01 abril 2012

DEL CORREO DEL BLOG

Sra. Josefina Vázquez Mota

Presente:

En respuesta a sus declaraciones en Radio Fórmula:

La palabra es la expresión del pensamiento y las metáforas se utilizan para describir situaciones análogas y está sujeta a reglas (le recomiendo ampliar la información en internet); la que usted utilizó en referencia a los empleados de Mexicana es simplista y carece de analogía, me explico;

1.- No era su casa, no es anfitriona, es una figura pública que utiliza espacios públicos para expresar sus propuestas con miras a convencer a la gente de que sus ideas de cómo gobernar al país son las más adecuadas. Un anfitrión no invita a su casa a personas a quienes trata de convencer de algo, de ser así se llama de otra manera.

2.- El desaguisado se dio por la intolerancia de sus seguidores ante las demandas de los trabajadores; pretendieron que el acto no se viera afectado ni con el pétalo de una reclamación, triste posición de corifeos que apoyan a un candidato que va a tener (si gana) ante sí problemas mucho más complejos que un puñado de personas pidiendo solución a sus problemas (no sirven las campañas también para demostrar el aplomo con el que se enfrentará a situaciones no previstas).

3.- Considerarlos “invitados descorteses” trastoca la relación que un gobernante tiene con sus gobernados; insisto ni es anfitriona ni son sus invitados, pensarlos así hace que la relación sea disímbola en donde “el anfitrión” se erige en una persona a la que se le debe respeto más allá de las diferencias, pues soy “invitado” y en agradecimiento a la deferencia de haber sido recibido por mi “anfitrión” me obliga a guardar la compostura y dejar mis reclamos para otra ocasión.

4.- Ni golpearon ni tiraron la puerta, eso lo  hace un vándalo y los trabajadores de Mexicana no son vándalos, la invito a que visite el plantón y se dé cuenta de las condiciones de limpieza en las que está y el respeto que se tiene por los automovilistas y peatones que por ahí transitan.

Por cierto le recomiendo lea a Hegel “Fenomenología del Espíritu”, seguramente le servirá entender su dialéctica del amo y el esclavo, filosofía con un cuerpo teórico sólido.

Como colofón le preguntó si no perdió una gran oportunidad; imagine los encabezados “Josefina Vázquez Mota recibe a los trabajadores de Mexicana y escucha sus demandas” no la hubieran comprometido a nada o sí.

Atentamente


Iván Franco de la Fuente