16 abril 2012

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Tenedora K quiere más
BALANCE GENERAL


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Empresa

Detrás del circo armado por la Tenedora K, dueña del 95% de las acciones del Nuevo Grupo Aeronáutico, la controladora de Mexicana de Aviación, al señalar que ante la apatía de Med Atlántica por adquirir los papeles buscaría a otro comprador, está la pretensión de sacarle más jugo a sus fichas.
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Tenedora K quiere más


La intención de la firma derivada del fondo estadounidense Advent es adjudicarse, en el río revuelto de la rebatiña de acreedores ante una eventual declaratoria de quiebra de la línea aérea, los talleres de mantenimiento de ésta.


Estamos hablando de la única unidad de la compañía aérea comercial más antigua del país que se mantiene como negocio en marcha.


De hecho, pese al escándalo desatado por la salida de las pistas de Mexicana, se han mantenido intactos los contratos pactados con firmas del ramo nacionales y extranjeras.


Estamos hablando, pues, de la única fuente de ingresos de la aerolínea que acumula ya año y medio en proceso de concurso mercantil o quiebra ordenada.


Las cuentas de la empresa están en la mira de sus principales acreedores en la pretensión de colocar un interventor.


Colocada originalmente la exigencia por tres instancias oficiales: el Banco Nacional de Comercio Exterior, Aeropuertos y Servicios Auxiliares y el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, a éstas se sumó el Banco Mercantil del Norte.


Lo cierto es que la Tenedora K, firma que se creó expresamente para servir de puente entre la salida de los ex dueños de la línea aérea, encabezados por Gastón Azcárraga Andrade, y la llegada de un nuevo comprador, es decir como una suerte de intermediaria en la transición, le ha colocado decenas de piedritas al camino.


Adquiridas las acciones al precio simbólico de mil pesos, de pronto alegó que el nuevo dueño debería cubrirle sus gastos realizados, exigiendo, de entrada, tres millones de dólares, que se volverían cinco y luego diez.


Más aún, ahora resulta que además habría que pagar el Impuesto al Valor Agregado, lo que no contempla la ley en este tipo de transacciones.


Y si le seguimos, se colocó en la mesa la exigencia de firmar una cláusula para librar de toda responsabilidad futura a la firma.


Lo curioso del asunto, es que aún cuando el representante de la Tenedora K, Jorge Gastélum, señaló haber acudido con el juez del concurso mercantil, Felipe Consuelo Soto, para señalarle que cancelaría su negociación con Med Atlántica, éste recibió sólo un comunicado sin firma.


El problema es que la firma en posesión de los papeles de Mexicana no tiene autoridad para decidir quién sí y quién no.


Por lo pronto, Med Atlántica no ha recibido notificación alguna por parte de la Tenedora K de la cancelación de la negociación, reiterando que hasta hoy sigue firme su intención de rescatar a la línea aérea.


De hecho, hasta el miércoles pasado se habían allanado tres cuartas partes de las condiciones que había puesto en la mesa la vendedora, sin que se hubiera planteado ruptura alguna. Más aún, a la cita que según la Tenedora K había incumplido, jamás se le convocó.


Lo grave del caso es que en la feria de dimes y diretes se le están cayendo al conciliador y administrador de la línea aérea, Gerardo Badín, algunos acuerdos alcanzados con los acreedores en materia de quitas.


El énfasis se da con las empresas estadounidenses que habían manifestado disposición plena para permitir el regreso a las pistas de la empresa. De hecho, la mayoría de las arrendadoras de aviones había ofrecido cancelar su deuda a cambio de mantener al cliente.


¿Maleficio contra Mexicana o juego de intereses de tirios y troyanos para evitar su competencia?


Colocados en la mesa por la Bolsa Mexicana de Valores nuevos requisitos para las emisoras que integran el Índice de Precios y Cotizaciones, es decir el ramillete de valores en cotización que determina el vaivén del mercado, el río revuelto provocó caos entre los inversionistas.


En la incertidumbre sobre cuántas firmas llenarían realmente las casillas, y cuál será, en tal caso, el impacto de su salida, el viernes pasado se derrumbaba el precio de los papeles de una docena de firmas, entre ellas Cementos Mexicanos, Axtel y Grupo Geo.


La más afectada era Elektra, cuyos valores sufrían su tercera caída al hilo. De acuerdo al nuevo escenario, para integrar el ramillete privilegiado, se requiere que las emisoras mantengan un mínimo de 12% de su capital en cotización, es decir acciones con opción de compra-venta o que representen un valor contable de al menos 10 mil millones de pesos.


En paralelo, el valor de capitalización de las acciones ubicadas como "flotantes" deberá ser mayor o igual a 0.1% del costo de capitalización de la muestra del Índice de Precios y Cotizaciones. De acuerdo a la Bolsa, el impacto real de lo que se califica como "ajustes", llegará hasta septiembre.