17 mayo 2011

DE LA COLUMNA DE ROSARIO ÁVILES

Diez años después...
Rosario Avilés |  Opinión     2011-05-17  | Hora de creación: 21:14:14| Ultima modificación: 01:02:41




 Al iniciarse este siglo, la industria del transporte aéreo a nivel mundial estaba lista para celebrar sus primeros cien años en medio de un balance bastante halagüeño: si en diciembre de 1903 los hermanos Wright habían desafiado a los científicos más conspicuos que aseguraban que un aparato más pesado que el aire jamás volaría, para inicios del siglo XXI el transporte aéreo ya era cosa de todos los días, en todos los continentes y de un crecimiento constante.

 No obstante, ya entonces se mostraban algunos signos de las fallas estructurales que aquejaban al sector, pero que pudieron haber sido enfrentados con cierta tranquilidad de no haber sido por los ataques del 11 de septiembre del 2001 que aceleraron la urgencia de resolver las principales contradicciones.

 En estos diez años, en efecto, la industria del transporte aéreo ha tenido que hacer algunas de las más grandes reformas de su historia. Desde replantearse su función como herramienta de competitividad de las naciones —el cual es ahora más relevante que hace una década—, hasta trabajar en cambios profundos para bajar sus costos, incrementar su eficiencia y moldear un futuro estable.

 De este modo, en una década la productividad global del sector se incrementó en un sorprendente 63 por ciento, mientras que los ahorros en costos operativos superaron los 55 mil millones de dólares y todo ello en medio de una enorme incertidumbre motivada por diversos factores que arrojaron pérdidas similares a este recorte de gastos.

 Uno de los vicepresidentes de Delta Airlines, el señor Hirst, señaló recientemente que las tarifas aéreas se han reducido en un 33 por ciento desde 1993 mientras que la eficiencia se ha incrementado un 74 por ciento en el uso de combustibles y un 17 por ciento en el uso de las aeronaves.

 La década de la crisis se convirtió, pues, en la década de la oportunidad y hoy el transporte aéreo mundial está más preparado para enfrentar los enormes retos que todavía tiene delante.

 El más importante es, desde luego, sus márgenes de rentabilidad que –a pesar de los grandes esfuerzos ya mencionados- no rebasan en los mejores años el 3 por ciento, frente a un 7-8 por ciento mínimo que mantiene el sector financiero, lo cual se convierte en uno de los principales problemas de la aviación a nivel mundial.

 Otros retos de gran envergadura tienen que ver con la estructura de los convenios bilaterales, las legislaciones restrictivas y el necesario equilibrio entre seguridad y facilitación de los viajes, todo lo cual es revisado constantemente y forma parte de la agenda de organismos como la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, formado por aerolíneas) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI, donde se dan cita gobiernos e instituciones de alto nivel, como la Federación de Asociaciones de Pilotos de Línea Aérea, IFALPA).

 Pero todo este devenir de la industria pareciera discurrir en un universo que nuestro país no tiene en el radar (¿tendrá radar o estaremos en manos de adivinos-brujos que tantean el horizonte?).

 Mientras el mundo gira y toma decisiones, los países apoyan a sus aerolíneas (sí, las apoyan con dinero, con SUBSIDIOS, señores subsecretarios y secretarios mexicanos), las apoyan con normatividades que les permiten tener VENTAJAS (sí, ventajas para sus países, señores funcionarios) y dan créditos (sí, CRÉDITOS, señores directores de ASA y del AICM, de Bancomext y Seneam).

 Pero, desde luego, nadie se lleva el dinero con rumbo desconocido y si así fuera lo buscan, lo arrestan, lo investigan, lo juzgan, lo castigan y los responsables —no las víctimas— pagan sus errores.

 Todo esto lo hacen los países del mundo para que sus sectores de transporte aéreo den competitividad a sus países. La OACI consulta la opinión calificada de los tripulantes de aeronaves y el mundo avanza, la aviación crece porque todos trabajan en conjunto, las tarifas BAJAN (sí, en el mundo las tarifas bajan) y las perspectivas son bastante buenas. Lástima que en México seguimos la política del avestruz.

 Lo oí en 123.45: Que un grupo de ex directivos de Mexicana puso una consultoría de Aviación. Su principal producto es: cómo quebrar a la mejor empresa en 3 patadas y salirse con la suya.





 raviles_2@prodigy.net.mx