06 abril 2010

DE LA COLUMNA DE ROSARIO AVILÉS

Opinión de
Despegues y aterrizajes(Rosario Avilés | )

La OACI y la seguridad aérea
Rosario Avilés | Opinión
Martes 6 de Abril, 2010 | Hora de modificación: 02:01

Una de las discusiones que siempre están pendientes y que en los tiempos en que nadie sabe para dónde va el mundo, si existen las ideologías o ya llegó el tiempo de replantearse el modelo económico, tiene qué ver con el Estado, su razón de ser y sus obligaciones. Los teóricos del Estado, los pensadores y los políticos siempre tienen a la mano la primera de las obligaciones del Estado como tal: garantizar la seguridad de la población.

Sin embargo, ya en la práctica, parece ser que el tema se vuelve escurridizo y gelatinoso. En países como el nuestro, por ejemplo, el tema seguridad ha dejado de ser un bonito discurso para convertirse en un reclamo social constante. Después de todo, y especialmente después de la furiosa era de la privatización, ¿para qué queremos al estado, al gobierno, si no es capaz de garantizar la seguridad de las personas? Sin esta condición primordial todo lo demás puede ser absorbido por los privados y no pasaría nada.

En el caso de la aviación tenemos dos partes igualmente importantes. La seguridad en vuelo y en tierra. Ambas son parte de una misma tarea y no en balde después del 11 de septiembre del 2001, el gobierno de los Estados Unidos se dio cuenta de su error al haber permitido que la vigilancia de este tema tan importante quedará en manos de compañías privadas que solían contratar personal sin experiencia y sin calificaciones suficientes para hacerse cargo de una tarea que requiere cuidados especiales.

Sin más preámbulos, luego del 11-S al gobierno estadounidense simplemente estatizó el servicio y se hizo cargo de todo el personal dedicado a revisar equipajes y pasajeros de todos los aeropuertos de ese país, aumentando de golpe en más de 30,000 empleados la nómina oficial. También creó la Agencia Federal de Seguridad en el Transporte y ha modificado absolutamente todos los protocolos de seguridad y constantemente hace adecuaciones.

Los cambios más recientes se hicieron en estos días, cuando la señora Napolitano anunció nuevas medidas que incluirán tecnologías de información, perfiles de los pasajeros, filtros visibles y no visibles e incluso revisiones que no estaban activas en vuelos al interior de los Estados Unidos. Nadie cuestiona, por cierto, estas medidas. Es verdad que volar se ha vuelto una pesadilla pero los viajeros lo padecen casi con estoicismo porque es obvio que por encima de la comodidad está la seguridad.

Pero hay otro aspecto en donde no parece estar tan clara la responsabilidad y es lo que tiene que ver con la seguridad operacional. También en estos días se realizó una reunión macro de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a donde acudieron 600 representantes, 150 de ellos con derechos a voto, en la cual se discutieron aspectos como la seguridad de operaciones de las aerolíneas y se rechazó una iniciativa de la OACI para que ese organismo sea el que determine cuáles aerolíneas tienen permiso oficial de volar de acuerdo a su nivel de fiabilidad.

Aun cuando los delegados de los países reconocen que la OACI es el organismo que más aporta en materia de seguridad aérea, se negaron a darle un papel de regulador y más bien han propuesto que se convierta en un más eficiente proveedor de información para el público, información que servirá para que los consumidores -responsablemente, se supone- elijan si se suben o no a una aeronave de determinada aerolínea.

Es evidente que el papel de la OACI no está siendo bien calibrado por quienes acuden a sus reuniones. Después de todo…¿para qué serviría un organismo multilateral gubernamental si sólo provee información o desarrolla tips de seguridad? Pero la culpa también la tienen quienes desde la OACI han renunciado a modernizar los convenios bilaterales y, tal vez, convertirlos en multilaterales para promover una aviación más globalizada y eficiente. No cabe duda, aquellos que renuncian a cumplir su papel terminan por desaparecer y esto vale tanto para la seguridad aérea como para quienes tienen a su cargo la seguridad general de la población.

raviles_2@prodigy.net.mx