17 enero 2012

DE LA COLUMNA DE ROSARIO AVILÉS

El Estado rémora y la incertidumbre jurídica

Rosario Avilés | Opinión 2012-01-17 | Hora de creación: 21:23:55| Ultima modificación: 00:15:49



Por estos días anda en México el presidente de la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano José Ángel Gurría. A contrapelo de las visiones triunfalistas, el ex secretario de Hacienda ha puesto el dedo en la llaga a cerca de dos o tres temas que están atorando gravemente a la economía mexicana. Es decir: no basta con no gastar dinero, hay que incentivar el mercado, crear competitividad, crecer, crear empleos y eso simplemente no sucede.

Nos han repetido hasta el cansancio que hay estabilidad económica (como si este gobierno la hubiera inventado de la nada) cuando todos sabemos que esa receta ni es nueva, ni es blanquiazul y más bien pertenece a los auténticos dueños de México que son quienes le prestan el balón a un partido o al otro. Pero de eso a hacer bien el trabajo hay kilómetros de distancia.

Por lo pronto, en el rubro del transporte aéreo nuestros funcionarios se han dedicado al “dolce far niente”, esperando que los problemas se resuelvan solos. Esto, huelga decirlo, no va a suceder. Lo que puede pasar con los problemas que no se resuelven es que se agraven, pero no que se resuelvan solos (esto no viene en el texto de Dornbusch y Fisher, Eco 1, pero es una verdad de a kilo).

Lo que puede suceder es que las cosas empeoren. Que por no querer actuar y, sobre todo no tener que resolver con los famosos “valores” (ética, responsabilidad, justicia, que tampoco vienen en el texto de Eco 1, pero también son verdaderos), se dejen crecer los problemas para que dentro de 11 meses llegue un nuevo gobierno que tenga que resolverlos, o simplemente que todo se resuelva “a la mala”.

En todo caso, esto lo único que crea es incertidumbre jurídica. Por eso los inversionistas cobran esas primas del llamado “riesgo país” (que sí se explica en Eco 1) y que es una sobretasa que es la responsable de que las tasas de interés y la rentabilidad en México tengan que ser mayores para compensar precisamente esa incertidumbre.

Total, que paguen los mexicanos, que somos tan ignorantes que no sabemos distinguir entre un funcionario que no hace nada y otro que sí trabaje; uno que sí cumpla con lo que dice la Ley y la Constitución y otro que no más dice que cumple; uno que impide que las empresas se reestructuren mientras solapa la impunidad y la ineficiencia y otro que cumple con la ley, procura que las empresas mexicanas salgan adelante, vela por el empleo bien remunerado y persigue a quienes han cometido delitos. ¿Ven la diferencia? Ni que fuéramos tan obtusos.

El problema es que los mismos empresarios sufren las consecuencias de las políticas que se hacen supuestamente para favorecerlos a ellos. ¿Le sirve a Interjet y a Volaris la incertidumbre jurídica que se está gestando en el caso del transporte aéreo? La verdad es que no, aunque ellos crean que sacarán beneficio de este limbo al que los está arrastrando el gobierno federal.

Los tienen contentos con unas cuantas migajas, prometiéndoles más, solapando todo lo que pueda suceder en el terreno laboral y operacional para llevar la fiesta en paz. ¿Sirve a alguien esta supuesta “paz”? La verdad es que no, sólo retrasa el momento del desenlace, suponemos que quienes lo promueven tienen la esperanza de ya no estar ahí para cuando haya problemas y como en este país nadie rinde cuentas y nadie paga las consecuencias de sus actos tienen la impunidad ganada.

Lo único sensato que la administración podría hacer en este momento es ponerse a trabajar, dejar de frenar la reestructura de Mexicana (lo mejor sería apoyarla, pero con que ya no estorben sería suficiente) y dejar bien distribuido el mercado, con certidumbre jurídica, con seguridad para todos. Sería lo único decente que este país aguanta (aunque tampoco esté en el texto de Eco 1).

Lo oí en 123.45: El viernes pasado el Presidente propuso promover créditos de bancos para financiar la educación privada superior. ¡Qué curioso! ¿Para qué promover créditos privados, si los nuevos profesionistas no van a poder pagar las mensualidades una vez que han egresado? Para muestra basta un botón: hasta ahora la única cosa clara en el desastre del transporte aéreo es que los tripulantes y en general los trabajadores de las aerolíneas, ganan menos y tienen menos garantías y protecciones. Cuando menos deberían tener vergüenza y ahorrarse la burla