lunes, 08 de octubre de 2007
Por Alberto Barranco Chavarría Melón o sandía Paladín de Mexicana Tekchem en el callejón
Lo cierto, al margen de los dimes y diretes entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Comisión Federal de Competencia, es que el costo de los servicios de los aeropuertos se desfasó tras el aterrizaje de las líneas aéreas de bajo costo.Si durante décadas la proporción era ridícula frente al elevado nivel de las tarifas impuestas, hoy en ocasiones representa más de la mitad del costo de un boleto sencillo hacia Guadalajara, Monterrey, Acapulco o Veracruz.
Peor aún, hete aquí que sale más caro el taxi de Zihuatanejo a Ixtapa que el boleto hacia el destino turístico, en un escenario en que sólo hay dos sopas: lo tomas o lo dejas.
Se diría, pues, que mientras la aviación entró en un marco de feroz competencia a partir de la llegada de la tristemente célebre Transportes Aéreos Ejecutivos (TAESA), a la que sucedió Líneas Aéreas Azteca, los principales aeropuertos del país se volvieron cotos exclusivos de sus dueños.
El ejemplo más sencillo lo ofrece el Grupo Aeroportuario del Sureste, cuyos dueños marcaron su territorio al punto de vetar la posibilidad de un nuevo aeropuerto en la Riviera Maya, es decir tienda de enfrente al de Cancún, o la posibilidad de otro en Mérida que abriría una auténtica competencia.
El argumento es simple: Desfasada la rentabilidad, se vuelve más complejo recuperar las apuestas... por más que no hay autoridad que exija el cumplimiento estricto de los compromisos de inversión pactados en el Título de Concesión.
De hecho, la preocupación mayor de los concesionarios apunta a llenar de locales comerciales las terminales.Más aún, en prenda de que las reglas se han violado, hay que revisar el expediente del Grupo Aeroportuario del Sureste cuya propiedad, tras la salida del propietario de Jugos Del Valle, se mantuvo en manos mayoritarias extranjeras, concretamente españolas, en un escenario de burda simulación.
Más aún, las circunstancias, que no la autoridad, impidieron que Fernando Chico Pardo, el presidente de ITA (Inversiones y Técnicas Aeroportuarias), la firma en control del Grupo Aeroportuario del Sureste, se convirtiera en paralelo en accionista de una línea aérea de bajo costo, cuyo eje sería la empresa brasileña Gol.
Y quién ha movido un dedo para impedir que mantenga un segmento de la propiedad de Mexicana de Aviación vía su participación en el grupo propietario, es decir los hoteles Posadas.De acuerdo al artículo sexto de la Ley de Aeropuertos las empresas propietarias de una terminal aérea no pueden, en paralelo, operar una firma de aviación.
Lo curioso, por lo demás, es que en su filípica contra la CFC por sus señalamientos, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes aduce que se están promoviendo esquemas graduales de competencia en el servicio de taxis de los aeropuertos... cuando el monopolio lleva 30 años de operar.
Más curioso aún es que frente a la presunción del organismo de competencia de crear un órgano independiente que regule las tarifas aeroportuarias, la SCT alega que ella tiene ese carácter.Se diría, pues, que el orgullo le ganó a la dependencia, al punto de convertirla en defensora de causas difíciles, para no decir imposibles.
Lo cierto es que la privatización se realizó bajo un escenario ajeno a la competencia, y la autoridad se borró ante el interés privado.Lo demás son puros rollos.
Balance general La razón que impulsó al secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo Torres, a convertirse, sin vela en el entierro, en paladín de la causa de Mexicana de Aviación en su pretención de adquirir Aeroméxico, hay que ubicarla en un rincón de su corazoncito.Hete aquí que la línea aérea encabezada por Gastón Azcárraga Andrade acaba de contratar a su hijo mayor, Rodolfo Elizondo Del Palacio, para un alto cargo ejecutivo. Estamos hablando de Subdirector de Distribución de la Dirección General Comercial de la línea aérea.El puesto se creó expresamente para él, con un salario de 125 mil pesos.
El favorcito, pues, se pagó con porras al patrón.Y qué le hace si se habla de mano negra del gobierno en el proceso.
Quien se ubica en lo profundo del callejón es la firma fabricante de productos químicos Tekchem, ante la decisión de su Consejo de Administración de emplazarla a un concurso Mercantil o procedimiento de quiebra ordenada, bajo el alegato de insolvencia.
El problema es que sus números no empatan con la gravedad que se argumenta, es decir aún no hay tragedia.La decisión la tomó la compañía luego de estallarle una huelga convocada por el Sindicato Nacional de la Industria Química y Petroquímica el 21 de septiembre pasado.La exposición de motivos de los huelguistas habla de una violación al Contrato Colectivo de Trabajo en la pretensión de la firma de desmantelarlo.
De hecho, la petición concreta de la empresa es liquidar a los trabajadores para aniquilar a su vez a éste... con la novedad de que el pago de marcha se daría a plazos.Ahora que Tekchem ha manifestado abiertamente ante la Junta de Conciliación y Arbitraje que sus condiciones financieras vuelven inviable mantener las prestaciones.El diferendo podría desembocar en un Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica... promovido en este caso por el sindicato.
Esta mañana se vence el enésimo plazo otorgado por la Dirección General de Aeronáutica Civil de la SCT para que los nuevos propietarios de Líneas Aéreas Azteca demuestren su solvencia financiera y la viabilidad de su infraestructura... o pierdan la concesión.Las apuestas, empero, están dos mil a uno a que la dependencia le abrirá un nuevo plazo a la compañía, aunque esta vez colocando en letras grandes y rojas la palabra “ultimátum”... por más que habrá nuevos chances.Se diría, pues, que mientras la autoridad está empeñada en el regreso de la compañía, ésta a su vez se empeña en que le cancelen la concesión.
En su afán obsesivo de golpear los puntos más vulnerables del sindicato minero encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, el grupo Minera México de Germán Larrea Mota Velasco iniciará en los próximos días el cierre de su unidad San Martín, ubicada en Sombrerete, Zacatecas.
La planta, como usted sabe, se encuentra paralizada desde hace dos meses por una huelga declarada originalmente ilegal por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, resolución que impugnó el sindicato, obteniendo una suspensión definitiva.Naturalmente, del dicho al hecho la firma tendrá que derribar el amparo vía un Tribunal Colegiado en Materia Laboral.