19 junio 2008

DEL CORREO DEL BLOG

Ahora que se acerca la revision de contrato, me permito volver a transcribir una investigacion realizada por una prestigiosa universidad Española.
Saludos

Cap. Aldo Gonzalez

La frustración en el trabajo

Cuando un trabajador actúa para lograr un objetivo y encuentra alguna barrera u obstáculo que le impide lograrlo, se produce la frustración, que lleva a la persona a ciertas reacciones, tales como:

a) desorganización del comportamiento (conducta ilógica y sin explicación aparente);
b) agresividad (física, verbal y psicológica);
c) reacciones emocionales (ansiedad, aflicción, nerviosismo y otras manifestaciones como insomnio, problemas circulatorios, digestivos, etc.); y,
d) alienación, apatía y desinterés.

Es frecuente encontrar trabajadores “rendidos”, con la moral baja. Se reúnen con sus amigos y compañeros de trabajo para quejarse y, en algunos casos, se confabulan contra la empresa u optan por conductas impropias, como forma de reaccionar ante la frustración.

Por el contrario, los empleados incentivados generan un 60% más de rendimiento que los que carecen de un aliciente en su puesto de trabajo.

Esta es las razón por la que las compañías deberían valorar los costes que genera la aplicación de medidas "de calidad" para mantener a los empleados satisfechos y así lograr un incremento en la rentabilidad global de su negocio. Así lo confirma el estudio "Calidad Laboral y Productividad", realizado por el grupo de Análisis Cuantitativa Regional, (AQR-IREA), de la Universidad de Barcelona en 2006.