Preocupa
el espaldarazo a Del Valle
El viernes pasado, en el espacio que el Presidente de la
Nación usa para “marcar la agenda” mejor conocida como la Conferencia
Mañanera, el reportero José Hernández del medio “Es cuanto”
preguntó:
“…existen muchos sindicatos charros en nuestro país; el 1° de
mayo vence el plazo para que los sindicatos legitimen sus contratos, esto de
acuerdo al T-MEC, la Secretaría del Trabajo ha hecho un gran esfuerzo,
lamentablemente muchos sindicatos se rehúsan a legitimar sus contratos, ¿Usted
cree que con este tipo de legitimaciones se acaben los sindicatos charros? o
¿qué faltaría por hacer para ayudar a los trabajadores?”
Y el Presidente responde: “es un proceso de
democratización como todo”, y comienza a alegar que ahora es diferente con
la nueva reforma laboral, ya que ahora los trabajadores eligen a sus
representantes sindicales, y fue más allá, asegurando que incluso para la firma
de contratos se requiere de la aprobación de los trabajadores.
Lo dicho por el presidente es una aspiración, un bonito deseo
y una meta deseable, pero el mundo real no es así; muchos sindicatos -y más los
charros- han manejado a su conveniencia los cambios propiciados por la Reforma
Laboral del 2019, y la legitimación no se escapa a la simulación, terminando
por convertirse en “otro” trámite burocrático.
En mi opinión, estrictamente personal, el mandatario de esta
nación pone poco cuidado al exponer un caso sumamente delicado. Y es que sus
palabras vuelven frívola una lucha emprendida por mucho tiempo. Y es que
para llegar a las votaciones libres en ASSA de México, se tuvo que mover cielo,
mar y tierra.
Antes de entrar a lo dicho por el presidente, aprovecho para -desde
este espacio- reconocer a una persona que “se fletó” todos los días en las
votaciones desempeñando su cargo de la manera más digna, sin ceder un ápice y
sabiendo que la razón estaba de su lado: ¡gracias, Yared! demostraste con
hechos de qué material tiene que estar hecho un verdadero representante
sindical, con el estatuto en la mano defendiste la democracia sindical y así lo seguirás haciendo.
Terminado este breve paréntesis, continúo; es que verdaderamente preocupa cuando Andrés Manuel se anda por las ramas y no llama a las cosas por su nombre. En la respuesta dada el viernes pasado se cuidó muchísimo de no mencionar el nombre de Ricardo Del Valle, evitando así mencionar que era un líder charro y que tenía planeado perpetuarse en ASSA; ¿tan carismático y trascendente es Ricardo?
¡En absoluto!
Cualquier persona que lo escuche hablar más de 10 segundos se da cuenta de que
la oratoria no es su mejor talento. La mención (sin llamarlo por su nombre) en
la mañanera se debe a la ayuda del papá de la actual titular de la Secretaría
del Trabajo y Previsión Social, el Lic. Arturo Alcalde.
Andrés Manuel, sin saber exactamente en el berenjenal que se
metió, puso de ejemplo las últimas elecciones en ASSA, diciendo: “…de que
hubo una elección de sobrecargos y el que estaba, pues fue el que le tocó
negociar, porque con la pandemia, Aeroméxico quedó mal en lo económico,
tuvieron que recurrir a un fondo extranjero, hacer una sociedad con otra
empresa aérea y los trabajadores
aportaron también, como aportaron, bueno les redujeron prestaciones en su
contrato colectivo y al que le tocó llevar a cabo ese acuerdo, pues viene la
elección porque si fue bastante el sacrificio para los trabajadores, aportaron
bastante, se quejaban por ejemplo las sobrecargos cuando me veían, de que mire,
cuanta gente en el avión y somos cuatro, para atender todo o cinco, más
trabajo, más fatigas a partir de ese acuerdo. Bueno viene la elección, se
quiere reelegir este dirigente, yo no estoy diciendo que sea malo, yo lo que
creo que él buscó que no se cerrara la empresa o eso fue lo que ellos manejaron
y que le pusieron como condición de que se quitaran las prestaciones a los
trabajadores y aceptó, viene la elección y siempre también ahí me decían, hay
que cuidar los votos, ayúdenos, que sean limpias las elecciones y yo le hablaba
a Luisa María, procuren de que haya elecciones limpias, y se organiza una
planilla encabezada por una mujer y le gana la votación. Ahora es una mujer la
dirigente y fue un proceso democrático…”
Ni los maromeros de San Juan Yatzona, Oaxaca hacen tantas
piruetas. ¿Por dónde empezamos?, primero por destacar que Andrés Manuel no quiso
decir, aunque lo sabe perfectamente, que Ricardo llevaba ya 11 años como
Secretario General, y que tiene vigentes hasta el día de hoy dos demandas en la
STPS, por haber violado los estatutos para reelegirse de manera ilegal. No sólo eso, convirtió a ASSA en casa de Campaña en 2018 de Alejandra Barrales y Ricardo Anaya.
