07 julio 2024

Un gremio limitado

 

Un gremio limitado  

Quiero dejar en claro lo siguiente, esto que a continuación voy a escribir y afortunadamente no engloba a todo el gremio de sobrecargos, quienes son unos verdaderos profesionales de la aviación, que día a día se empeñan por dejar fehacientemente que además de que les gusta su profesión, saben hacerlo con altos niveles de excelencia.

Captura de pantalla de Facebook


Descartando a ese grupo, hoy me enfocaré brevemente en ese grupúsculo de sobrecargos que lo son “porque no saben hacer otra cosa”, esos que en redes sociales insultan a diestra y siniestra con un nivel de un niño de tercero de primaria.

Ese pequeño grupo que cree que la aviación se reduce solamente a ser sobrecargo y de Aeroméxico, ese que es altamente manipulable y que cree a pie juntillas que acaban de tener “una exitosa revisión”.

Es triste constatar que “los viajes no necesariamente ilustran”, y esto lo digo principalmente porque incluso representantes sindicales, sí, te estoy hablando Amparo, sí tuviera el más mínimo grado de educación, no escribiría con sendas faltas de ortografía, no es un óbice que se le pueda pasar por alto.

En cambio hay otros dentro del sindicato, que han entendido cuál es su papel, y por lo menos demuestran educación, cosa que a otros evidentemente les falta. Tanto que se quejaron de la secta de “Ricardo Del Valle”, y ahora es el “Club de porristas de Ada”.

Así de limitados están, y todo aquel que disiente es “el enemigo”, son tan cortos de miras, que ese es su razonamiento primigenio. En fin, mucho no se puede hacer por un gremio que se regodea de su infinita ignorancia y que actúan más como cavernícolas, que como sobrecargos de aviación.

Y no es que sea la única que está viendo como la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México se está yendo al despeñadero, con una líder que “ni picha, ni cacha, ni deja batear”, no soy la única dentro del gremio de la aviación y del periodístico, que no se cuestione el actuar errante de Ada Salazar.

Ustedes sigan aplaudiendo, para que usar el cerebro y cuestionarse sí lo que se mandata desde el quinto piso es correcto o no, mucho menos les importa o les es relevante sí la próxima Asamblea Ordinaria será ilegal y que los acuerdos que de ahí emanen sean inválidos, porque ni siquiera se saben los estatutos, mucho menos les interesa investigar.

Me despido diciendo, qué pena me dan…

Ximena Garmendia
7 de julio de 2024