SCT: Violación constitucional
Rosario Avilés Opinión Miércoles 18 de Marzo, 2009 Hora de creación: 22:31 Ultima modificación: 04:03
Mal empieza la semana para el que ahorcan en lunes, dice la voz popular. Y para Juan Molinar Horcasitas su gestión al frente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes empieza con la violación constitucional que ha hecho la Compañía Mexicana de Aviación, al promover que un piloto extranjero tripulara su vuelo México-Cancún-México (el 371-370) el pasado 2 de marzo.
Con ello, Mexicana y las autoridades (?) de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) están violando flagrantemente el artículo 32 constitucional, la cual estipula que los tripulantes de las aeronaves con matrícula y bandera mexicanas operadas en territorio nacional deben ser mexicanos por nacimiento, amén de violar otros artículos de las leyes de aviación civil y federal del trabajo en su Capítulo de Tripulaciones Aeronáuticas.
El piloto en cuestión era un asesor del equipo Airbus 330 quien, evidentemente, fue sorprendido ya que no conoce (ni tiene por qué) la legislación nacional, pero la empresa desde luego que debe ajustarse a ella.
Por otro lado, también Mexicana decidió introducir en cada vuelo unos "Coordinadores de Calidad a Bordo" con la misión de vigilar el trabajo de los sobrecargos; esos coordinadores están no sólo al margen del Contrato Colectivo con la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), sino de la ley, ya que todo tripulante debe estar sujeto a la autoridad del comandante e incluso atentan contra las normas de seguridad —tan estrictas en aeropuertos y en otras compañías—, pues cualquier persona con derecho de mando en una aeronave debe someterse a estrictas normas que lo hagan confiable.
Es decir, algo en la SCT no está funcionando como debiera y ya le metieron un gol a su nuevo jefe, pues son las autoridades en la materia las que deben evitar que se violen los preceptos constitucionales y las leyes aplicables, para eso tienen inspectores y comandantes de aeropuertos.
Es más, el director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ex titular de DGAC) estaría en posibilidades de asesorar a Molinar en esta cuestión (incluso mejor que en los temas de accidentes), porque fue presidente del Colegio de Pilotos, organismo formado el capitán Augusto Marquet, famoso precisamente por haber hecho valer la legislación que hoy se está violando tan flagrantemente en el primer caso que reseñamos.
López Meyer, como piloto de profesión que es y ex presidente del organismo colegiado, debiera decidir a partir de este momento si avala con su presencia en la secretaría del ramo la violación constitucional o presenta su renuncia para apoyar a su gremio, tal como el fundador del Colegio, Marquet, hiciera en 1947.
Más allá de la SCT está el problema que hoy se le plantea a Mexicana de Aviación con los pilotos agrupados en la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores. En un desplegado publicado el lunes pasado, la ASPA se queja de que en su nueva aerolínea Link, Mexicana ha otorgado su contrato colectivo de pilotos al SNTTTASS (sindicato de tierra), lastimando con ello la relación y el acuerdo que hizo posible a Mexicana su viabilidad financiera (o eso dijeron en su momento).
Según Mexicana, ASPA misma rechazó el contrato de marras, pero es sólo una falacia, ya que la propuesta inicial era de tan mala factura que era obvio que ASPA pediría otras condiciones. Mexicana ni siquiera esperó una propuesta nueva y rompió con ASPA.
En noviembre pasado, el director de la aerolínea, Manuel Borja Chico, reconoció lo equivocado de la estrategia de su empresa en buscar la confrontación con los sobrecargos. Hoy la sigue teniendo con ellos y ahora con sus pilotos y no es violando la Constitución ni desconociendo acuerdos como se corregirá la mala estrategia, a menos que la consigna sea acabar con el sindicalismo decente y este gobierno haya decidido ignorar el Estado de derecho. O, ¿de eso se trataba?
raviles_2@prodigy.net.mx
Rosario Avilés Opinión Miércoles 18 de Marzo, 2009 Hora de creación: 22:31 Ultima modificación: 04:03
Mal empieza la semana para el que ahorcan en lunes, dice la voz popular. Y para Juan Molinar Horcasitas su gestión al frente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes empieza con la violación constitucional que ha hecho la Compañía Mexicana de Aviación, al promover que un piloto extranjero tripulara su vuelo México-Cancún-México (el 371-370) el pasado 2 de marzo.
Con ello, Mexicana y las autoridades (?) de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) están violando flagrantemente el artículo 32 constitucional, la cual estipula que los tripulantes de las aeronaves con matrícula y bandera mexicanas operadas en territorio nacional deben ser mexicanos por nacimiento, amén de violar otros artículos de las leyes de aviación civil y federal del trabajo en su Capítulo de Tripulaciones Aeronáuticas.
El piloto en cuestión era un asesor del equipo Airbus 330 quien, evidentemente, fue sorprendido ya que no conoce (ni tiene por qué) la legislación nacional, pero la empresa desde luego que debe ajustarse a ella.
Por otro lado, también Mexicana decidió introducir en cada vuelo unos "Coordinadores de Calidad a Bordo" con la misión de vigilar el trabajo de los sobrecargos; esos coordinadores están no sólo al margen del Contrato Colectivo con la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), sino de la ley, ya que todo tripulante debe estar sujeto a la autoridad del comandante e incluso atentan contra las normas de seguridad —tan estrictas en aeropuertos y en otras compañías—, pues cualquier persona con derecho de mando en una aeronave debe someterse a estrictas normas que lo hagan confiable.
Es decir, algo en la SCT no está funcionando como debiera y ya le metieron un gol a su nuevo jefe, pues son las autoridades en la materia las que deben evitar que se violen los preceptos constitucionales y las leyes aplicables, para eso tienen inspectores y comandantes de aeropuertos.
Es más, el director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ex titular de DGAC) estaría en posibilidades de asesorar a Molinar en esta cuestión (incluso mejor que en los temas de accidentes), porque fue presidente del Colegio de Pilotos, organismo formado el capitán Augusto Marquet, famoso precisamente por haber hecho valer la legislación que hoy se está violando tan flagrantemente en el primer caso que reseñamos.
López Meyer, como piloto de profesión que es y ex presidente del organismo colegiado, debiera decidir a partir de este momento si avala con su presencia en la secretaría del ramo la violación constitucional o presenta su renuncia para apoyar a su gremio, tal como el fundador del Colegio, Marquet, hiciera en 1947.
Más allá de la SCT está el problema que hoy se le plantea a Mexicana de Aviación con los pilotos agrupados en la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores. En un desplegado publicado el lunes pasado, la ASPA se queja de que en su nueva aerolínea Link, Mexicana ha otorgado su contrato colectivo de pilotos al SNTTTASS (sindicato de tierra), lastimando con ello la relación y el acuerdo que hizo posible a Mexicana su viabilidad financiera (o eso dijeron en su momento).
Según Mexicana, ASPA misma rechazó el contrato de marras, pero es sólo una falacia, ya que la propuesta inicial era de tan mala factura que era obvio que ASPA pediría otras condiciones. Mexicana ni siquiera esperó una propuesta nueva y rompió con ASPA.
En noviembre pasado, el director de la aerolínea, Manuel Borja Chico, reconoció lo equivocado de la estrategia de su empresa en buscar la confrontación con los sobrecargos. Hoy la sigue teniendo con ellos y ahora con sus pilotos y no es violando la Constitución ni desconociendo acuerdos como se corregirá la mala estrategia, a menos que la consigna sea acabar con el sindicalismo decente y este gobierno haya decidido ignorar el Estado de derecho. O, ¿de eso se trataba?
raviles_2@prodigy.net.mx