25 abril 2021

Concurso Mercantil

 

Concurso Mercantil

 

Partamos desde el principio, mis estimados lectores, ¿qué es un Concurso Mercantil? La ley de Concursos Mercantiles, publicada en mayo de 2000 poco antes de que Ernesto Zedillo dejara la presidencia, tiene dos finalidades: por un lado, reducir los abusos procesales a los que se prestaba el procedimiento establecido en la extinta Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, y por otro la introducción de una nueva corriente en el tratamiento de los problemas de insolvencia de las empresas.



 

En palabras llanas, la nueva ley de Concursos Mercantiles trata de acortar los tiempos en los juzgados en aras de sacar de la bancarrota de la manera más pronta posible a la empresa que se acoja a esta ley. Y es que no debemos olvidar nombres como el de Alonso Ancira Elizondo, que en 1991 compró al Gobierno de Salinas de Gortari la empresa de acero Altos Hornos de México. Este empresario, como muchos otros, había encontrado una fórmula infalible para no pagar los créditos bancarios: declarar la quiebra de sus empresas.

 

Pero hablemos del presente, concretamente de Interjet. En fechas recientes, una ola de notas periodísticas impulsada por los actuales “dueños” o “accionistas mayoritarios”, es decir los Del Valle ha generado muchas dudas sobre el tema del Concurso Mercantil, y la idea poco clara y endebles argumentos de que esta familia pretende acogerse a este mecanismo jurídico. Un hecho comprobable es que tendrán una asamblea el próximo 26 de abril con el resto de los accionistas de la empresa.

 

Vamos, pues, a sumergirnos en este entramado legal, para conocer las etapas de las que consta y tener claro qué sucede en cada paso o parte del proceso. Con esto tanto usuarios, como trabajadores, y público general tendrán una idea más clara de los alcances, y la realidad detrás de este proceso legal.

 

El Concurso Mercantil es un procedimiento compuesto de tres etapas:

 

1.- La inicial, o de declaración de concurso mercantil.

 

2.- La conciliación, que tiene como finalidad lograr la conservación de la empresa del comerciante mediante el convenio que suscriba con sus acreedores reconocidos, y

 

3.- La quiebra: cuya finalidad es la venta de la empresa del comerciante, de sus unidades productivas o de los bienes que la integran para el pago a los acreedores.

 

Dejemos en claro que para poder acogerse a esta figura jurídica se requiere de la existencia de los siguientes elementos: una empresa o comercio, el incumplimiento generalizado de esa empresa o comerciante en el pago de sus obligaciones, y la pluralidad o multiplicidad de acreedores de la empresa o comercio en cuestión.

 

Además de los requisitos “normales” que debe tener todo escrito inicial de demanda, las promociones iniciales de un Concurso Mercantil, el promovente debe anexar ciertos documentos. En el caso de Interjet, por ejemplo, deben acompañase los estados financieros, la relación de los acreedores y deudores, y un inventario de sus bienes muebles e inmuebles, entre otros.

 

Pero no tan rápido; existe un punto importantísimo que no debemos soslayar. El 8 de enero del presente año, los trabajadores sindicalizados de la empresa Interjet estallaron una huelga, misma que detiene todo en el tiempo y el espacio. Las partes están obligadas a conciliar ante representantes de la Junta de Conciliación y Arbitraje. Este procedimiento no tiene un período mínimo ni máximo de duración, aunque lo óptimo es que no dure más allá de 90 días.



 

Con Interjet, la autoridad laboral ya hizo el levantamiento de los bienes embargados a la empresa por los trabajadores; falta que la JFCA siente a las partes (empresa y trabajadores) a través de sus respectivos representantes para poder pasar a la etapa de negociación, y luego la terminación de la huelga, ya sea a través de un acuerdo bilateral (empresa y trabajadores llegan a un acuerdo), unilateral, o bien por medio de una resolución de la JFCA.

 

Una vez terminada la huelga, los dueños de la empresa estarían en posibilidad de someterse a la ley de Concursos Mercantiles, si es que de verdad existe el interés es sacar a flote a una aerolínea que, debe decirse, está más que rebasada por sus propias deudas, no sólo con sus trabajadores, sino con el gobierno, con aeropuertos internacionales y un sinnúmero de acreedores. Y es que tramitar un concurso mercantil, debe demostrar que se cuenta con dinero “fresco” para paliar todas sus deudas y poder hacerle frente a una reestructuración, que es una de las finalidades de este esquema legal.

