto, el Fobaproa de hoy estableció como límite para la presentación de ofertas las 12:00 horas del martes 16. En ese momento la postura de Saba fue declarada la mayor, pero 53 segundos después de las doce quedó admitida otra del grupo de las dos Bes (Barraza y Banamex), que superaba a aquélla, y además se extendió el plazo de vencimiento a las 16:00 horas del día siguiente.
A las 15:59,33 las dos Bes presentaron su oferta final: 2.71 pesos por acción. A las 16:02 la familia Saba la superó, al ofrecer 2.72 pesos. Pero el IPAB la consideró extemporánea (a diferencia de como había obrado 28 horas antes) y declaró ganador a Barraza y asociados, que también adquirieron 10.16 de las acciones, que tenía Hacienda y 6.47 de Nacional Financiera.
Correo electrónico: miguelangel@granadoschapa.com
Mario Di Costanzo*
El Estado miente y la “oposición progresista” lo solapa
El Estado miente y la “oposición progresista” lo solapa
Tal parece que el Estado mexicano se acostumbró a mentir y la “oposición progresista” se acostumbró a solapar: sólo basta recordar lo que se ha venido diciendo recientemente sobre diferentes temas de importancia nacional, pues respecto de la reforma fiscal, por ejemplo, Felipe Calderón y Agustín Carstens señalaron que su propuesta aprobada por el PRIAN acabaría con los paraísos fiscales y que ahora pagarían impuestos aquellos empresarios que nunca los habían pagado, pero durante esta semana se aprobó el dictamen de la Ley de Ingresos para 2008 y en él se puede observar claramente que mientras que la recaudación por el impuesto sobre la renta será de 580 mil millones de pesos, la del famoso IETU será de apenas 69 mil millones de pesos.
Esto, en otras palabras, quiere decir que el impuesto que supuestamente terminaría con los paraísos fiscales recolectará para las arcas nacionales apenas la doceava parte de lo que se recauda con el impuesto que se quiere desaparecer en el futuro.
¿Cómo es posible que los legisladores hayan exigido transparencia y legalidad al IPAB en el proceso de venta de Aeroméxico y, sin embargo, hayan permanecido callados y quietos mientras que esta aerolínea era vendida a un grupo de empresarios representados por Banamex que de pronto presentaron una oferta pública de acciones (OPA Hostil) por la empresa, aun cuando la propia ley del IPAB establece que no podrán adquirir bienes del IPAB aquellas personas o empresas que hayan sido apoyadas por el Fobaproa, y que los procesos de venta de bienes del IPAB tendrán que hacerse mediante subasta pública o licitación?
¿Acaso los legisladores ya se olvidaron que el rescate de Banamex le costó al erario aproximadamente 73 mil millones de pesos y actualmente Banamex-Citigroup recibe cuantiosos intereses de los pagarés del Fobaproa-IPAB, a cargo de los contribuyentes?
También olvidaron, al parecer, que la venta de Banamex fue un “cruce protegido de acciones” que permitió que no se pagara impuestos en la operación financiera más grande de la historia económica moderna del país.
No es posible que esto haya sucedido sin el menor pronunciamiento del presidente de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, que por cierto es perredista y que según cuentan estaba de viaje; otros, sin embargo, ahora sí, cuando la transacción ya se consumó, gritan a los cuatro vientos la necesidad de revisar la operación. Un poco tarde, ¿no cree?
La farsa Carlos Acosta Con la adjudicación a Banamex de Aeroméxico se cumplió una operación financiera que satisfizo los deseos e intereses del gobierno federal.
