¿Confías
en el Poder Judicial?
Les
hago esta pregunta a todos ustedes, mis estimados lectores; ustedes en realidad
¿confían en el Poder Judicial?, ¿en la impartición de justicia?, porque yo no.
Y pruebas tengo muchísimas a la mano.
Abogados y "voceros" de los 228 sobrecargos jubilados de Mexicana de Aviación |
Empiezo
con un caso polémico; no tiene nada que ver con la aviación, pero es un
clarísimo ejemplo de que la justicia en este país es sólo para quien la pueda
pagar. No, no me estoy refiriendo a nosotros, que somos tristes mortales en
este mundo; hablo de personajes importantes e influyentes dentro las áreas del
poder.
A García
Luna lo vamos a ver hasta en la sopa, y tal vez ustedes recuerden a Israel
Vallarta. Sí, aquel que fuera detenido en el Rancho “Las Chinitas” al sur de la
Ciudad el día 8 de diciembre de 2005, y no el día 9, cuando se transmitió el
montaje por Televisa y TvAzteca.
Este
hombre acusado de secuestro, después de 17 años sigue en “Prisión Preventiva”
sin sentencia alguna que lo condene por el supuesto o supuestos crímenes de
“Secuestro o privación ilegal de la libertad”. El Instituto Federal de
Defensoría Pública (IFDP) ha declarado que considera inhumano que este hombre
siga detenido sin una sentencia.
En
palabras más claras, Israel Vallarta sigue siendo inocente hasta la fecha, ya
que nunca ha sido condenado. Algunos conocen la historia que se teje, y el por qué
este hombre sigue privado ilegalmente de su libertad, a diferencia de quien
fuera su pareja, la francesa Florence Cassez.
Ella
sí tuvo acceso a recursos tanto económicos como políticos, que le permitieron recibir
justicia. Israel no, y tenemos que decir que tuvo “la mala suerte” de toparse
con la persona equivocada y desafiarla, sin saber el poder real que había
detrás de este personaje y que al día de hoy sigue manipulando el poder
judicial.
Voy a
resumir, y quienes estén interesados en conocer a profundidad este tema, les
comento que hay varios libros muy esclarecedores como “El teatro del engaño” de
Emmanuelle Steels, o “Una novela criminal” de Jorge Volpi, así como algunos documentales,
uno de la televisión francesa que se pueden ver en Youtube y otro en Netflix,
este último basado en el libro de Volpi.
Florence
vino a México porque su hermano vivía aquí y se había hecho socio de un judío
de apellido Margolis, a quien le gusta ser conocido como “El Golem”. Florence conoció
en México a Israel Vallarta, y se hizo novia de él. En alguna ocasión le contó
que su hermano había tenido algún tipo de problema con el judío, que ella había
sido implicada. Como buen mexicano que defiende a su pareja y su familia,
Israel tuvo la desastrosa idea de echarle pleito a este personaje, que entre
otros de sus negocios, como en su momento lo hizo Marcos Katz, el fundador de
Aeromar, se dedica a la venta de armas y protección personal.
Es
así como Margolis le pide apoyo a García Luna para “darle un sustito” a este
Israel, ¡y vaya que se lució! Años después, el mismo Margolis le “pidió perdón”
a Florance diciendo que no sabía que a ella también la iban a detener. García
Luna le encargó el trabajo a su mano derecha: Luis Cárdenas Palomino, que hoy se
encuentra detenido en la misma cárcel que Israel Vallarta. Sin embargo, un juez
acaba de descongelar sus cuentas bancarias. Dejo el link:
Los
funcionarios públicos hicieron todo el montaje, utilizando al ama de llaves de
Margolis y al hijo de ésta, en colusión con un verdadero secuestrador, que a
cambio de su libertad, se prestó para hacerse pasar por “víctima” en este lío,
e irse a vivir tranquilamente como “testigo protegido” en los Estados Unidos.
Todo esto fue negociado por Isabel Mirada de Wallace, quien actualmente tiene a
su cuñado como parte del equipo de la Ministro Presidente Piña:
A muy
grandes rasgos, ésta es la razón por la que Israel Vallarta, tras 17 años,
sigue en Prisión Preventiva y sin una sentencia que lo condene como
“secuestrador”; ¡Ah!, y cuando escuchen que tiene un cargo más por otro
secuestro, se refieren al caso de una chica judía de apellido Cheja. Para la
imputación también intervino Margolis achacándole a Vallarta ese secuestro,
pero que únicamente fue señalado para robustecer la idea de la “Banda de
secuestradores”.
Hasta
aquí el ejemplo. Ahora regresemos al mundo aeronáutico. En últimos días hemos
tenido una serie de manifestaciones, tanto en redes sociales como en diversos
medios de comunicación. Sí, hablo del grupo de los 228 que claman por la
ejecución de su laudo ganado hace 7 años, y que se oponen a los términos de la propuesta
de adquisición de la marca y los bienes de Mexicana de Aviación, por parte del
Gobierno Federal.
A
ellos, con toda seriedad y respeto, les pregunto: ¿qué les hace creer que ahora
sí van a poder hacer líquido su laudo? Un laudo que por cierto no vale los 400
millones de pesos que pide el “vocero” de este grupo. Lo sabemos, el laudo de
los jubilados es de 3 mil millones de pesos.
¿Piensan
que ahora sí se los van a pagar completo?, porque si repartimos en partes
iguales (y no por antigüedad) esos 400 millones que piden, entre los 453
sobrecargos jubilados, cada uno de ellos estaría recibiendo 883 mil pesos,
menos los honorarios de su abogado (que ellos ya dijeron que son del 18%), en
plata estamos hablando de 724 mil pesos. Una hipotética cantidad, a la que se
llega repartiendo el dinero en partes iguales y no conforme a su antigüedad,
pensando que ninguno pagara impuestos.
