Las contradicciones aéreas
El Mar, 25 de Noviembre de 2014, por Marielena Vega
La estrategia en materia aeroportuaria no es un asunto fácil. La cuestión es si estos inconvenientes dificultarán que las condiciones no sean las óptimas en todas las terminales, o se salten los esquemas de seguridad; o más aún: sean servicios de transportes que están lejos de ser masivos.
La realidad es que todavía no lo son. Ni siquiera se ve claramente cómo es que los aeropuertos comenzarán a ser un negocio rentable. Si el turismo no se reactiva, no se visualiza la apertura de cielos abiertos y las reglas en este sector se endurecen vía el costo que estos inmuebles representan para toda la cadena productiva, incluyendo al pasajero, el asunto parece difícil.
Por lo pronto, y por disposición de las autoridades, a partir de septiembre de este año la Tarifa de Uso del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se ha disparado de forma considerable.
¿Será que con estos ingresos se financiará la nueva terminal? Lo cierto es que la TUA nacional para esta terminal subió de 39 a 76 por ciento, lo cual, aunque podría pensarse como mecanismo para motivar el uso de otras terminales aéreas, la realidad dista mucho de ser así.
Hasta ahora la mayoría de las rutas continúan partiendo y arribando desde el aeropuerto que, desde hace 20 años, ha quedado superado, haciendo casi imposible la conexión a otras terminales. De ahí que firmas regias decidan hacer convenciones y eventos en la Ciudad de México, argumentando que, de lo contrario, “sería imposible que directivos o personas de diferentes países lleguen al evento”.
No obstante, las condiciones de seguridad y evolución de este gremio se deben poner en juego, aunque se deberían revisar las reglas, porque hoy día no hay un beneficio que permee parejo a toda la cadena, el costo del transporte aéreo nacional es muy alto, pese a que las aerolíneas sumen su parte, el cobro de la TUA más impuestos hace cada vez más elitista al transporte, que no parece tener revés en el enfrentamiento de la competencia internacional, la cual se los podría devorar.
Más cuando una sola aerolínea estadunidense representa toda la industria nacional, aunado a ello los 25 aeropuertos más grandes en Estados Unidos mueven a mil 237 millones de pasajeros, contra 93 millones de pasajeros de los 25 aeropuertos más importantes del territorio nacional.
La realidad no es sencilla, pero las soluciones están en la mesa; sólo es cuestión de que se lleven al análisis de la situación actual, en pro de proteger una industria nacional, pero también de proteger a un usuario que se enfrenta a costos más altos, donde la descentralización no existe, no sólo por la falta de aeropuertos, sino de aerolíneas y flujo de pasajeros para dichos destinos, que hoy por hoy están en jaque.
Se puede asegurar que sólo un 10% de todos los aeropuertos de territorio azteca son funcionales, y únicamente el de Cancún se encuentra en niveles internacionales.