La diligencia, realizada en QR, por falta de pago de la aerolínea
ASA confisca un Boeing 757 a la línea Aviacsa por orden de la SCJN
El avión Boeing 757 confiscadoFoto Carlos Águila Arreola
Carlos Águila Arreola
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 9 de abril de 2015, p. 24
Jueves 9 de abril de 2015, p. 24
Cancún, QR.
Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) confiscó en la terminal aérea internacional de Chetumal un Boeing 757 propiedad de la empresa Aviacsa, con capacidad para 150 plazas y un valor comercial de 6 millones 500 mil pesos.
La inusual diligencia ocurrió como resultado del fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en favor de ASA, tras una demanda interpuesta hace dos años contra la aerolínea, debido a la falta de pago por servicios recibidos en diversas terminales aéreas del país.
La aeronave fue retirada del aeropuerto, luego de que personal de ASA notificó a la Dirección del Aeropuerto Internacional de Chetumal –a cargo de Fernando Burgos Buenfil–, la determinación de la SCJN por el resolutivo interpuesto por ASA contra la aerolínea.
El avión embargado de manera precautoria, además de una bodega de envíos y otros artículos, con valor aproximado a los 30 millones de pesos, estuvieron bajo custodia de la terminal aérea de Chetumal hasta el lunes, cuando personal de ASA realizó la toma total de las propiedades.
Personal de la empresa en el aeropuerto de Chetumal –el único de la entidad administrado por ASA, toda vez que el resto se halla a cargo de la empresa Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur)– se negó a comentar la situación, bajo el argumento de que no estaba autorizado para hacerlo.
No obstante, se logró saber que la aeronave fue pintada de blanco y será trasladada a la ciudad de México, donde ASA determinará la venta correspondiente, así como la de otros equipos que estaban en la terminal aérea de la capital de Quintana Roo.
*Nota al calce: No es 757, sino 737-200 (primera generación), le pido que chequen bien el modelo, es como decir que le confiscan un trailer cuando en realidad es un vocho