Eso es un líder charro, y Andrés Manuel no lo quiso nombrar, al contrario, termina de una manera abyecta solapando la nefasta gestión de Del Valle, quien a palabras del presidente, “le tocó” (pobrecito) lidiar con la pandemia, dejando en la mente de quienes ven la mañanera que no fue su culpa, sino de las inevitables circunstancias.
Y con esta declaración indolente y a modo,
banalizó auténticas y honestas llamadas de auxilio que las sobrecargos le
hicieron llegar personalmente; mujeres que con valor, entereza y de frente se
jugaron el pellejo, y corrieron el riesgo de ser despedidas, con tal de
defender al gremio. Porque queda muy claro, nunca pidieron favores o canonjías
personales; su petición era para todas y todos los sobrecargos.
Andrés Manuel López Obrador deja como insustancial esa lucha, y en su mañanera se constriñe a repetir el constante discurso que Ricardo Del Valle y su gente decían: que todo había sido maravilloso hasta que llegó el COVID-19 y eso es una mentira.
Los seguidores de esta página no me dejarán
mentir; desde aquí hemos documentado los absurdos y contradictorios actos del recién relevado Secretario General, desde que mintió, por ejemplo, con aquello
de “ni un paso atrás”, cuando Aeroméxico amenazó a sus sobrecargos con una
demanda de Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica si no aceptaban el
Contrato B en 2013, y para el 2014 en una asamblea amañada, llena de ex
mexicanas, fueron a votar a cambio de ser ingresados a las filas de Aeroméxico
como sobrecargos. Llámenlo como quieran, yo lo nombro como lo que fue: votaron coaccionados
y en detrimento de sus compañeros, e incluso de ellos mismos, aceptando un
Contrato B, o “Anexo”, como prefieren decirle los amantes del eufemismo.
El Presidente de México tampoco dice que a su llegada, Del
Valle Solares instauró un reino de terror en el que todo aquel sobrecargo que
le contradijera, perdía el empleo, y créanme que conozco tantos casos como para
aventar para arriba, uno de los más conocidos -y porque la entrevisté en este
mismo espacio-, es el de la compañera Gabriela Fraustro. http://sobrecargoinforma.blogspot.com/2020/03/la-hipocresia-sindical-otra-forma-de.html
Simple y sencillamente no puedo creer que Luisa María Alcalde
no sepa que el círculo cercano de sobrecargos de Ricardo Del Valle exigía al
resto de la planta que en las redes
sociales del Secretario General, pusieran solo comentarios positivos, y que constantemente
revisaban las redes sociales de los sobrecargos, llegando al absurdo de
solicitar “eliminar” de su lista de contactos a “personas indeseables”, como la
de la voz.
No dice tampoco Andrés Manuel, que firmaron ese convenio de
nueva cuenta amenazados por una demanda de Conflicto Colectivo de Naturaleza
Económica, condicionando a los sobrecargos a aceptar sí o sí ese convenio de
ahorros. Y esto no puede desconocerlo, pues el abogado de ASSA es el papá de la
Secretaria del Trabajo.
Y mucho menos menciona el manejo opaco del dinero de los
agremiados, el cobro doble del seguro de vida, los cargos inventados para sus
amigos, las prebendas a sus cuates con buenos vuelos, y un sinfín de
corruptelas que fueron el sello de su paso por ASSA por parte de Ricardo Del
Valle. De eso y más hay constancia en este blog. http://sobrecargoinforma.blogspot.com/2020/09/siguiendo-los-pasos-de-su-mentora.html
Tampoco habla del acoso sexual que tanto su gente como él
cometían, y hasta hay videos en Tiktok denunciando este hecho, porque como el
asesor legal es papi Alcalde, y su hija es Secretaria de Estado, Ricardo
y su gente se sienten intocables.
Por todo lo anterior, preocupa el espaldarazo que AMLO le da a Ricardo Del Valle, quien ni tardo ni perezoso está tratando de capitalizarlo. En lugar de regresar a trabajar con la base “que tanto lo quiere, admira y respeta”, porque es evidente el miedo que le tiene a "la charola" y a trabajar bajo las condiciones laborales que él pactó.
Ahora aparece autodenominándose “Asesor de temas aeronáuticos”, que
no es más que la piel de cordero en la que esconde algo muy turbio que trae
entre las patas, digo manos, para desestabilizar a la ASSA de México, e intentar
recobrar el poder que perdió.
Lo sabemos bien, no es que conozca a fondo el texto de “El
Príncipe” de Nicolás Maquiavelo. Ricardo Del Valle es una pieza en el tablero,
y quien mueve las piezas es una mano amiga en el Gobierno Federal. Ya estamos
en 2023, y desafortunadamente todo tiene ya tufo a elecciones. Ustedes verán
que el verbo “sumar” inundará cada vez más los discursos y opiniones de
diferentes actores.