DESVERGONZADO
Ricardo del Valle y su grupo deben estar tan contentos como en su momento lo hizo Pirro.
Pueden presumir que usando granaderos del gobierno de la Ciudad de México para verificar que fueran sobrecargos y, de paso, al más puro estilo del charrismo sindical intimidar a la oposición, logró cambiar los estatutos para poderse postular para un tercer periodo al frente de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación y, a no dudar, arreglar la elección para quedarse un periodo más.
Sin embargo, subió un escalón más en contra de sus agremiados a quienes amenaza con utilizar sus influencias con autoridades de la Secretaría del Trabajo si no ceden a sus caprichos. Demostró que él está en su proyecto de eternizarse al frente del sindicato y, en una de esas, seguir los pasos de Alejandra Barrales.
Por lo demás, esta victoria que hoy logró a gritos e insultos en contra de sus opositores, es un paso más para que pierdan la única conquista salarial irrenunciable: la fuente de trabajo.
Los sindicatos fueron un cáncer para Mexicana de Aviación que se volvió inmanejable con la vergonzosa administración de Gastón Azcárraga. Hoy el sindicato de sobrecargos es uno de los muchos lastres que tiene que cargar la administración de Aeroméxico.
POSTDATA
Es altamente probable que Del Valle y quienes están cerca de él no sepan quién fue Pirro, pero es probable que sí hayan oído de una victoria pírrica aun cuando es muy posible que tampoco tengan idea a qué se refiere.
Pirro, quien entre otras cosas fue emperador de Macedonia y Epiro, realizó una serie de guerras por conflictos de poca importancia en los cuales se esforzaba tanto por ganar batallas muy pequeñas que terminó perdiendo la guerra.