Supongo
que ya conocen el tratamiento fiscal de los laudos laborales, y que ya saben
que no están exentos del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Sabemos
que la propuesta del Gobierno Federal no es así, pues la intención es que todos
reciban “un poco”, y no el pago total de sus laudos. Andrés Manuel decidió
sentarse a negociar con los sindicatos y grupos de trabajadores que sí tienen
embargados los bienes y la marca, y lo que el acuerdo busca es precisamente que
no se devalúen más los bienes por su deterioro, porque si no, nunca vamos a
cobrar un centavo.
Y
aunque nos enfade, la realidad es esta: no hay dinero que alcance a cubrir la
totalidad de los montos emanados de los laudos, ni los 3 mil millones de pesos
del laudo de los jubilados, y mucho menos el de 5,500 mil millones de pesos de
los trabajadores activos.
Eso
sin perder de vista que desde abril de
2014 existe una sentencia de quiebra, mucho antes de los laudos y de una
demanda de tercería por parte de los sindicatos en contra de los jubilados para
dirimir “¿quién tiene mejor derecho?”, si los jubilados o los que estaban
activos en agosto de 2010.
Todo
esto lo debe desahogar el Poder Judicial, ese poder que ya hemos visto, solo se
mueve si hay grandes cantidades de dinero de por medio y hasta perdón te piden.
Nos podemos retrotraer en la historia a Raúl Salinas de Gortari, la maestra
Elba Esther, Rosario Robles, solo por nombrar algunos.
Grupo
México sigue sin mover un dedo por sus trabajadores, a pesar de lo sucedido en
Pasta de Conchos. A Gastón Azcárraga y Grupo Posadas no te tocaron ni un pelo
(gracias a la cascada de amparos que sus abogados interpusieron) por el caso
Mexicana de Aviación… Ustedes, grupo de los 228, ¿tienen los recursos
suficientes para seguir haciendo gestiones jurídicas?
En
México tenemos célebres ejemplos de luchas de trabajadores, a los que el factor
“tiempo” no les importó: Cananea (1906), Río Blanco (1907), Ferrocarriles (1936
y 1959), Movimiento Magisterial (1958), Movimiento Médico (1964), Refrescos
Pascual (1982)… AeroCalifornia lleva 14 años en lucha, y en julio cumple uno
más. Aquí lo más importante es ¿creen ustedes que les alcanzará la vida para
seguir buscando justicia a través del Poder Judicial? Apenas hace unos días un
compañero más falleció, ¿cuántos muertos más tenemos que juntar para que se den
cuenta que nunca se va a poder hacer líquido su laudo?
El
Juicio de Amparo es un método de control constitucional; por supuesto que todo
ciudadano mexicano tiene el inalienable derecho de interponer todas las
demandas que considere necesarias. Eso no está a discusión. Lo debatible es que
con una mano se amparen contra la venta de la marca y los bienes, y con la otra
digan “sí queremos la venta”; además de incongruente es una falacia jurídica,
porque ellos saben perfectamente que nunca trabaron embargo alguno para garantizar
el pago de su laudo.
El
Gobierno Federal ha sido la mar de claro, “si no se acepta la propuesta como
está, nosotros la retiramos de la mesa”. En ese panorama, seguiremos buscando
vía judicial una resolución, si es que la hay ¿cuánto tiempo les gusta? ¿5 años
más, 10, 20?, o seguimos los pasos de AeroCalifornia http://sobrecargoinforma.blogspot.com/2020/08/aerocalifornia-otra-empresa-viva.html
Termino
aclarando algo a mis compañeros sobrecargos jubilados, al grupo de los 228, concretamente:
No, yo no tengo ningún poder especial para tomar una decisión sobre ustedes, todo
lo que he estado expresando, tanto en mis redes sociales como en mi trabajo
periodístico, ha sido a título personal.
De
mis palabras y opiniones me hago totalmente responsable. No formo parte de una
“vocería” del Gobierno Federal, ni tengo ningún cargo de representación
sindical, ni de ninguna otra índole. No asesoro a nadie, ni se requiere de mi
visto bueno para tomar ninguna decisión.
A mí
nadie me paga por convencerlos de que tengo la verdad absoluta, porque no la
tengo, y ni lo pretendo. Lo que publico en medios como SDP Noticias lleva mi
firma porque es mi opinión y mi visión de las cosas, que se basa en mi
experiencia, conocimiento de la industria, y en las incontables horas que le
dedico a leer y escuchar información sobre el tema. Y lo seguiré haciendo
mientras existan la libertad de expresión y la libertad de imprenta; si esas
dos libertades desaparecieran, de todas maneras lo seguiría haciendo, porque
así soy yo, no puedo evitarlo.
Independientemente
de eso, quiero invitarlos a la reflexión, a que valoren si el camino de la vía
judicial y litigiosa algún día les va a resarcir “todo” lo que les deben. Yo,
lo dije al principio, no creo en la impartición de justicia de este país, ni
ayer, ni hoy, ni nunca.
Dicen
que las oportunidades se pintan calvas. Desde mi punto de vista, es ahora o
nunca; la propuesta de AMLO, estoy plenamente consciente de ello, es una baba
de perico. Las cantidades ofrecidas son ridículas comparadas con lo que deberíamos
de recibir, si existiera la justicia legal. Pero es lo que hay, aquí y ahora.
Yo no puedo pelearme por pedir una rebanada más grande para mí, y que no
me importen los demás. Tenemos enfrente
esta coyuntura: ¿lo tomas o lo dejas?, yo lo tomo ¿y tú?