Volaris, Interjet y Viva presionarán a Aeroméxico vía Cofece para que libere slots en el AICM
El Jue, 20 de Noviembre de 2014, por Darío Celis
Se ha planteado en múltiples foros que México necesita una política aeronáutica de largo plazo.
De su ausencia se derivan los ciclos de bonanza y crisis del sector. Surgimiento de aerolíneas y luego quiebra de ellas, como lo atestiguamos en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Tan solo en esos 12 años desaparecieron Aerocalifornia, de Raúl Aréchiga; Aerolíneas Azteca, de Leonardo Sánchez Ávalos; A Volar, de Jorge Nehme; Alma, de Carlos Peralta; Aviacsa, de Alejandro Morales Mega, y por supuesto Mexicana, de Gastón Azcárraga.
Ahora que el mercado parece haberse estabilizado con Aeroméxico, de Eduardo Tricio, como línea bandera, y Volaris, de Pedro Aspe; Interjet, de Miguel Alemán, y VivaAerobus, de Roberto Alcántara, con presencia creciente internacional, se requieren más que nunca reglas claras.
Pero todo indica que la SCT no ha aprendido la lección y ha optado por dejar de lado la política pública. Ciertamente, hay actos de autoridad como la declaratoria de saturación del aeropuerto del DF y la advertencia del riesgo que conlleva una posible nueva guerra de tarifas.
Pero ese principio de “dejar hacer dejar pasar”, también propició que las recientes negociaciones con Estados Unidos para actualizar el Convenio Bilateral de Aviación fracasaran. La autoridad no pudo imponerle a Volaris, Interjet y VivaAerobus una mayor liberalización de cielos.
Y ello en gran medida porque no se han establecido reglas mínimas de competencia. Las compañías que dirigen Enrique Beltranena, José Luis Garza y Juan Carlos Zuazua han pedido a la autoridad “piso parejo”. De ahí que reventaran el cabildeo de Aeroméxico y Delta.
La luz verde al acuerdo de inmunidad monopólica que las firmas dirigidas aquí porAndrés Conesa y Carlos Hernández ya tenían en el bilateral, habrían afianzado más su posición dominante en el mercado mexicano, algo que sus competidores no estuvieron dispuestos a conceder.
Le decía hace unos días que estos se aprestan a denunciar la alta concentración deslots que Aeroméxico tiene en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Se habla de más de 50% de las posiciones totales, si se suman también las de Aeromar, que preside Zvi Katz.
Se asegura que Aeroméxico y Aeromar operan prácticamente como un solo jugador, si se atiende no sólo a los convenios de código compartido que mantienen, sino a los acuerdos de renta húmeda, mediante los cuales Aeromar les cedió aviones ATR para cubrir rutas regionales.
Se advierte lo que a principios de año ya le adelantaba en este espacio: la compañía que dirige Fernando Flores está en ruta para ser adquirida por la de Tricio. A esto agregue los slots que en el mismo AICM posee de su otro socio, Delta Airlines, que preside Richard H. Anderson.
Además están los slots de Air France y KLM, que dirige Alexandre de Juniac, y los de Alitalia, que comanda Gabriele del Torchio, que ya anunció que planea volar directamente a México a partir de 2015. Esta circunstancia se evidenció más e hizo crisis cuando se declaró saturado el AICM.
Si bien no hay política aeronáutica que ordene esta situación, Volaris, Interjet y VivaAerobus pedirán a la Comisión de Competencia Económica, que presideAlejandra Palacios, que intervenga. Están convencidos de que la alta concentración no pasa el mínimo análisis de esa instancia.
Le adelantaba que los tres jugadores argumentan que los slots son un “insumo esencial” para operar en el AICM, elemento que se vuelve vital en su accionar para el caso de la terminal dirigida por Alexandro Argudín, donde ya no hay espacio para seguir creciendo.
Creen que el organismo antimonopolios dará entrada a sus demandas porque hay elementos legales para proceder. Cuando un agente económico concentra indebidamente el “insumo esencial” y/o cuando otros agentes no tienen acceso a ese “insumo esencial”.
Bajo ese concepto, que fue introducido a la nueva Ley Federal de Competencia Económica, Volaris, Interjet y VivaAerobus lograrían que la Cofece impusiera medidas a Aeroméxico para que liberare algunos slots y éstos pasaran al pull del AICM para que los redistribuyera.
El objetivo final es presionar una reasignación de ese “insumo esencial” más equitativo.