13 abril 2009

HAY QUE APRENDER DE LA HISTORIA

HOLA COMPAÑEROS:

DESPUÉS DE ESTOS DÍAS DE ASUETO, ME DIERON TIEMPO PARA REFLEXIONAR, PERO SOBRE TODO, PARA ENTENDER EL POR QUÉ EL SINDICATO ESTA COMO ESTA, LO QUE ME LLEVO A DARME CUENTA QUE TODO ES ESTA VIDA ES CÍCLICO, LA HISTORIA TIENDE A REPETIRSE.

LO MALO, ES QUE SEGUIMOS SIENDO LOS ÚNICOS DEL REINO ANIMAL QUE NOS TROPEZAMOS CON LA MISMA PIEDRA Y NOS NEGAMOS A APRENDER DE LOS ERRORES COMETIDOS AÑOS ATRÁS, ESTO ES, DESCONOCEMOS NUESTRA HISTORIA.

TODO ESTO VIENE A COLACIÓN PORQUE TENEMOS EN PUERTA LA PRÓXIMA REVISIÓN SALARIAL CON LOS COMPAÑEROS DE AEROMÉXICO Y ME GUSTARÍA COMPARTIR CON USTEDES UNOS FRAGMENTOS DE LO OCURRIDO EL 31 DE MAYO DE 2002.

LA INTENCIÓN, ES QUE APRENDAMOS A NO REPETIR LOS MISMOS ERRORES, ADEMÁS DE QUE ME PARECE SUMAMENTE INTERESANTE COMO DOCUMENTO HISTÓRICO.

SALUDOS

FRAGMENTOS, PARA LEER LA NOTA COMPLETA, DAR CLICK EN EL LINK.


La presión de la STPS en la negociación, determinante para concluir al paro de 6 horas

Se levanta breve huelga en Aeroméxico; logran sobrecargos alza salarial de 5.5%


De acuerdo con información del sindicato debieron suspenderse seis vuelos en las primeras cuatro horas de huelga y era obligatorio que los mil 504 sobrecargos de Aeroméxico interrumpieran labores en punto de la medianoche, pero ante "rumores" de que ya se había alcanzado un acuerdo en la STPS, las autoridades aeroportuarias permitieron la salida de algunos aviones de Aeroméxico.

En este ambiente, los sucesos previos y posteriores a la hora formal del estallamiento evidenciaron también la división interna que prevalece en este gremio entre aquellos identificados con la ex líder de ASSA, Alejandra Barrales, y los que impidieron la reforma estatutaria para que la diputada perredista con licencia pudiera relegirse por segunda ocasión al frente de este gremio.

¡Hay que estallar!

La confusión y fricciones entre los sobrecargos -que Aragón calificó como "nerviosismo y diferencias naturales"- se inició en la asamblea previa al estallamiento en la que se fijó un "tope de negociación" de 5.5 por ciento directo al salario y 2.5 por ciento en prestaciones.

Los llamados barralistas y sus opositores dijeron entonces que había una "tregua" para tratar de unificar al gremio en los momentos en que la empresa bajó incluso su oferta como forma de presionar a la dirigencia.

Como en los años anteriores (1998, 2000 y 2001) en que se alistaban para estallar una huelga, los sobrecargos fueron llenando poco a poco el auditorio de la sede sindical en espera de una comunicación de su dirigente, vía celular o por radio.

Fue hasta las 23:50 horas que los ánimos se caldearon y empezó la gritería: ¡hay que estallar! ¡que Arturo se retire de la mesa! Entonces el presidente de la mesa de debates hacía esfuerzos por llamar al orden mientras que apenas se escuchaba la voz del dirigente: "La STPS espera la propuesta final por parte de la empresa, probablemente hay que hacer el estallamiento".

La respuesta en la asamblea fue unánime: ¡Noooo! Seis minutos después volvió a escucharse la voz de Aragón tratando de explicar que era un trámite necesario, pero los sobrecargos parecieron no entender. Después fueron cuatro minutos de silencio y, en punto de las 24 horas los sobrecargos exigían una votación que nunca llegó. Minutos más tarde aún entre rechiflas e insultos de todos contra todos, la mesa de debates trataba de hacerse escuchar: "el secretario general pide una decisión de si estallamos o no la huelga".

¡No llegamos hasta aquí para perder el tiempo! ¡estallen idiotas, son nuestros empleos!, se escuchaba desde la puerta lateral del auditorio. ¡Cálmense, escúchenme, por favor escuchen!, clamaba el presidente de la mesa, aunque la única respuesta fue más desorden e incluso un grupo furioso que pedía el ingreso de los reporteros al tiempo que otros empujaban a los camarógrafos de televisión hacia fuera. ¡Todos sabemos que la huelga no es legal!, ¿dónde está el acta del acuerdo de asamblea a favor de la huelga?, ¿hay huelga?... ¡fuera Aragón!, gritaban otros, que incluso ya pedían una hoja para recabar firmas y exigir la renuncia de su líder.

Luego, una larga espera de seis horas para que Aragón y el resto de la comisión negociadora regresaran con el convenio ya redactado bajo el brazo. En punto de las 6:20 horas los que aún permanecían en el auditorio, la mayoría afín al nuevo comité, votaron para levantar la peculiar huelga que en términos legales tuvo cumplimiento parcial.