Se trató de una compleja negociación que desde el principio estuvo amañada para que la filial del conglomerado Citigroup y un conjunto de inversionistas se quedara con la aerolínea. Moisés Saba, el postor derrotado, dice con frustración a Proceso: “Al subsecretario (Alejandro Werner) le dije hasta de lo que se iba a morir, pero me paró en seco: ‘¡Así quedamos, así es el juego!’”Carlos Acosta Córdova
Poco antes de que concluyera la puja por Aeroméxico, y cuando ya era inocultable el interés del gobierno por dejar en manos de Banamex la principal aerolínea del país, Moisés Saba Masri le espetó, por teléfono, al subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner, el encargado gubernamental de todo el proceso de venta:
–¡Si quieres que Banamex se la lleve, mejor dime y me salgo, para qué me haces perder el tiempo. No puedes venderla así. No estamos jugando baraja!
Y Werner:–Así es el juego. Si quieres jugar, juega, si no, no juegues. ¡Hoy la voy a vender!Y se la vendieron a Banamex, aun cuando Saba, al final, ofreció un precio más alto. El banco, filial del estadunidense Citigroup, más 15 empresarios mexicanos, ofrecieron 2.7159 pesos por acción, que multiplicados por los 992 millones 410 mil 436 millones de acciones hacen un total de 2 mil 695 millones 287 mil 503.13 pesos, equivalentes a 249 millones 102 mil 357.04 dólares. Moisés Saba y su padre Alberto Saba Raffoul, ofrecieron un precio por acción de 2.72 pesos, que hacen 2 mil 699 millones 356 mil 385.92 pesos, equivalentes a 249 millones 478 mil 409.05 dólares.
La diferencia: 376 mil 052 dólares o 4 millones 68 mil 882. 79 pesos, a un tipo de cambio de 10.82 pesos por dólar.El problema fue que Banamex impuso, y las autoridades aceptaron sin reparo, la hora límite –las 16:00 del miércoles 17– para aceptar ofertas, y la última de los Saba quedó registrada en el sistema electrónico de la bolsa 2 minutos y 42 segundos después de ese plazo.
El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), hasta entonces accionista mayoritario de Aeroméxico, con el 46% de los títulos –Hacienda tenía poco más del 10% de las acciones, Nacional Financiera el 7% y el resto estaba en el mercado bursátil–, ya no quiso aceptar la oferta, no obstante que la Ley del Mercado de Valores (artículo 97, fracción III) lo obligaba a detener el proceso toda vez que la última oferta de Banamex rebasaba en más de 20% su oferta inmediata anterior.De acuerdo con ese ordenamiento, cualquier modificación en el precio de las ofertas públicas por un porcentaje igual o superior al 5% del precio vigente para cada oferta se considera “relevante” y, por tanto, deberá ampliarse el plazo de la oferta “por un período que no podrá ser inferior a cinco días hábiles”.
La última oferta de Banamex, la que finalmente ganó, fue de 2.7159 pesos por acción, a las 15:59:33 horas del miércoles –27 segundos antes del límite–, y la anterior fue de 2.2508 pesos, a las 12:00:53 del martes, ambas dentro del mismo plazo de vigencia. La última superaba a la anterior con .4651 centavos, el 20.6%.DiscrecionalidadPero ninguna autoridad quiso aplicar la ley, como sí se la aplicaron a los Saba el 25 de septiembre, cuando hizo una oferta de 1.7569 pesos por acción, que superaba en .6569 centavos –casi un 60%–, a su oferta inicial de 1.10 pesos, del 22 de agosto.
La oferta vencía el 30 de septiembre, pero los obligaron a darle a Banamex cinco días más para que revirara.Peor aún: si a los Saba no les aceptaron su última oferta porque entró fuera de tiempo, a Banamex, cuando incurrió en lo mismo, sí se la aceptaron. Ocurrió el martes 16. El plazo vencía a las 12 del día, ni un segundo más. A las 11:33:25 Banamex ofreció 1.8686 pesos por acción, mientras que los Saba ofrecieron 1.90 a las 11:59:27, faltando 33 segundos para el límite.
