13 septiembre 2020

Siguiendo los pasos de su mentora

 

Siguiendo los pasos de su mentora

“La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”, dijo uno de los más importantes autores de la historia romana, Marco Tulio Cicerón. Existen muchas biografías de este personaje, pero todas coinciden en señalarlo como un excelente consejero y guía. Al ser miembro destacado del Senado de la República romana, fue el maestro y padrino político de muchos personajes a los que la historia les tenía reservado un lugar especial.

En la actualidad y en nuestro país, a nadie sorprenden los apadrinamientos políticos, y el sindicalismo no es la excepción. Sin embargo, los tiempos que vivimos nos obligan a poner especial atención en todos los detalles y circunstancias que han estado a la vista de nosotros todo este tempo, pero que hoy adquieren especial relevancia. Revisemos pues, lo que ha pasado en la ASSA de México, en su historia reciente.

No hace mucho tiempo que yo era una joven sobrecargo, y como muchos de nosotros, al incorporarme a las filas de Mexicana de Aviación, desconocía quiénes eran los representantes sindicales. Para subsanarlo, yo había acudido a las asambleas, pero me abstenía de votar. Pude ver que se peleaban y que existían “bandos”, pero para mí todo ese mundo era nuevo. La primera vez que pude ver frente a frente, y de cerca a mi Secretaria General fue cuando intentó modificar los estatutos que nos rigen. Ahí conocí a Alejandra Barrales; yo llegaba a “Coordinadora” (lugar dónde firmábamos para ir a nuestros vuelos), y encontré a la representación sindical en pleno, buscando los votos necesarios para modificar el estatuto, y así Alejandra se pudiera reelegir para un tercer periodo.



Me explicaron todos los beneficios que tenía que Alejandra se quedara tres años más al frente del sindicato, porque además, ella había entrado a una diputación plurinominal por el PRD, y podría comenzar a legislar a favor de los sobrecargos. ¡Era el momento de que la voz del gremio aeronáutico llegara a San Lázaro!, decían.

Por mis antecedentes familiares, no creo en la reelección; soy de la idea que si ya se terminó tu periodo de gestión, se acabó. Jamás he estado de acuerdo con los liderazgos sempiternos. Razón por la cual fui una de las sobrecargos que votó en contra de la posibilidad de que Alejandra Barrales contendiera por una tercera ocasión. Mi estatuto fue y sigue siendo muy claro:” Artículo 64.- Ningún Miembro podrá desempeñar el mismo puesto por más de seis años.” Dejo imagen de los últimos estatutos certificados.



Tras el fracaso de Alejandra Barrales para quedarse un tercer periodo, “apadrinó” como candidata para la Secretaría General a su amiga del alma, Leticia Esther Varela Martínez, conocida por todos como Lety Varela. Pero después de 6 años con Alejandra al frente del sindicato, los agremiados a la ASSA ya estaban cansados del grupo de “Barralistas”, así que esas elecciones fueron apoteósicas. La Secretaría General y una tercera parte de la representación la ganó la oposición, y Arturo Aragón quedó al frente de la organización sindical, el 1° de febrero de 2001. Cuatro meses después, Julia Cabrera, recién nombrada Secretaria de Previsión Social de ASSA, descubre unas irregularidades en el tema de los Seguros que se tenían contratados en la Asociación. Para contarnos esta historia, busqué una voz autorizada y protagonista en este caso. Agradezco desde ahora la entrevista que de viva voz nos dio, y que ahora doy a conocer:



Ximena Garmendia: Buenas tardes, ¿tú nombre, cargo en el sindicato y en qué fechas estuviste laborando ahí?

Hugo Castro Lozada: Buenas tardes, me llamo Hugo Castro Lozada, fui vocal del Tribunal de Honor y Justicia del año 2002 al 2005.

X.G.: ¿Me cuentas la historia que hubo con el caso de las irregularidades con los Seguros en ASSA?

