10 diciembre 2012

DEL CORREO DEL BLOG

Excélsior/Marielena Vega
Es una realidad que Mexicana de Aviación tuvo manejos complejos que la llevaron a su quiebra; sin embargo, voltear a ver a Aeroméxico nada más porque sí y considerar que es monopólica, la situación se vuelve por demás extraña.
Me explico. Todo parece indicar que los recién estrenados diputados de la LXII Legislatura aprobaron un punto de acuerdo para que la Comisión Federal de Competencia investigue a Aeroméxico por supuestas prácticas monopólicas.
Pero, eso es obvio, sí había dos empresas grandes y esas eran Mexicana y Aeroméxico, lo cual, la quiebra de una de ellas debería ser la perdición de la otra.
Esto sólo parece suceder en México. ¿No sería mejor darle condiciones a las pequeñas o a las aerolíneas mal llamadas de bajo costo para que puedan crecer, sin que ello se traduzca en debilitar o castigar a la grande?
Hay que voltear a ver a otros países, donde hay duopolios o incluso monopolios que se centran en un negocio; lo malo no es que ello suceda, sino que las autoridades no tengan las suficientes líneas para que no se caiga en abusos.
Además hay otro punto: la oferta y demanda también juegan un punto a favor del sector; sólo se requieren puntos para que el sector no caiga en una guerra tarifaria.
No se puede castigar a los grandes esperando que las pequeñas crezcan; es mejor apoyar a las pequeñas para que también se vuelvan grandes. Pero en este sector hemos visto que cada diez años desaparecen por lo menos cinco aerolíneas.
Esto no mandaría señales para que ya se puedan sentar las bases firmes en el sector aéreo, comenzando por una real política aeronáutica.
Por lo pronto, resulta misteriosa la decisión que se toma en torno a Aeroméxico, porque la Cámara de Diputados apenas ha tenido tiempo de sentarse en las curules y entre sus prioridades no se ha visto la aviación, puesto que si supieran bien de qué hablan empezarían por urgir al Ejecutivo a que apoye la resolución del caso Mexicana para darle carpetazo al tema.
Pero todo parece indicar que este tema se deja de lado, en espera de que el tiempo sea el mejor aliado de los ex dueños.
De ahí la cuestión de si no sería mejor que los diputados pidieran una investigación a fondo del tema aéreo, que culminó con el Concurso Mercantil de Mexicana, caso donde hay denuncias que ninguna autoridad calderonista quiso investigar.
En fin, habrá que seguir los pasos de esta nueva legislatura en la Cámara de Diputados, pero sobre todo de las decisiones de la SCT y de la CFC.
Porque de que hace falta darle bases al sector que lo pongan en vuelo alto es una realidad, pues las pérdidas del ramo representan casi la caída de 40% de la afluencia y su proyección de crecimiento es hasta 2015, así que la pregunta debería ser, ¿cuáles son las bases o cuál es la mejor política aeronáutica que requiere esta industria?