Banamex reviró: 2.2508 pesos por acción, pero la oferta quedó registrada a las 12:00:53, con el agravante de que hizo una “modificación relevante” al precio, de 20.45%, por lo que debió ampliarse el plazo de la oferta.Si se hubiera aplicado el mismo criterio del miércoles17 de no permitir ninguna oferta después del límite, los Saba debieron ser declarados vencedores desde el martes. Pero la ley aplicó para unos y no para otros.
El IPAB argumentó que la oferta de 1.90 de los Saba era inferior a la de Banamex, por 1.8686, porque ésta incluía una opción de cobro a futuro que incrementaría el precio ofrecido. Pero aun cuando era mayor, según la autoridad, minutos después Banamex ofreció 2.2508 pesos la acción; sin embargo, la postura llegó 53 segundos después del límite. Y se la aceptaron.El último día, miércoles 17, Banamex empleó una estrategia no exenta de marrullería.
Si los Saba hicieron su primera propuesta 16 minutos y 10 segundos antes de la hora límite –por 2.50 pesos la acción–, Banamex estuvo lejos de mostrar esa generosidad para el revire. Aguantó al máximo, hasta los últimos segundos, para no dejarle espacio a los otros. Presentó a las 15:59:33 horas su última oferta, es decir, apenas 27 segundos antes de que concluyera el plazo, por 2.7159 la acción.
Los Saba, ya contra el tiempo, y sin conocer la postura de aquéllos, reviraron, cinco segundos después, con una oferta de 2.52 pesos por acción, en la creencia de que en el juego especulativo Banamex sólo se subiría un peso. Pero ya cuando apareció en el sistema electrónico de la bolsa el último precio de aquellos, por 2.7159, los Saba, en el vértigo, contraofertaron con 2.72 pesos la acción, pero en lo que teclearon el formato y enviaron la propuesta, el tiempo se agotó.
Ellos aseguran que dieron “enter” en la computadora faltando un segundo para las cuatro de la tarde. Pero en el sistema de la bolsa apareció su última oferta dos minutos y 42 segundos después de esa hora.Dice a Proceso un irritado y decepcionado Moisés Saba: “Estaba claro que el gobierno optó por Banamex. A mí me obligaron a darles tiempo, más plazo, días; y ellos en segundos me acabaron. No fue parejo el trato. No podemos hacer negocios sin reglas claras. Ellos suben sus precios más de 20% y los dejan pasar.
A mí me acotan a cinco segundos y no me dan los cinco días que dicta la ley. Hay que estar locos para operar de esa manera. Por más que machaquen todos los funcionarios con que hubo transparencia, no la hubo nunca”.–¿Reclamó formalmente?–No. Al subsecretario (Alejandro Werner) le dije hasta de lo que se iba a morir, pero me paró en seco: ¡Así quedamos. Así es el juego! Ya sólo le dije: “Oye, no tienes derecho de venderla así. Estás mal.”Saba considera que en tribunales podría ganar, en caso de impugnar, pero desde un principio desistió. “Tengo todos los elementos para darles en la torre. No lo voy a hacer, porque no voy a pelearme con el gobierno cinco años, qué gano: cinco años de abogados, de ir a los juzgados.
Ya vimos lo que pasó en el caso de TV Azteca y Canal 40, o en el de Gutiérrez Vivó con los Aguirre. Qué gano. No se acaban jamás los litigios, los juicios son interminables. Mejor busco hacer otros negocios”.
Participación encubierta Los directivos de Banamex juran y perjuran que Roberto Hernández Ramírez, el célebre magnate exdueño del banco, reconocido por su habilidad para hacer negocios al amparo del poder público, nunca estuvo detrás del proceso de venta de Aeroméxico.
Pocos lo creen, pues Hernández siempre ha manifestado interés por las aerolíneas, desde aquellas tempranas jornadas de febril venta de paraestatales, en el gobierno de Miguel de la Madrid.En 1988 fue uno de los principales postores por Mexicana de Aviación. No se le hizo.