H.C.L.: Claro que sí, con mucho gusto. Mira, yo entré en el año 2002 como vocal del Tribunal de Honor y Justicia, sin embargo, la entonces Secretaria de Previsión Social, Julia Cabrera había denunciado ante la Comisión de Vigilancia, varias irregularidades con respecto al tema de los seguros que se tenían contratados en el sindicato, pero no se había podido hacer la investigación.

X.G: ¿Por qué es hasta el 2002 que se comienza a investigar esa consignación?

H.C.L.: El Presidente de la Comisión de Vigilancia Javier Tinoco Balcorta, no pudo hacer la investigación en el año que se hizo la consignación 2001, porque el estatuto establece que cualquier investigación se tiene que hacer mínimo con dos miembros de la Comisión, en ese tiempo estaban Sergio Loya y Leticia Varela como Secretario y Vocal respectivamente, ambos amigos íntimos de Alejandra Barrales. Es al año siguiente, 2002, que entra a la vocalía Mavi Bada en lugar de Leticia Varela cuando se empieza a realizar los trabajos de investigación. Una vez que concluyeron las investigaciones competentes, el expediente fue turnado al Tribunal de Honor y Justicia.

X.G.: ¿Qué hiciste cuando les turnaron a ustedes el expediente?

H.C.L.: Lo que hicimos fue una ampliación a la investigación, para posteriormente convocar a asamblea y sancionar a los responsables. Ya que se había descubierto que el agente de seguros Adrián Eduardo Abonce Salazar tenía 5 cuentas aperturadas con Bancomer con documentación del sindicato. Se nos había dicho que la póliza que se tenía con Inbursa no daba dividendos y nuestra sorpresa fue encontrar que $5,654,588.50 (Cinco millones seiscientos cincuenta y cuatro mil quinientos ochenta y ocho pesos, con cincuenta centavos) de dividendos jamás entraron a las arcas de la Asociación Sindical.

X.G.: ¿Cuándo descubren que habían estado meses sin seguro de vida, cuáles fueron tus sentimientos?

H.C.L: Robado, burlado, me dio mucho coraje, era una burla para todos los sobrecargos, porque se nos descontó por un seguro que no daba dividendos y cual va siendo la sorpresa de que no era así.

X.G.: ¿Qué lograron en esa Asamblea?

H.C.L.: Sancionar a los culpables. A la única que no pudimos darle una sanción porque literalmente sacaron gente de sus casas para que fuera a votar a favor de ella, fue a Leticia Varela, pero todos, incluida Alejandra se fue con seis meses de sanción sindical.

X.G.: Muchísimas gracias por la entrevista.

Lo antes narrado sucedió hace ya 18 años. Gracias a valiosos testimonios como el que acabamos de transcribir, y por la hemeroteca digital de algunos medios, es que podemos recordarlo:

http://www.cronica.com.mx/notas/2004/149979.html, https://www.cronica.com.mx/notas/2004/152669.html, https://www.proceso.com.mx/538917/en-la-trayectoria-de-barrales-multiples-acusaciones-de-corrupcion

Sigamos con otra cita de Cicerón: “No basta con alcanzar el conocimiento, es necesario saber utilizarlo”. Y es aquí mis queridos lectores donde estamos obligados a utilizar la información  que tenemos a nuestro alcance, y buscar la que nos es velada, para no repetir los errores del pasado. Es de todos conocido que Ricardo Del Valle, actual Secretario General de la ASSA de México, es ahijado político de Alejandra Barrales. La relación quedó evidenciada al grado que en 2018 la sede sindical se convirtió en la segunda casa de campaña.



Parece que Ricardo Del Valle quiere seguir los pasos de su mentora, tratando de colarse a la política electoral mexicana. Ya no de la mano de Barrales, que salió bastante mal parada de la competencia por la CDMX en 2018, sino otra amiga: Leticia Varela, también involucrada en el escándalo del fraude a los Seguros de Vida. Dicen que la vida es cíclica y en estos tensos momentos, en que los sobrecargos están padeciendo de rotaciones y mermas en sus ingresos, aparece el fantasma de una nueva “irregularidad” en el horizonte. ¿El tema?, sí señores, adivinaron: el Seguro de Vida de los sobrecargos.

