Cielos abiertos, ojos cerrados
Rosario Avilés | Opinión 2011-08-02 | Hora de creación: 21:16:11| Ultima modificación: 21:16:11
La secretaria de Turismo, Gloria Guevara y sus corifeos (entre otras la directora de Fonatur. No cabe duda que Dios las crea y ellas se juntan), están haciendo sus mejores esfuerzos por acabar con lo poquito de la aviación mexicana que nos queda.
Ahora que se está abriendo la negociación del acuerdo bilateral con Canadá no han perdido la oportunidad de opinar sobre “la conveniencia” de abrir todo lo posible las opciones para que exista no sólo múltiple designación, apertura total, etc., sino incluso cabotaje.
Al final, a quien nada le ha costado mantener mercados, a quien no comprende las implicaciones de las aperturas indiscriminadas a cambio de nada, lo más fácil es opinar y quedar bien con lo “políticamente correcto”. No importa que después pase como a aquella trabajadora del “sexoservicio” que lloraba cuando se enteró que sus colegas cobraban.
El problema de todo esto es que la administración calderonista —ya en el ocaso de sus días y de su prestigio— está terminando de enterrar todo aquello que suene a competitividad y a fuerza de nuestro país en las actividades económicas que podrían dejarnos divisas suficientes.
Por ahora sólo se habla del bilateral con Canadá, pero ya se ha escuchado en las oficinas de Masaryk la especie de que este “dúo dinámico” pretende influir para que –cuando antes- se empiece a cocinar el asunto de los cielos abiertos, es decir, que nuestro país ingrese sin más trámite y sin obtener absolutamente ninguna ventaja (¿para qué?, se preguntarán las “chicas listas”) a cambio.
Nadie les ha comentado, por ejemplo, que su país favorito, Estados Unidos, tardó más de diez años en negociar su acuerdo con la Unión Europea y que, una vez que se ha firmado dicho acuerdo, tardará aún bastantes más años en tener plena vigencia.
Mientras tanto, cada determinado plazo delegaciones de la UE y de EU se reúnen para discutir con todo detalle los términos de la apertura. Todo ello, porque son países serios, responsables, con gobiernos que saben lo que están haciendo y a los cuales se les pide que rindan cuentas.
Como en este país no existe tal cosa como conciencia de lo que está ocurriendo, hay una impunidad escandalosa y a los nulos resultados de las gestiones de los secretarios de Comunicaciones (incluidos sus subsecretarios y directores que los acompañan), Turismo y demás, se aúna el hecho de que a nadie parece importarle el futuro de la aviación mexicana.
A pesar de lo que le ha costado al país, siguen deteniendo la solución para Mexicana de Aviación. La cuenta es tal que ni descontándoles todos los salarios a los funcionarios (ir) responsables juntos lograrían devolverle al país lo que esta criminal forma de sabotear una empresa le está haciendo a la nación.
Es hora de que el bajo costo se les aplique a los funcionarios públicos, sólo para que vean lo que realmente se siente y para demostrar que para malas decisiones no hace falta pagar como si fueran talentos verdaderos.
Es precisamente por esta inconciencia y esta impunidad que los “listos” con iniciativa han podido hacer lo que han querido sin que nadie pueda frenarlos. Lo mismo en el tema del turismo que en el de la aviación.
Y el mejor distractor que han encontrado las autoridades es marear al respetable con el tema del narco. La emergencia es tal en el tema de seguridad que esto da margen para que las autoridades designadas hagan y deshagan a su antojo en todos los demás temas, al fin que a nadie la importa porque lo esencial –la vida misma y la seguridad de nuestros hijos- está en peligro.
