Un desangelado 1ero de mayo
Dicen
que recordar es volver a vivir, y recordar cómo eran las marchas en el que
todavía sigue siendo mí sindicato ASSA de México. Curiosamente era de esos
eventos que sí me emocionaba, tanto como sobrecargo de a pie como representante
sindical.
Captura de pantalla de un reel de ASSA |
Me
sirvió para extender lazos con otros sindicatos y puedo decir que en lo
personal a mí el primero de mayo me dejó buenas amistades y contactos. Llegar
desde temprano a ASSA y desayunar tamales y atole, en algún año también dieron
fruta y yogurt.
Además
era el momento para hacernos oír con la dirigencia sindical, en 2007 fue “la
pelea de la manta”, pues varios sobrecargos de Mexicana llevamos una manta que
decía “Romano y Villarreal entiendan, no queremos convenios”, y se armó un
pleito alrededor, pues siempre han existido los que se consideran la primera
fila de defensa del Secretario General y trataron, de manera infructuosa de
quitarnos la manta.
En
esa ocasión marché con cadenas y un cintillo que decía “Basta, no al terrorismo
laboral”, ¿saben quién era el Secretario General? Francisco Villarreal, hombre
con algo además de inteligencia intelectual, también tenía un muy bien manejo
de inteligencia emocional, se tuvo que soplar los reclamos que le hicimos en su
cara y aguantó estoico.
Ah,
porque los reclamos también se dieron en la comida al calor de las chelas y se
prestaba para debatir nuestras posturas políticas dentro del sindicato, sin
duda un ejercicio maravilloso que hoy no existe ni por asomo.
Lo
que observé este primero de mayo fue una marcha por demás deslactosada, con
gritos a ASSA y una consigna de “aviones abajo, salarios arriba”, que sí les
soy sincera no se entendía.
Porque
el 1ero de mayo es el día del trabajador, es el momento en que deben de
enarbolar todas sus peticiones, y ser claros porque la gente que no está dentro
del sindicato, ni enterados están de su situación laboral.
Un
desperdiciadísimo Andrés Becerra, que podría dar muchísimo más pero que está
acotado a las órdenes de la actual despachadora del quinto piso de Patricio
Sanz.
En
fin, una marcha tan pero tan desangelada sin sustancia, que no mereció siquiera
poner el discurso de la flamante Secretaria General, así de importante fue el
mensaje a todos los sobrecargos.
Hace
mucho todavía tenía esperanza en ASSA, que retomase el camino democrático, hoy
puedo decirlo fuerte y claro, eso no va a suceder mientras los sobrecargos
sigan endiosando a sus representantes sindicales y no se den cuenta que son
empleados a su servicio, no al revés.