 

Pero dibujemos un escenario diferente. Imaginemos por un momento que no existe el obstáculo de la huelga, y que los Del Valle tienen luz verde para acogerse a la Ley de Concursos Mercantiles. Si así fuera, Interjet tendría que tramitar todas y cada una de las etapas que en seguida desgloso, y que son, el tantas veces mencionado, Concurso Mercantil:



 

Al día siguiente de que el juez admita la demanda, deberá remitir copia de la misma al Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (IFECOM), ordenándole que designe un visitador dentro de los cinco días siguientes a que reciba dicha comunicación, del mismo modo en el mismo plazo deberá hacerlo del conocimiento de las autoridades fiscales.

 

Se designará un visitador y éste designara a sus ayudantes, el IFECOM lo deberá informar al juez y al visitador designado, el juez dictará acuerdo ordenará que se practique la visita al comerciante, que tendrá por objeto que el visitador:

 

a) Dictamine si el comerciante incurrió en el incumplimiento generalizado en el pago de las obligaciones para con dos o más acreedores, así como la fecha de vencimiento de los créditos relacionados con esos hechos, y

 

b) Sugiera al juez las providencias precautorias que estime necesarias para la protección de la masa concursal.

 

Estas podrán consistir dese la prohibición de hacer pagos hasta la intervención de la caja, entre otras.

 

Sin necesidad de citación, el juez dictará dentro de los cinco días siguientes al vencimiento del plazo de alegatos, la sentencia que corresponda, tomando en cuenta lo manifestado y probado y en especial el dictamen del visitador.

 

La etapa de conciliación tendrá una duración de ciento ochenta y cinco días naturales, contados a partir del día en que se haga la última publicación en el Diario Oficial de la Federación de la sentencia de concurso mercantil, y se deberá designar un conciliador quien deberá procurar que el comerciante y sus acreedores reconocidos lleguen a un convenio.

 

Con la sentencia de aprobación del convenio, se dará por terminado el concurso mercantil y se procedería a la declaración de quiebra o la salida del concurso mercantil.

 

Ahora, en caso de que la empresa no se haya podido reestructurar por falta de capital fresco, se puede solicitar la quiebra de la aerolínea de tres formas distintas:

 

1.- El propio comerciante o empresa así lo solicite;

2.- Transcurra el término para la conciliación y sus prórrogas si se hubieren concedido, sin que se someta al juez, para su aprobación, un convenio en términos de lo previsto en esta Ley, o;

 

3.- El conciliador solicite la declaración de quiebra y el juez la conceda.

 

Si solamente tomáramos como referencia el texto legal, y los tiempos que establece, de verdad un Concurso Mercantil se tramitaría muy rápido. Pero sabemos que la realidad dista mucho de lo que la ley prevé. A 20 años de la entrada en vigor de este cuerpo legal, existen voces piden la creación de juzgados especializados en concurso mercantil, porque los juicios son interminables.

 

Resulta muy tentadora, por fácil y chabacana, la idea de comparar un posible concurso mercantil de Interjet, con el proceso que desde hace diez años lleva la empresa Mexicana de Aviación; pero debo decirles estimados lectores, que esa es una mala e incorrecta idea. No se pueden comparar peras con manzanas.

 

Y es que el concurso de Mexicana de Aviación estuvo desaseado desde el principio. Cayó en un sinfín de irregularidades desde el principio, porque había una consigna política de impedir que volviera a surcar los aires.

 

Y no estoy especulando, yo personalmente escuché en vivo y a todo color la declaración hecha por el entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes Juan Molinar Horcasitas: “En este país no hay espacio para dos aerolíneas bandera, sólo una puede sobrevivir”, y bueno, la aerolínea sobre la que cayeron las bendiciones de la administración panista de Felipe Calderón, hoy tiene serios problemas. El 50% de su capital es estadounidense; tiene un préstamo de millones de dólares; está tramitando en Nueva York un juicio con base en la ley de quiebras (Capítulo 11); recortó planta de trabajadores; rasuró (pauperizó) los contratos colectivos de trabajo… a pesar de todo ello, el día de hoy sigue tratando de salir avante del tema de la pandemia por Sars-Cov-2. Si las barbas de Aeroméxico están siendo recortadas, yo creo que Interjet ya debería estar remojando la suya.

 

 

Ximena Garmendia

25 de abril 2021

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