La profesionalidad del sobrecargo
Ahora más que nunca y con el pasar de los años, estoy convencida que
después de haber estado como representante sindical, y en el supuesto de que
Mexicana de Aviación (la antigua) siguiera volando, yo a estas alturas y a tres
años de la “jubilación”, sería asesora.
De eso no me queda la menor duda, ahora que tuve la oportunidad de volar,
me queda claro que hay que creérsela, que eres personal de seguridad a bordo de
una aeronave.
Las nuevas generaciones de sobrecargos, sin importar en qué empresa presten
sus servicios es algo que deben de buscar resaltar, que están para brindarle
seguridad a los pasajeros y ser los ojos de los pilotos.
Si bien es cierto el servicio es muy distinto en una aerolínea de bajo
costo a una tradicional, o a cualquier otro modelo de aviación, lo que les debe
quedar claro a los compañeros es que siempre por sobre todas las cosas, deben
mostrar su profesionalidad.
Las tripulaciones que me tocaron tanto de ida como de vuelta en la
aerolínea de bajo costo VivaAerobus fueron muy profesionales, sin embargo, de
pronto como que no terminan de creerse su papel.
Pude observar cómo son demasiado dulces con el pasaje, sobre todo cuando
les dan las indicaciones de seguridad, como es el caso de subir la cortinilla
para despegues y aterrizajes.
De forma muy educada le piden al pasajero que la suba, pero si no hace caso
el cavernícola en cuestión, porque ignora que no es una “sugerencia”, es una
orden y a bordo de la aeronave el pasaje está obligado a seguir las
instrucciones del personal de vuelo, no pasa nada, dejan así, la cortinilla
abajo y bueno para mis pulgas.
Sí, lo reconozco era odiosa con el pasaje porque yo sí aventaba el cuerpo
para abrir la ventanilla, porque no es que “se le pegue la gana al pasajero”,
es una orden y ni modo, a acatar las directrices por seguridad aérea, que con
eso no se juega.
Por eso, y es una sugerencia, yo sé que es horrible pelearse con el pasaje,
que luego se ponen bien necios y no entienden, pero siempre tengan presentes
que ustedes mis hermosos y profesionales sobrecargos son la autoridad en la
cabina de pasajeros.
Una recomendación extra a las aerolíneas, refuercen este punto, y todos
saldrán ganando, a veces las empresas no quieren quejas, lo sé las odian con
todas sus ganas, pero en estas cuestiones de seguir instrucciones de seguridad,
vale la pena respaldar a su personal y que se sienta protegido en caso de que
el pasajero (cavernícola) se enfade y quiera reportarlo por pedirle “abrir la
cortinilla”.