La defensa “a capa y espada” que ha hecho Ricardo Del Valle por cada uno de los agremiados está documentada. No así la eficacia de sus medidas, pues si bien es cierto ha aumentado el número de agremiados desde que llegó al Secretaría General, en los últimos meses ha tenido hasta al 80% rotando y sin cobrar, y a los que vuelan les han asignado secuencias o roles más bien ridículos. Los que siguen esta columna saben que no es la primera vez que pregunto: ¿Por qué hacen esto?

Una posible respuesta, que debe convertirse en una línea de investigación que llegue hasta sus últimas consecuencias aparece con la documentación que una compañera sobrecargo me hizo llegar y que me pone a pensar, y definitivamente genera una cascada de preguntas. Me comparte que a ella le descuentan por Seguro de Vida la cantidad de $800.81 cada cartocena. Esta cantidad se lo descuentan durante 26 cartorcenas, y si Pitágoras no miente, el costo anual de dicho seguro es de $20,821.60



Esta compañera sobrecargo, preocupada por la coyuntura de que dicho seguro está por vencer, el tema de la rotación, y la emergencia sanitaria, no descarta la búsqueda de opciones, y tener toda la información necesaria para tomar las mejores decisiones. Por ello se dio a la tarea de pedir información al Sindicato. Inexplicablemente la información le es negada. Entonces la compañera se comunicó con la Compañía Aseguradora AXA, y dado que es información que le pertenece al asegurado, el agente de Seguros José Antonio Gutiérrez Tejeda le informó: el costo anual de la póliza del Seguro de Vida es de $9,347.90 pesos.



¡Rayos! ¿a dónde fueron a parar $11,473.16 pesos?, ¿dónde está todo ese dinero que religiosamente fue descontado de la nómina de la sobrecargo?, ¿están en la misma situación el resto de trabajadores? Estamos hablando de que le descontaron más del 100% de lo que cuesta la póliza, según información de la aseguradora. No es poca cosa.



Calculadora en mano, multiplicamos esa cantidad faltante ($11,473.16) por 2,728, porque esa es la cantidad de sobrecargos que tiene Aeroméxico, según palabras de Ricardo Del Valle, en entrevista con César Arellano, del periódico La Jornada, el día 11 de septiembre del presente año, y la cantidad resultante es la friolera de $31,298,780.48.





Empecé diciendo que “La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”, y es que las dudas que genera esta información son desorbitadas. En estos momentos en que muchos sobrecargos de Aeroméxico están, literalmente, pasando hambres y limitaciones, lo menos que podemos exigir es que el Sindicato aclare de forma pronta y expedita esta situación, y no que se les niegue información como si fuera secreto de estado. La representación sindical se ha visto de lo más insensible, pues mientras ellos perciben de manera íntegra sus emolumentos, los sobrecargos han estado manifestando su hartazgo a rotar, esto es, dejar de volar sin cobrar su sueldo.

Por supuesto existen las excepciones que confirman la regla, pero la gran mayoría de los sobrecargos, me consta, son empáticos y se dan cuenta que esta crisis sanitaria no tiene antecedentes. Pero no puede jugarse con algo tan sagrado como el salario. ¿Por qué se niega esa información, que le pertenece al agremiado? ¿por qué la aseguradora informa un costo menor de la póliza del seguro de vida?

El Sindicato ya tuvo una experiencia fatídica con el mismo tema hace 18 años. Sabe perfectamente que es un asunto que debe manejarse con la mayor pulcritud, honestidad y transparencia posible, ¿o acaso estamos ante un caso en que el alumno Ricardo Del Valle, pretende superar a su mentora Alejandra Barrales? A todos nos interesa que se aclare. A los sobrecargos de Aeroméxico les toca exigir cuentas, y a la representación sindical rendirlas.

 

Ximena Garmendia

13 de septiembre 2020