23 abril 2015

DEL CORREO DEL BLOG

Sindicatos aéreos exigen reciprocidad en cielos abiertos

El Jue, 23 de Abril de 2015, por Maricarmen Cortés
Maricarmen Cortés
Maricarmen Cortés

Maricarmen Cortés es columnista de la sección del periódico Excelsior.
La decisión del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) de no autorizar el Antitrust Immunity a Delta Airlines y Aeroméxico, para profundizar su alianza comercial, abrió auténticamente la caja de Pandora.
El DOT que ha otorgado numerosas autorizaciones a las más grandes aerolíneas en alianzas comerciales con otras de múltiples países, decidió suspender indefinidamente la solicitud de Aeroméxico y Delta, con el pretexto de que el acuerdo bilateral entre México y Estados Unidos no contempla la liberalización de cielos abiertos.
El acuerdo bilateral como se recordará fue firmado en noviembre pasado, después de meses de negociaciones entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el DOT, y en efecto, no contempla la posibilidad de cielos abiertos a la que se han opuesto siempre en forma tajante las aerolíneas mexicanas.
Sin embargo, el gobierno mexicano sí incluyó en sus negociaciones que el DOT autorizara el Antitrust Immunity entre aerolíneas mexicanas y de Estados Unidos. Hay que recordar que las negociaciones, incluso, se suspendieron ante la presión de Volaris, Interjet y VivaAerobus a que se incluyera la claúsula antitrust porque inicialmente sólo se favorecería a Aeromexico y a su socio Delta .
El secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza, y Gilberto López Meyer, titular de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), tienen ahora que endurecer su postura ante el DOT, pero sin ceder ante la apertura de cielos que quiere Estados Unidos y que implicaría la apertura a la quinta libertad.
Ante la tibia defensa de las autoridades mexicanas, todos los sindicatos del sector aéreo unieron fuerzas en el Frente en Defensa de la Aviación Nacional y publicaron un desplegado dirigido a los secretarios de Trabajo, Alfonso Navarrete, de Comunciaciones y Transportes, Ruiz Esparza y de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, para exigirles que haya condiciones de competencia equitativa en el sector y que se dé certidumbre jurídica a las aerolíneas mexicanas.
Aceptar el convenio bilateral sin salvaguardas de equidad sería —dicen los trabajadores— abrir los cielos de México sin recibir nada a cambio.
Los sindicatos que integran el frente son el de pilotos (ASPA), sobrecargos (ASSA), y por parte, de los trabajadores de tierra firme (Independencia y SINACTA), además de los Colegios de Pilotos Aviadores de México, Ingenieros Mexicanos de Aeronaútica y, de Controladores de Tránsito Aéreo.
Lo criticable además de la pálida defensa de la SCT y la SRE es la tibia respuesta de la Canaero, que preside Fernando Flores.