30 abril 2023

Se acaba el tiempo de legitimar

 

Se acaba el tiempo de legitimar

El lunes 1° de mayo está a la vuelta de la esquina, y con él llega el fin del plazo para las legitimaciones de los contratos colectivos de trabajo. Y se vuelve necesario hacer unas precisiones, porque alrededor de este tema hay muchísima confusión.



En efecto, el lunes es el último día que tienen los sindicatos para registrarse en el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral. ¿Qué significa lo anterior? que tu sindicato debe de registrarse para solicitar a la autoridad que lo acompañe en el proceso de legitimación de un Contrato Colectivo de Trabajo. Ojo, la legitimación de estos puede realizarse durante el mes de mayo, y dicho proceso tiene como plazo hasta el 31 de julio para efectuarse.

Esto se los digo con la intención de que no se confundan con las fechas, pues hay muchos trabajadores dentro del sector aeronáutico que todavía no realizan este proceso. Pero si su sindicato se inscribe antes del próximo lunes, tendrán dos meses más para realizar la consulta a sus agremiados.

En estos días, los sobrecargos de Aeroméxico están legitimando su contrato, y hay una cosa que la actual administración de ASSA sigue sin entender: no pueden dirigir el voto hacia un sentido u otro. Sé lo importante que es tener un sindicato que respalde tu contrato, y que en la defensa de los derechos laborales es más efectiva la colectividad que la individualidad; pero en estos días de consulta no se ha respetado la secrecía del voto y abiertamente invitan a votar a favor de la legitimación. Por supuesto no lo hacen en los canales oficiales, que dicho sea de paso, están totalmente abandonados.

Esta misma práctica la critiqué acremente al STIA, con el contrato de Volaris, con el de Viva, y con todo aquel que detenta, pues días antes entregan el contrato y con una sutil amenaza de que se pueden quedar sin empleo, por lo que “deben” votar a favor. ASSA, te pregunto: ¿cuándo nos convertimos en un sindicato charro? Se supone que con la salida de Ricardo Del Valle la libertad de los sobrecargos no quedaría en entredicho.

Lo mismo pasa con el Sindicato Independencia, a cargo de Tomás del Toro. Los trabajadores de tierra de Aerovías de  México están a punto de legitimar su contrato;  el próximo 17 de mayo emitirán su voto, y según se lee en un comunicado, lo harán de manera, libre, personal, directa y secreta, pero en los hechos sabemos que la gente del sindicato estará ahí para recordarles (hacerles creer, pues) que sin ellos no son nadie.

Lo digo claro y fuerte: soy una convencida del sindicalismo democrático, y que deben acabarse los sindicatos charros, pero estamos viendo la perpetuación de ellos a través de esta simulación llamada “legitimación de contratos colectivos”; y es que el realidad lo único que está pasando es que las dirigencias sempiternas -por ejemplo del STIA o de Independencia- no van a cambiar en lo absoluto, y seguirán los mismos de siempre, creyendo que deben de tomar las decisiones que solo le competen a los trabajadores.

Tal es el caso del reparto de utilidades; ya lo hemos dicho, en Volaris no había motivos para no tener su PTU, pero en una sucia jugarreta tolerada por autoridades laborales más que ciegas, brutas y sordomudas, la administración de Kike Beltranena hace lo que le venga en gana, a pesar de que sí tuvieron ganancias durante el 2022.

En la revista digital Real Estate, Market & Lifestyle publicaron -y cito textual-: “Los ingresos de Controladora Vuela Compañía de Aviación (VOLAR) crecieron un 29% en el 2022, para alcanzar los 2,847 millones de pesos (mdp) en comparación con los 2,200 mdp de 2021, pese a la volatilidad económica general y al aumento en los costos del combustible en la industria de la aviación.”

Y a pesar de ello, lo que hicieron fue determinar que no habría PTU para sus trabajadores porque habían tenido una pérdida de 30 millones de dólares por concepto de combustible. ¿Y de cuanto fue la utilidad neta? 28 millones de dólares.

¿Qué nos dice la Ley Federal del Trabajo sobre el reparto de utilidades? Dicho ordenamiento legal establece que es aplicable a los trabajadores que hayan laborado por lo menos 60 días en empresas cuyas utilidades netas fueron de $300 mil pesos o más; pero para el CEO de Volaris, Kike Beltranena, 28 millones de dólares no son “repartibles” entre sus trabajadores.

Ahora, aunque lo multen sería como quitarle un pelo a un gato. Una multa va de los $24,055 a los $481,100 pesos, pues las empresas deben repartir el 10 por ciento de sus ganancias del año fiscal anterior, en este caso 2022, entre las y los trabajadores. El artículo 123 de la Ley Federal del Trabajo establece que este monto se dividirá en dos partes iguales.

Y con sindicatos complacientes con las empresas, pues no se va a llegar a la dignificación de los trabajadores. Debemos entender que este proceso de legitimación -en los hechos- se traduce en ponerle una “palomita” de bien portado al sindicato en cuestión, sin verificar si hace una correcta defensa de sus trabajadores, si es democrático y si permite la libertad de elegir a sus representantes sindicales.

Independientemente de que legitimen o no, sepan que sus derechos como trabajadores no se pierden; que no los amenacen con el petate del muerto; ya tocará negociar en lo individual, pero siempre queda subsistente la posibilidad de que otro sindicato busque la detentación de sus contratos colectivos.

Hace más de 15 años se hablaba, dentro de la Unión Nacional de Trabajadores, de la importancia de que los trabajadores tuvieran una verdadera representación. Hoy son una caricatura de aquello que criticaban de las grandes centrales obreras como la CTM o la CROM, pues los mismos viejos vetustos siguen al frente, y no se piensan mover.

En los hechos, la simulación de la defensa de los trabajadores es tan grande y evidente que este 1° de mayo debería de ser la gota que derrame el vaso, y los trabajadores salieran a exigir que de verdad se acabe con el charrismo sindical, el gatopardismo y el tan socorrido como inútil “quítate tú, para que me quede yo al frente”.

Creo en la organización de los trabajadores y en su liderazgo nato. Ahora es el momento de que nazcan nuevos sindicatos que busquen la defensa real de sus trabajadores, y más que sindicatos gremiales como ASSA y ASPA, yo creo que lo más viable, productivo y necesario es la conformación de un gran sindicato de industria, de y para los trabajadores.

 

Ximena Garmendia
30 de abril de 2023