24 febrero 2016

ESCLAVOS MODERNOS

Miente OHL

El Mié, 24 de Febrero de 2016, por David Páramo

ESCLAVOS MODERNOS
La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) es uno de esos ejemplos sobre la forma de cómo se prostituye un sindicato y termina siendo el peor enemigo de sus agremiados.
La organización que encabeza Ricardo del Valle tiene una caja de ahorro que, desde hace cinco años, no da préstamos porque “se perdieron” los pagarés de muchos acreditados o porque un sólo aval respondía para varios créditos.
Las cuotas, que son descontadas directamente por Aeroméxico, siguen acumulándose sin que realmente se conozca para qué se está usando el dinero o cómo se invierte. Pedir cuentas puede causar el despido de la empresa.
Más allá, los sobrecargos que provienen de Mexicana de Aviación, algo así como el 40% de la planta laboral, tienen que pagar dos cuotas sindicales: las que “quedaron a deber” y las actuales.
Sobre los seguros de vida, siguen sin darles información, y a los que exigen su derecho de tener una copia, cuando más, les dejan tomar una fotografía de la carátula.
Entre muchos sobrecargos hay una doble zozobra: Saben que su sindicato les está jugando chueco con el dinero o, en el menos malo de los casos, no está siendo transparentes; sin embargo, si se quejan saben que serán despedidos casi con cualquier pretexto.
En este entorno, que algunos califican de terror, aseguran que Del Valle ya está haciendo algunos movimientos para quedarse un periodo más o dejar a un títere que le cubra las espaldas.
Lo más triste es que algunos trabajadores piden que la administración de Aeroméxico les defienda de su sindicato. No cabe duda que el mundo es al revés.