El desplome de Avolar
COLUMNAS
JUN 16, 2015 |
21:58
Signos Vitales
Alberto Aguirre M.
Periodista
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CREDITO:
Alberto Aguirre M.
George Antonio Nehme Name no estaba prófugo. El director general y principal accionista de Avolar llevaba seis años de ida y vuelta, entre La Jolla, California, y Guadalajara, Jalisco. En la última etapa, paradójicamente, era pasajero frecuente de Volaris, la línea aérea de bajo costo que se quedó con gran parte del mercado que hace una década quiso conquistar.
Hace cuatro años, sus socios acudieron a un juzgado civil para reclamar el cumplimiento de sus compromisos contractuales. Ese litigio derivó en un tortuoso proceso legal que en la última etapa resolvió el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Tras de nueve meses, policías ministeriales cumplimentaron la orden de aprehensión dictada por los magistrados. Nehme Name estaba en un Starbucks.
La captura del fundador de Avolar supone el punto final de una historia de falacias y escamoteos que se prolongó durante una década. Y es que justo en agosto del 2005 la aerolínea de bajo costo inició operaciones con un Boeing 737-500.
Con su base de operaciones en Tijuana y una cobertura de 16 aeropuertos, Avolar quiso convertirse en la primera línea binacional de bajo costo y trazó un ambicioso plan de expansión que contemplaba la adquisición de 20 aviones 737-700 para cubrir rutas cuyo destino final estaría en las principales ciudades de Arizona, California, Illinois, Nevada y Nueva York, además de Canadá.
Nehme Name presumía de estar respaldado por cercanos a la pareja presidencial y convenció a un grupo de inversionistas nacionales de involucrarse en el proyecto foxista de relanzar la aviación nacional, con la creación de líneas de bajo costo complementarias a Mexicana y Aeroméxico.
En el primer trimestre del 2007, el tenedor del grupo de control de Avolar gestionó un crédito revolvente con Grupo Ofem por $132 millones con una contraprestación que adjudicó 6% del capital social de la aerolínea a la sociedad financiera al final de ese año.
Para el 2008, Nehme Name les propuso tomar el control accionario de sus empresas -Aerolíneas Avolar y Grupo Avolar- mediante el fondeo de las mismas en operaciones que también involucrarían a Factoring Corporativo: serían 35 millones de dólares, a cambio de 30% del capital social.
Pero el desplome de Avolar era inevitable. Seis meses después de que Nehme Naime recibiera 97.3 millones de pesos en las cuentas de Avolar en Banco Santander, la SCT rescindió el permiso que había otorgado a la aerolínea. El empresario salió del país y los inversionistas desfalcados iniciaron acciones administrativas y penales para deslindar responsabilidades.
El socio fundador de Avolar había enganchado a sus socios financieros, quienes se habían comprometido a conseguir el financiamiento necesario para que Avolar pudiera saldar sus deudas existentes al 31 de marzo del 2008 y liberar de los pasivos existentes cualquier garantía personal otorgada por el socio fundador. Los créditos que le otorgarían Ofem, Factoring Corporativo y otras entidades serían mantenidos como líneas de crédito revolventes, cobrables hasta el 31 de diciembre del 2012.
¿Abuso de confianza o fraude genérico? Además del cobro de la deuda, los dueños de Ofem alegan que Nehmer Name les hizo creer de su liquidez y confiabilidad cuando ya estaba al borde del concurso mercantil.
El 11 de febrero, el juez Prudencio Jorge González Tenorio, interino en el juzgado 19 de lo penal en el Distrito Federal, valoró que no existía delito que perseguir y negó la orden de aprehensión, en la causa 17/2014.
El ministerio público interpuso un recurso de apelación ante la séptima sala penal del Tribunal Superior de Justicia, pero los magistrados determinaron que los agravios de los quejosos resultaron infundados, insuficientes e inoperantes. Y entonces, Mauricio Flores Castro, representante legal de Grupo Ofem, promovió una queja que quedó radicada en el expediente 500/2014-II. El 15 de agosto del 2014, el juzgado quinto de distrito de amparo en materia penal en el Distrito Federal resolvió dejar insubsistente la negativa de la orden de aprehensión.
El jueves 11, la orden judicial fue cumplimentada por policías ministeriales federales en Guadalajara. Nehme fue trasladado a la ciudad de México y recluido en el Reclusorio Oriente. A más tardar mañana, Beatriz Corona, encargada del juzgado 19 de lo penal, debe resolver sobre su situación jurídica. Aunque al ex director general y principal accionista de la extinta Avolar Aerolíneas se le investiga por otros fraudes en perjuicio de empresas como Factoring Corporativo e inversionistas como Roberto González Gracida, José Luis Fernández Prieto y Benjamín Nassar.