Como
trama de una telenovela muy mala, tenemos de frente un escenario que se pinta
complicado.
Para ponerlos en contexto queridos lectores
les platicaré…resulta que hace más menos una semana aproximadamente se dio cita
Ricardo del Valle con cerca de más de 40 sobrecargos de Aeromar.
A
quienes les dijo ni tardo ni perezoso que era en ese momento en el que tenían
que decidir si se iban con contrato inmediato a Aeroméxico.
Si
estimados lectores, así de abrupto, varias sudaban y dudaban de dar el “brinco”
a otra empresa, era un hecho, en esos momentos todo tipo de dudas las asaltaban
y Ricardo no perdió el tiempo al asegurarles que entraría con un sueldo
superior con el que entran los ex mexicanas del contrato B.
Les
comunicó que el salario base sería de 12 500, cuyo monto es visiblemente
superior a lo que perciben los del contrato B.
La
gran incógnita es el ¿por qué de este merequetengue?
Todo
nos lleva a las tensas relaciones que existen entre Andrés Fabre y Ricardo del
Valle, esto a raíz de que se ha tenido atrasos en pagos de cuotas sindicales,
bonos, entregas de uniformes y violaciones al contrato de los sobrecargos que
trabajan en la empresa Aeromar.
Sin
embargo, la empresa con retrasos, termina cumpliendo con sus obligaciones, pero
esto para el flamante secretario general de ASSA de México no fue
suficiente, así que en un arranque de
furia contra Andrés Fabre, cobijado bajo el manto protector de la empresa
Aeroméxico, es que decide llevar a cabo el rapto de las sabinas…
Pero
¿cuál es la finalidad? ya están en adiestramiento 30 sobrecargos más en
Aeromar, que entrarán a cubrir las
plazas vacantes que dejó el robo perpetrado por San Richie.
La
finalidad perversa de este oscuro líder es el que Aeromar no pague
liquidaciones y antigüedades, sino que
se les den simples finiquitos a estas 40 compañeras, en una clara merma a sus
ingresos, eso sí, revestido de “gran logro sindical” el “brinco” de una empresa
a otra.
Quedamos
pendientes del siguiente capítulo de esta tragicomedia llamada Yo me robé a
esas “huercas” (El rapto de las 40 sobrecargos de Aeromar).
Ximena
Garmendia