Más adelante, en 2004, cuando el gobierno puso a la venta Mexicana de Aviación –que ganó Gastón Azcárraga, del Grupo Posadas–, Hernández quiso participar, pero fue vetado, porque la Ley del IPAB señala que no pueden participar en procesos de licitación de ese tipo personas que hayan sido parte del quebranto bancario.
Y Banamex, cuyo Consejo de Administración presidía, fue apoyado indebidamente por el Fobaproa (antecedente del IPAB), al comprarle cartera –chatarra en su mayor parte– por más de 34 mil millones de pesos en 1997, monto que para el año 2000, con los intereses que devengaba el pagaré con que se respaldó el pago, ya rondaba los 60 mil millones de pesos.
Esta vez las formas fueron diferentes. Desde el Citigroup, donde Roberto Hernández tiene un asiento en el Consejo de Administración –tras la venta de Banamex al más grande grupo financiero del mundo–, se estableció una estrategia que hacía imposible perder la apuesta por Aeroméxico. De hecho, fue una maniobra con dos propósitos: uno, para ayudar al conglomerado internacional, que atraviesa por uno de sus peores momentos, y otro, para hacer realidad viejos anhelos de Roberto Hernández de participar en una aerolínea.
Con la compra de Aeroméxico, Citigroup-Banamex será propietario del 49% del capital, que a la postre equivale a ser el socio mayoritario, pues el restante 51% quedará distribuido entre 15 empresarios –ninguno con más del 5%– e inversionistas bursátiles.En efecto, el banco estadunidense pasa por una inédita mala racha: en el tercer trimestre reportó una caída de 57% en sus utilidades, resultado –según el Wall Street Journal– de lo mal parado que estaba frente a las turbulencias de los mercados financieros derivadas de la crisis hipotecaria en Estados Unidos.
Y ahora con Aeroméxico, su futuro luce promisorio, por las sinergias con Banamex. El propio José Luis Barraza, quien encabezó al grupo de empresarios para la compra de la aerolínea y preside el Consejo de Administración de la misma, ha hecho referencia a los múltiples negocios que se generarán: se fortalecerá la división de banca patrimonial, así como la venta de seguros y diversos productos financieros para la clientela de Aeroméxico; también habrá facilidades para el arrendamiento de aviones; estrategias más lucrativas para la venta de boletos… en fin.
Fue justo desde el Citi, donde Roberto Hernandez impulsó el proyecto de comprar Aeroméxico. La idea no partió de ninguno de los 15 empresarios que acompañaron a Banamex en el proceso. Desde hace un año –dicho por el propio Barraza– especialistas de alto nivel en transporte aéreo, contratados por el banco estadunidense, empezaron a estudiar y analizar, hasta el tuétano, la aerolínea. Estrecho fue el trabajo conjunto con la directiva, encabezada por Andrés Conesa Labastida, quien lleva más de 10 años al frente de aquélla.
Barraza reveló que apenas hace cinco meses se incorporó al grupo de inversionistas. No es difícil suponer que el cabildeo para formar un grupo fuerte de hombres y mujeres de negocios lo inició Roberto Hernández y su gente en Banamex, pues Barraza, pese a que fue presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), no tiene la estatura –en términos de poderío económico– de los empresarios a quienes encabezó para la adquisición de la aerolínea.Pero elegirlo a él como cabeza del grupo fue una jugada magistral. Es mucho lo que le debe el gobierno de Felipe Calderón.
Como presidente del organismo cúpula de los empresarios mexicanos, se destacó por la notoria campaña mediática en contra de Andrés Manuel López Obrador. Fue artífice de la guerra de spots que llamaban a votar por la “continuidad”, es decir, por el PAN.
Hacerlo por AMLO, sugerían los promocionales en radio y televisión, era votar por el pasado, por el populismo, con el riesgo de que la gente podría perder no sólo su empleo, sino hasta su casa.Fue tan efectiva la campaña del CCE a favor de Calderón –y decisiva en los resultados de la elección presidencial–, que el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación reconoció que el organismo violó el principio de igualdad en las contiendas electorales.