08 abril 2014

DEL CORREO DEL BLOG

  Opinión de
  (Rosario Avilés) 


¿Y cuál es el alterno, capitán?
Rosario Avilés | Opinión | Fecha: 2014-04-08 | Hora de creación: 21:21:43 | Ultima modificación: 21:21:43
Finalmente, la juez Edith Alarcón hizo lo que vino a hacer desde el día uno: declarar la quiebra de Mexicana de Aviación.

Se entiende perfectamente bien que el juez Felipe Consuelo no haya hecho esta declaratoria durante los meses que duró su encargo como juez de lo concursal, puesto que él se dio cuenta en un análisis inicial de que lo que tenía en sus manos era un asunto de quiebra maquinada con alevosía y mala fe, lo cual requería de una investigación mucho más amplia.

Pero en el caso de su sucesora,  el foco de atención cambió de rumbo y por ello no se entiende muy bien cuáles fueron los alcances de su actuación si, como dicen algunos inversionistas serios, el camino parecía ya cantado de antemano.

Cada uno juzgará según su punto de vista y sus muy particulares intereses lo que la declaratoria de quiebra de la aerolínea más antigua de México significa. Para algunos, será la prueba de que no hubo voluntad política de apoyar el regreso de la aerolínea; para otros, será el desenlace natural y lo verán con alivio; y habrá incluso quienes, maliciosamente, se regocijen en su fuero interno (o no tan interno) porque no alcancen a entender las repercusiones que un hecho como éste tiene para la aviación mexicana.

Pero, independientemente de la postura, lo cierto es que al verlo en perspectiva, lo que acaba de suceder no puede quedarse sin un siguiente paso. Dejar que una empresa como Mexicana de Aviación (con más de 90 años de existencia y cuya huella en la aviación nacional será indeleble) pase al cementerio de la historia sin más trámite y sobre todo SIN CONSECUENCIAS, es creer que este país no tiene arreglo y no tendrá nunca memoria.

En todo caso, este asunto debería servir para ALGO y, si nos atenemos a las reglas con que funciona la aviación, esperaríamos que  el capitán de la aeronave tuviera un plan de vuelo que incluya un alterno; es decir, los pasos que siguen para recuperar la capacidad operativa y de conectividad con el mundo, así como el prestigio para nuestro país, que Mexicana de Aviación tardó más de 9 décadas en construir.

Se sabe que ayer mismo fue retirado de su encargo como administrador del MRO el Ing. Ordóñez y fue sustituido por Marco Rosales. Se ha dicho que el Conciliador Gerardo Badin se irá y que, de no impugnarse con éxito la declaratoria de quiebra, será sustituido por un síndico para cuyo encargo ya hay tiradores que se promueven en diversos círculos.

Se sabe que algunos de los trabajadores han anunciado que impugnarán la resolución de la juez; que otros más harán movilizaciones; que algunos diputados del PT han pedido que se rescate a Mexicana de la misma forma que se intervino a Oceanografía; que otros más consideran que sin el lastre de los adeudos, es posible crear una nueva Mexicana exitosa.

También se sabe que el MRO sí consiguió la anuencia de los acreedores para salir del Concurso Mercantil; que al menos mil y tantos trabajadores de este centro de alta especialización tendrán trabajo y que los acreedores gubernamentales (AICM y Bancomext) han prometido donar lo que se recupere por la venta de este bien a las pensiones de los trabajadores (se supone que son como 320 millones de pesos).

Lo que no sabemos realmente es si existe algún plan para devolvernos lo que esta declaratoria significa: que México se ha quedado sin uno de los motores que le generaba turistas, carga, divisas y presencia en el mundo; que en este país es posible defraudar a los trabajadores y al gobierno sin que se haga justicia y sin que haya consecuencias; que trabajadores altamente calificados pueden perder su trabajo y tienen que buscar por el mundo un lugar donde sus capacidades sí sean aquilatadas; que se requiere que la aviación sea considerada estratégica y prioritaria.

Como si fuera una aeronave en emergencia, la aviación mexicana necesita un plan alterno para no ir a entregar nuestros cielos al primero que se presente y perder con ello un elemento de negociación invaluable. Necesita un plan para saber que en este país se puede confiar al hacer negocios, al comprar un boleto de avión y que alguien vigilará la solvencia de los compradores de empresas del Estado para que el nuevo dueño de una empresa no sustraiga los ahorros que han hecho sus trabajadores para la jubilación.

Y, sobre todo, necesitamos que haya justicia. Necesitamos que quienes han hecho de la ley un texto intercambiable según sus intereses, paguen por esta deformación. Que los funcionarios que obstaculizaron el vuelo de Mexicana no sean premiados con nuevos puestos en la empresa privada o pública. Necesitamos que haya consecuencias para creer que en este país es posible aprender de los errores.

Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores  su patrimonio.
raviles_2@prodigy.net.mx