Sin mayor asombro, los resultados de
las votaciones
Casi lo logra; poco le faltó a la
Secretaria General para obtener el carro completo en estas elecciones.
En términos electorales, hizo una buena jugada al poner candidatos en varias
planillas. Con ese movimiento superó a su “maestro” Ricardo Del Valle. Ahora
será cada vez más evidente que Ada Salazar no llegó al sindicato para regresar
la democracia al sindicato; en los hechos quedan más sólidas las suspicacias de
que su llegada a la Secretaría General fue pactada con Aeroméxico. Creo que a
eso es a lo que llama hacer “nuevo sindicalismo”.
Quienes conocemos a profundidad cómo
trabaja la administración de la empresa, sabemos que ellos nunca han dudado en
pactar con los Secretarios Generales. Así fue el caso de Ricardo, quien logró
mantenerse al frente de ASSA por casi 12 años, gracias a la gran ayuda que tuvo
por parte de Aeroméxico; ¡por favor!, no podemos tapar el sol con un dedo.
La empresa tiene claro -y va a un
paso adelante- que para poder seguir manteniendo el status quo se requiere
de un Secretario General a modo, y lo sabemos todos, la imagen de Ricardo se
encontraba tan desgastada que ya era insuficiente para este mantener una
hegemonía con los sobrecargos.
En su momento, Ada representó una
bocanada de aire fresco, pero no para la recuperación de la democracia y el
retorno de los derechos laborales de los sobrecargos, sino para lograr
que todo siga igual; la máxima del gatopardismo: “es preciso que algo cambie
para que todo siga igual”.
Podemos centrarnos únicamente en el
Convenio de Ahorros. Elementos para desconocerlo jurídicamente, existen y están
a la vista de todos desde su aprobación. Sin embargo, cuando Ada asumió el
cargo dijo que el tema del Convenio no lo tocaría hasta la fecha en que se
supone termina este.
¿Curioso, no lo creen? Decide no
tocarlo a pesar de que dicho convenio contempla que puede modificarse antes de
su fecha de vencimiento. Ya sea para darlo por terminado de manera anticipada,
si Aeroméxico presenta un balance positivo financieramente hablando, o para que
los sobrecargos pidan el regreso de algunas cláusulas. Quedó previsto también
que en caso negativo y la empresa siga teniendo números rojos, puede continuar
el convenio, ampliándolo en aras de salir del escollo.
No debemos olvidar que esa fue la razón
por la que se hizo la desvinculación de los sobrecargos, mientras la empresa
transitaba por el Capítulo 11; una vez que logró salir, la promesa de Aeroméxico
y el sindicato fue la de “regresar” a los desvinculados, contratándoles de
nueva cuenta.
Desde que Ada llegó con su grupo, se
suponía que dejaría de existir la opacidad con la que se manejaba la anterior
representación sindical, pero no ha sido así, sino que pareciera que Ricardo
sigue al frente, y que solo tuvo un pequeño cambio de apariencia.
Y ustedes no me dejarán mentir; saben
que se han realizado varias contrataciones, todas por debajo del agua, y
dejando fuera a los sobrecargos de Aeromar, aduciendo que por rebasar la
edad límite para ser sobrecargo. ¡Ojo!, en 2014 ya se había eliminado ese
obstáculo por órdenes del entonces Secretario del Trabajo Federal Alfonso
Navarrete Prida, ¿ahora regresa?; es un total contrasentido de lo que es defender
los derechos laborales; se está permitiendo, tolerando y fomentando la
discriminación por la edad. Ada dice que ella no puede hacer nada, porque el
CCT marca la edad límite.
Valiente defensora nos salió. En
lugar de exigir a Aeroméxico, con base en ese antecedente, la
integración de los sobrecargos de Aeromar sin importar la limitante de
la edad, mejor dice que no, que ella no “le va a pedir favores a la empresa”.
Hagamos memoria; cuando Ada Salazar se lanzó -y ganó- la Secretaría de Actas de ASSA, en esa misma elección Ricardo Del Valle también quedó muy cerca de conseguir “el carro completo”.
En aquel entonces, ¿de qué sirvió?, ¿cuál fue el resultado? Hoy, en este escenario en el que Ada Salazar tendrá a “su gente” en prácticamente todas las carteras, ¿de qué le va a servir a los sobrecargo agremiados?
Buscando una conformación
“monolítica” y unidireccional, Ada hizo una especie de “cacería de brujas” y
realizó (de manera desaseada) una serie de destituciones, avaladas (de manera todavía más
desaseada) por el Centro Federal -antes Registro de Asociaciones-, pero a pesar
de su “mayoría absoluta”, no ha hecho absolutamente nada.
No ha peleado por el regreso de las
condiciones de los sobrecargos en Aeroméxico, ni ha hecho nada por los
sobrecargos discriminados por edad de Aeromar, y ya ni hablemos de los
de Mexicana y Click, que no están en Aeroméxico, al momento
y después de varios meses, ha sido totalmente incapaz de informar el estado que
guarda el Fideicomiso del MRO.
Compañeros sobrecargos, la gran ventaja de escribir es que a mis palabras no se las lleva el viento, están ahí plasmadas, como cuando les advertí de lo que sucedería si seguían dándole poder a Ricardo, todo lo he dejado por escrito.
Ahora se los vuelvo a decir como en
esas otras ocasiones: váyanse despidiendo de los contratos A y B, y denle la
más cordial bienvenida al C (convenio de ahorros), que llegó para quedarse. No
es ningún secreto de Estado que dentro de plan de Conesa estaba la desaparición
del Contrato A a los 10 años… la fecha se cumple en 2024.
La verdadera democracia es cuando voces diferentes hacen el papel de los pesos y contrapesos del poder, algo básico que un sobrecargo con mínimo la preparatoria debería saber, ya que debieron verlo en Historia Universal.
En teoría
política es un clásico hablar de pesos y contrapesos, necesarios para el
buen funcionamiento de gobiernos en democracia. Teóricos como Locke y
Montesquieu, entre otros, identificaron la necesidad de no concentrar el poder
en una sola figura y concibieron el reparto de funciones como algo necesario.
“Para comprender la relevancia y el
vínculo que guarda el principio de la separación de poderes y los “Checks and
Balances” en el plano constitucional, se ha creído pertinente ofrecer en primer
lugar un contexto histórico, el cual nos permitirá observar el impacto de la
ilustración (doctrina de Locke y Montesquieu), el quebrantamiento del estatus
quo de la edad moderna, el resultado histórico de la caída del absolutismo...”
Entonces, en ASSA hemos pasado del
absolutismo de Ricardo al de Ada, ¡maravilloso, compañeros!, por algo dicen que
el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra es el ser
humano, o en este caso, los sobrecargos de ASSA de México. Después, por favor,
no se vayan a quejar de lo que ustedes mismos son responsables.
¿Demasiado tarde? ¡Nunca! La
autoridad máxima del sindicato no es la Secretaría General, lo somos todos los
sobrecargos agremiados a través de la Asamblea.
P.D. es el día siguiente del escrutinio y seguimos sin la Circular de Candidatos ganadores, tal y como lo hacía Ricardo cuando ganaba su gente, ¿para qué molestarse? Ada es igual a Ricardo ¿o lo superará?