Pero como no hay mal que dure cien años, es obvio que más temprano que tarde habrá quien despierte de la pesadilla, de modo que aún hay esperanza de que al menos se hagan juicios políticos por la forma como se ha estado dilapidando el patrimonio nacional. Al tiempo.
raviles_2@prodigy.net.mx
Rosario Avilés | Opinión 2011-08-02 | Hora de creación: 21:16:11| Ultima modificación: 21:16:11
La secretaria de Turismo, Gloria Guevara y sus corifeos (entre otras la directora de Fonatur. No cabe duda que Dios las crea y ellas se juntan), están haciendo sus mejores esfuerzos por acabar con lo poquito de la aviación mexicana que nos queda.
Ahora que se está abriendo la negociación del acuerdo bilateral con Canadá no han perdido la oportunidad de opinar sobre “la conveniencia” de abrir todo lo posible las opciones para que exista no sólo múltiple designación, apertura total, etc., sino incluso cabotaje.
Al final, a quien nada le ha costado mantener mercados, a quien no comprende las implicaciones de las aperturas indiscriminadas a cambio de nada, lo más fácil es opinar y quedar bien con lo “políticamente correcto”. No importa que después pase como a aquella trabajadora del “sexoservicio” que lloraba cuando se enteró que sus colegas cobraban.
El problema de todo esto es que la administración calderonista —ya en el ocaso de sus días y de su prestigio— está terminando de enterrar todo aquello que suene a competitividad y a fuerza de nuestro país en las actividades económicas que podrían dejarnos divisas suficientes.
Por ahora sólo se habla del bilateral con Canadá, pero ya se ha escuchado en las oficinas de Masaryk la especie de que este “dúo dinámico” pretende influir para que –cuando antes- se empiece a cocinar el asunto de los cielos abiertos, es decir, que nuestro país ingrese sin más trámite y sin obtener absolutamente ninguna ventaja (¿para qué?, se preguntarán las “chicas listas”) a cambio.
Nadie les ha comentado, por ejemplo, que su país favorito, Estados Unidos, tardó más de diez años en negociar su acuerdo con la Unión Europea y que, una vez que se ha firmado dicho acuerdo, tardará aún bastantes más años en tener plena vigencia.
Mientras tanto, cada determinado plazo delegaciones de la UE y de EU se reúnen para discutir con todo detalle los términos de la apertura. Todo ello, porque son países serios, responsables, con gobiernos que saben lo que están haciendo y a los cuales se les pide que rindan cuentas.
Como en este país no existe tal cosa como conciencia de lo que está ocurriendo, hay una impunidad escandalosa y a los nulos resultados de las gestiones de los secretarios de Comunicaciones (incluidos sus subsecretarios y directores que los acompañan), Turismo y demás, se aúna el hecho de que a nadie parece importarle el futuro de la aviación mexicana.
A pesar de lo que le ha costado al país, siguen deteniendo la solución para Mexicana de Aviación. La cuenta es tal que ni descontándoles todos los salarios a los funcionarios (ir) responsables juntos lograrían devolverle al país lo que esta criminal forma de sabotear una empresa le está haciendo a la nación.
Es hora de que el bajo costo se les aplique a los funcionarios públicos, sólo para que vean lo que realmente se siente y para demostrar que para malas decisiones no hace falta pagar como si fueran talentos verdaderos.
Es precisamente por esta inconciencia y esta impunidad que los “listos” con iniciativa han podido hacer lo que han querido sin que nadie pueda frenarlos. Lo mismo en el tema del turismo que en el de la aviación.
Y el mejor distractor que han encontrado las autoridades es marear al respetable con el tema del narco. La emergencia es tal en el tema de seguridad que esto da margen para que las autoridades designadas hagan y deshagan a su antojo en todos los demás temas, al fin que a nadie la importa porque lo esencial –la vida misma y la seguridad de nuestros hijos- está en peligro.
Pero como no hay mal que dure cien años, es obvio que más temprano que tarde habrá quien despierte de la pesadilla, de modo que aún hay esperanza de que al menos se hagan juicios políticos por la forma como se ha estado dilapidando el patrimonio nacional. Al tiempo.
raviles_2@prodigy.net.mx
