03 marzo 2015

DE LA COLUMNA DE ROSARIO AVILÉS

  Opinión de
  (Rosario Avilés) 


Volando bajo otra vez
Rosario Avilés | Opinión | Fecha: 2015-03-03 | Hora de creación: 23:11:21 | Ultima modificación: 02:13:06
Muchas veces se ha dicho que lo que México necesita no son leyes nuevas ni instituciones para promover o combatir nuestros males. Lo que se requiere es cumplir con la ley actual y respetar los principios y la palabra empeñada.

Porque las leyes no sirven de nada si no hay estado de derecho, si la letra no se cumple y —parafraseando a The Economist— si hemos perdido la capacidad de entender que los conflictos de interés, las mentiras y la simulación han minado la ética de los negocios y de la vida política.

Entre las principales quejas contra la administración del grupo que llevó a Mexicana de Aviación a la quiebra está precisamente esta tríada de calamidades: desviaron dinero, dijeron mentiras a los inversionistas e incurrieron en conflictos de interés, todo ello prohijado por la administración panista de entonces.

Hoy le está tocando el turno a Volaris, la aerolínea de bajo costo que nació “como alternativa” para hacer una aviación diferente. Bien que la ha hecho diferente, pero no por ello mejor, como se deprende de esta crisis.

Ya se ha comentado aquí que el modelo de negocios no estaba dando los resultados previstos, pues ningún viajero estaba contento con que se estipulara un precio y luego a la hora de la verdad tuviera que pagar mucho más, por lo que otras empresas no cobran extra.

Además, muchas prácticas laborales incidieron en que sus tripulaciones —que tanto dinero cuesta adiestrar— fueran las primeras en la lista cuando los brockers chinos venían a buscar pilotos. Esto implica, por supuesto, gastos adicionales.

Pero el hilo no tronó ahí, sino en Estados Unidos. Ahí donde los inversionistas no son los 20 amigos asesorados por otros 20 analistas que se dedican a recomendarse unos a otros, un fondo de inversión, DeKalb Country EmployesRetirementSystem, decidió demandar a la aerolínea mexicana que había emitido ADR’s en septiembre del 2013 y cuya depreciación se estima en 33 por ciento.

La demanda fue interpuesta por una firma que ha llevado otros casos similares con éxito y muchos otros inversionistas se han añadido, pues consideran que la empresa les ocultó información vital, como el cambio de su sistema de reservaciones hasta en dos ocasiones, más una operación de cobertura de precios de combustible que salió fallida y la pérdida de mercados donde la empresa era líder.

Todo ello ocurrió sin que la dirección de la aerolínea informara a los inversionistas que confiaron en ella como para comprometer su recursos. Y no lo hicieron ni allá ni acá, pero es allá donde el pleito amenaza con costarle a la empresa que Pedro Aspe concibió y gestionó, entre 80 y 100 millones de dólares más gastos del juicio.

Falta aún saber si la SEC le impondrá una multa y ordenará su desbursatilización y falta saber qué hará la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en México, donde es fama que las cosas no se mueven hasta que haya voluntad política y no cuando es claro que los intereses de ahorradores e inversionistas están en peligro.  En fin, que de este asunto habrá que aprender y evitar que la falta de supervisión siga minando a nuestra sufrida aviación.
Lo oí en 123.45: Por cierto, la Cofece prepara un nuevo golpe contra nuestra industria de transporte aéreo, en un affaire donde hay de todo, hasta misterios del tipo Nisman, el fiscal argentino. Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores  su patrimonio


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