A la callada, la juez del concurso mercantil de Mexicana de Aviación, Edith Alarcón, le dio lo que podría ser la última bocanada de oxígeno a Mexicana de Aviación, vía una tregua de 15 días para ubicar una empresa que la rescate, o de plano decretar la quiebra.
Incierta la primera alternativa, la segunda se discute bajo un escenario en que se permitirá surgir una suerte en Mexicana II, administrada por los trabajadores con los siete aviones que mantiene bajo custodia el Banco Nacional en Comercio Exterior.
La empresa regresaría como una alternativa distinta a Mexicana de Aviación, es decir, empezando por picar piedra sin rutas ni slots.
La posibilidad se discute en la Secretaría del Trabajo.